
¿Qué hacer si mi hijo trae malas notas en el primer trimestre? Esta pregunta se la hacen los padres cuando aparecen problemas en la educación de sus hijos. Las consecuencias del bajo rendimiento académico suelen verse a la hora de recibir…
El oro de la primera primera infancia debe relucir para siempre en el corazón de nuestros hijos. Solo así crecerán en libertad sintiéndose seguros y felices sabiendo que sus raíces se nutrieron del amor más sincero, del respeto más cálido.
A pesar de saberlo, a pesar de que todas las madres y los padres son plenamente conscientes de este hecho, a menudo se descuidan pequeños detalles que crean en ocasiones grandes carencias.
El pasar más tiempo con nuestros hijos, el favorecer los instantes de juego o el llevarlos de la mano para que descubran el mundo a su ritmo, y no acelerando sus capacidades para que se ajusten a una sociedad demandante, son aspectos que deberíamos cuidar cada día para que esa primera infancia, reluzca para siempre en la memoria de los niños.
Te invitamos a reflexionar sobre ello y a integrar una serie de pautas que favorecerán ese legado emocional que todos deberíamos transmitir a nuestros hijos.
La comunidad internacional y organismos como los reflejados en la «Convención sobre los derechos del niño«, nos recuerdan la importancia de atender la primera infancia en todos los ámbitos que la conforman.
Un niño tiene derecho no solo a disponer de un hogar y una adecuada alimentación. Aspectos como la atención emocional, la psicológica o el hecho de respetar sus tiempos de maduración son vitales para el desarrollo armónico de un niño.
Todos hemos oído hablar a menudo del concepto de «primera infancia», pero… ¿sabemos de verdad qué significa? Veámoslo con detalle.
Veamos ahora qué pautas son las más adecuadas para favorecer un desarrollo integral en la primera infancia de nuestros hijos.
Existe un libro muy interesante sobre crianza que nos puede ser de gran utilidad. Se trata de «El concepto de continuum» de Jean Liedloff. En él se nos enseña que para alcanzar el nivel óptimo de desarrollo en un niño a lo largo de esa primera infancia, hemos de entender que su desarrollo no va a base de «etapas» sino que es un proceso contínuo, en el cual, cada niño tendrá sus propias necesidades, las cuales, hemos de saber atender del siguiente modo.
La primera infancia es la época más íntima y donde se establecerá la calidad de un vínculo que, lo queramos o no, habrá de trascender para siempre. Son esos 6 primeros años donde cada palabra, cada gesto y cada imagen va a tener una trascendencia permanente.
Si echamos ahora mismo la mirada atrás para recuperar algún instante de nuestra primera infancia, seguro que volvemos a un momento clave en que hicimos algo por nosotros mismos, en que nuestros padres nos miraron con una sonrisa de admiración y orgullo cuando por fin, les dimos a entender todas las cosas que podíamos hacer.
Como ves, son estrategias sencillas que podemos aplicar en el día a día, pero siendo siempre conscientes de que no habrá instante más valioso, intenso y decisivo en la vida de nuestros hijos como esa primera infancia. Cuidémosla.