Lo que tienes que saber sobre el pH de la piel de tu bebé

El pH de la piel del bebé es diferente respecto a la piel del adulto. Su piel es más delicada, ya que no se encuentra desarrollada por completo. ¿Te interesa saber más al respecto?
Lo que tienes que saber sobre el pH de la piel de tu bebé
Maria del Carmen Hernandez

Escrito y verificado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez.

Última actualización: 02 julio, 2023

La piel del bebé es delicada y requiere de cuidados especiales para mantenerla sana y protegida. Por esto, uno de los factores claves para garantizar la salud cutánea es el equilibrio del pH. En este artículo, exploraremos todo lo que necesitas saber sobre el pH de la piel del bebé y cómo mantenerlo en niveles óptimos.

¿Qué es el pH de la piel?

El pH (potencial hidrógeno) es una medida de acidez o alcalinidad en una escala que va de 0 a 14. Un pH neutro se sitúa alrededor de 7, mientras que los valores por debajo de 7 indican acidez y los valores por encima alcalinidad.

La piel humana tiene un pH ligeramente ácido entre 4.5 y 5.5, lo cual es esencial para mantener su salud y funciones adecuadas.

Además, el pH ácido de la piel del bebé juega un papel crucial en la protección contra las infecciones y el crecimiento de bacterias dañinas. Incluso, ayuda a mantener la función de barrera de la piel, que actúa como defensa natural contra los irritantes, alérgenos y la pérdida de hidratación.

El pH de la piel del bebé

Una publicación realizada en la revista Pediatrics informa que el pH de la piel del bebé es más alto al nacer, alrededor de 6.5 a 7, y se va acidificando de forma gradual en los primeros meses de vida.

Por esto, durante este período de ajuste, la piel del bebé es más susceptible a la irritación y a afecciones cutáneas como dermatitis del pañal o eczema.

Recordemos que la piel es un órgano esencial para el bebé, ya que es la barrera que lo protege de agentes externos, además de ser su primer contacto con el mundo exterior. Por esto, es crucial cuidarla y mantener su barrera protectora fuerte para facilitar su proceso de acidificación.

A su vez, un estudio publicado en la revista The Journal of Investigative Dermatology, detalla que los mecanismos de defensa de la piel de los recién nacidos no están desarrollados por completo. El pH y su microbiota se desarrollan durante las primeras 5 semanas de vida.


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¿Qué factores alteran el pH de la piel del bebé?

Si bien la piel de un adulto tiene un pH cercano a 5.5, los bebés nacen con un pH de 7. A su vez, este puede variar según la edad de la persona, el género y la parte del cuerpo.

Si el pH aumenta, se torna alcalino y se generan afecciones de la piel. Por el contrario, si baja demasiado, se acidifica y provoca eritema e inflamación. Por eso, es importante tener en cuenta que la alteración del pH puede suceder por alguno de los siguientes factores:

  • Cambios bruscos en el nivel de humedad o en la temperatura.
  • Exposición a contaminación o suciedad.
  • Uso de jabón no apropiado que favorece el crecimiento de bacterias y disminuye la barrera protectora. Para contrarrestar esta problemática, un proyecto publicado en la revista Journal of Drugs in Dermatology recomienda limpiadores y humectantes suaves que contengan lípidos.
  • Excesiva frecuencia de lavado.
  • Exposición a productos de limpieza con ingredientes químicos.
  • Cosméticos alcalinos.
  • Determinados fármacos y procedimientos médicos que pueden alterar las defensas propias de la piel y su pH.
  • Hormonas, edad y genética.

Cuidados del pH y la barrera protectora de la piel del bebé

La piel del bebé es más delgada respecto a la del adulto, por lo que es más sensible y tiene mayor permeabilidad. Aquí te detallamos algunos consejos para poder mantener el pH de la piel del bebé en niveles óptimos.

1. Utilizar productos suaves

Optar por productos de cuidado de la piel que sean diseñados de manera específica para bebés, suaves, libres de fragancias y colorantes. Estos productos respetan el equilibrio natural de la piel y evitan alteraciones en su pH.

2. Evitar el exceso de limpieza

Limpiar la piel del bebé es importante, pero se recomienda evitar el uso excesivo de jabón y agua caliente, ya que pueden eliminar los aceites naturales y alterar su pH. Por ende, lo ideal es optar por limpiadores suaves sin jabón y utilizar agua tibia.

3. Mantener una hidratación adecuada

Mantener la piel del bebé bien hidratada es fundamental. Para ello, intenta utilizar lociones o cremas hidratantes específicas para bebés después del baño para ayudar a mantener la humedad y equilibrar el pH.

4. Evitar los cambios frecuentes de pañales

La humedad y la exposición prolongada a la orina y las heces pueden afectar el pH de la piel del bebé. Para prevenirlo, desde la Librería Nacional de Medicina de los Estados Unidos, sugieren cambiar los pañales con frecuencia y utilizar productos de cuidado suaves y protectores para prevenir la dermatitis del pañal.

5. Evitar los productos irritantes

Ciertos productos, como detergentes fuertes, suavizantes de telas y perfumes, pueden irritar la piel del bebé y alterar su pH. Lo aconsejable es lavar su ropa con detergentes suaves y enjuagarlos bien para evitar residuos irritantes.

6. Usar protección solar

La piel del bebé es muy sensible a la radiación ultravioleta. Por esto mismo, el uso de protectores solares diseñados para ellos y limitar su exposición al sol de forma directa son buenas prácticas a implementar.

Al seguir los consejos mencionados y utilizar los productos adecuados, se puede ayudar a mantener el pH de la piel del bebé en niveles óptimos y promover una piel saludable y protegida desde sus primeros días de vida.



El cuidado de la piel empieza desde que nacen

Como puedes ver, el pH de la piel del bebé es un factor crucial para su salud y protección. Además, mantener un pH ligeramente ácido es importante para fortalecer la barrera cutánea y prevenir irritaciones y afecciones. Por eso, los cuidados deben comenzar desde que nacen y adaptarlos a medida que crecen.

Por último, recuerda siempre consultar con un pediatra si tienes alguna preocupación específica sobre la piel de tu bebé.


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