Para hacer que un niño se sienta importante y querido hay que prestarle atención, darle amor, estar junto a él, esclarecer sus dudas… No culparlo por tus desgracias, ni echarle en cara todo cuanto tuviste que sacrificar luego de su nacimiento.
Debes evitar comprarlo con otros, tienes que incluirlo dentro de las decisiones familiares, aplaudir y resaltar sus méritos, decirle lo orgullosa que te sientes por tenerlo como hijo, y sobre todo, darle amor.
Ahora bien, existen situaciones que pueden hacer mella en la autoestima de un niño al punto de que comience a sentirse poco importante y crea que su familia, o su madre, lo quieren menos.
En esos momentos más complicados es cuando hay que reforzar los lazos de comprensión, aceptación y amor para que él siga sintiendo que en materia emocional, nada cambia.
Haz que tu hijo se sienta importante y querido aun cuando lo amonestes
No pocas veces un niño que es regañado se siente menos querido. Hay que saber que a veces los pequeños no saben distinguir que los regaños o los castigos en nada disminuyen el amor que se les tiene y que solo están ahí para corregir una mala acción y hacer que se den cuenta de ello.
Quizás alguna vez te haya sucedido que has regañado a tu niño y su respuesta inmediata sea la de ir a abrazarte o decirte que te quiere mucho. Pues bien, esto es un claro ejemplo de que él no sabe discernir la situación, porque para su inocente mentecita cuando se castiga no se quiere. Por eso se te acerca, con el único objetivo de confirmar que tu amor hacia él sigue intacto.
Dicho esto te recomendamos prestar más asunto a cómo amonestas a tu pequeño y sobre todo tus acciones posteriores.
Por ejemplo: si consideras que como castigo debe quedarse sentado en su asiento durante 5 minutos seguidos, toda vez que cumpla su condena, debes liberarlo con un abrazo y conversar sobre el mal que hizo. Pídele que te prometa que se comportará mejor, aunque en el fondo sepas que, como niño al fin, más temprano que tarde olvidará esa promesa.
Haz que tu hijo se sienta importante y querido aun cuando el clima en casa no sea el mejor
Nada de lo que pase con los adultos de casa tiene que ver con el niño. No son problemas suyos el paro, los bajos salarios, las cuentas impagables, el divorcio de los padres, las diferencias de criterios, la muerte de un familiar… si el clima dentro del hogar no es el mejor el trato hacia el niño, la dedicación y el afecto que necesita deben continuar invariables.
Si bien al niño no hay que mentirle u ocultarle los problemas, hay que ser más perspicaces sobre cómo se le dicen las cosas y qué se habla y no se habla delante de él. Digamos, por ejemplo, si papá y mamá van a divorciarse, al hijo no hay que decirle que papá va a viajar por un tiempo.
Él como el principal afectado en materia emocional debe estar al tanto de ¿qué es el divorcio?, ¿por qué sus progenitores se están separando?, ¿en qué posición quedará él?, o ¿cómo será todo a partir de ahora? Aunque sus padres no estén juntos él debe estar más que convencido que su amor hacia él será el mismo.
Haz que tu hijo se sienta importante y querido aun cuando cometa errores
Cuando un niño comete errores, como les sucede a los restantes humanos, se siente mal por ello. Si los descalabros atañan de algún modo a sus padres o los decepciona, el niño en cuestión puede creer que por ello será menos importante y querido para sus progenitores.
El menor que desilusiona a sus padres tiene doble castigo: las consecuencias del error que cometió y el perjuicio emocional que le causó a ellos. Si a dicha carga se le suma la tristeza y el daño a su autoestima, el peso se encarece.
¿De qué forma actuar entonces cuando tu hijo se encuentra en una situación similar?
Te explicamos:
Mamá, por más que te duela, si tu hijo se arrepiente en verdad y carga con su culpa, no lo hostigues también con tu decepción.
Evita hacérselo ver. En cambio bríndale tu apoyo, ayúdale a solucionar o al menos enmendar el error que cometió y conversa con él sobre qué providencias tomar para que en el futuro no vuelva a pasar por lo mismo.
Ese es nuestro consejo.