Nacer en la semana 37 no es lo mismo que nacer en la 42

Aunque luego de la semana 37 el embarazo alcanza el término, no da lo mismo nacer en cualquier momento a partir de esta fecha. Te contamos por qué.
Nacer en la semana 37 no es lo mismo que nacer en la 42
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Escrito por Leidy Mora Molina

Última actualización: 12 mayo, 2022

Se considera que un bebé está a término cuando nace después de la semana 37 de gestación. Sin embargo, nacer en la semana 37 no es lo mismo que hacerlo en la 42, pues cada día que el bebé pasa dentro del vientre materno lo prepara mejor para la vida extrauterina.

Conoce más acerca de este tema y por qué es importante garantizarle al feto una estancia adecuada dentro del cuerpo de su mamá.

El embarazo a término

El criterio para definir que un embarazo ha alcanzado el término ha cambiado bastante en las últimas décadas. Anteriormente, este concepto englobaba a todos las gestas que culminaban luego de haberse alcanzado la semana 37. Sin embargo, los avances en medicina fetal han llevado a los especialistas a clasificar a estos embarazos dentro de subgrupos más específicos.

Por esta razón, en 2013, el Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología, definió 4 instancias de los nacimientos a término:

  • Temprano: comprende las gestas cuya edad gestacional van desde las 37 0/7 semanas hasta las 38 6/7 semanas.
  • Completo: abarca el período entre las 39 0/7 semanas hasta las 40 6/7 semanas.
  • Tardío: se utiliza para denominar a aquellos embarazos que va desde las 41 0/7 semanas hasta las 41 6/7 semanas.
  • Postérmino: define a las gestas de 42 0/7 semanas o mayores.
Madre y bebé haciendo el piel con piel.
Los recién nacidos a término completo suelen adaptarse mejor a la vida extrauterina que los que nacen cerca del término. Esto favorece al establecimiento de la lactancia y al pronto egreso de la maternidad.

Cada semana cuenta

La edad gestacional del bebé se calcula a partir de la fecha de la última regla hasta un momento dado y se cuantifica en semanas.

Por su parte, la estimación de la fecha probable de parto ronda las 40 semanas posteriores a la concepción y se calcula por medio de la regla de Naegele.

Cabe destacar que solo 5 de cada 100 mujeres dan a luz en este día puntual, pero su utilidad radica en que permite valorar si el crecimiento del bebé es acorde al tiempo de gestación que lleva.

Ciertamente, nacer en la semana 37 no es lo mismo que nacer en la 42, dado que esta brecha de 5 semanas marca una importante diferencia en el grado de desarrollo del recién nacido.

En primer lugar, los bebés que alcanzan el término tendrán un mayor tamaño que los que no, pues a partir de la semana 32 atraviesan una “etapa de engorde”. Además, esta acumulación de grasa los ayudará a regular mejor la temperatura cuando abandonen el vientre materno.

También, la maduración de los pulmones de los niños nacidos a término será superior a los pretérmino. De hecho, los bebés que nacen alrededor de la semana 37 tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones respiratorias que aquellos que nacen luego.

Un reciente estudio realizado en Perú evaluó la morbimortalidad del recién nacido en el término temprano (antes de las 39 semanas) y comparó estos datos con los nacidos a partir de la semana 39.

Tras analizar los casos de 45 332 nacidos vivos, se concluyó que la tendencia de los nacimientos en los últimos 15 años se orientaba hacia el término precoz.

A su vez, este fenómeno también se relacionaba con un mayor riesgo de bajo peso al nacer y estancia hospitalaria posnatal mayor a 3 días. En general, los motivos de dichas internaciones eran problemas respiratorios (neumonía, membrana hialina, taquipnea transitoria), requerimiento de lámpara por ictericia neonatal, malformaciones congénitas y mortalidad neonatal.

El color amarillo de la piel tiene tratamiento.
La luminoterapia (o lámpara) es el tratamiento de elección para la ictericia neonatal. Y esta condición es más frecuente en los bebés de término temprano debido a la inmadurez hepática.

Entonces, ¿nacer en la semana 37 es lo mismo que nacer en la 42?

Definitivamente, no. Pues el hecho de que el bebé permanezca más tiempo dentro del vientre materno puede marcar la diferencia. Un nacimiento a término completo, es decir, entre la semana 39 y 40, se considera una condición ideal para la salud neonatal.

Ciertamente, los bebés que nacen antes de las 39 semanas pueden desarrollar complicaciones relacionadas a la respiración, la audición, la alimentación y el control de la temperatura. Además, tienen un riesgo mayor de desarrollar infecciones que los bebés que nacen después de esta fecha.

En ocasiones es necesario acelerar el parto a fin de evitar otros riesgos que ponen en riesgo la vida de la madre o del feto. Incluso, es posible que el bebé nazca entre la semana 37 o 38 de forma natural. Hay que tener presente que, si bien a partir de la semana 37 los bebés están en condiciones de nacer, no todos se adaptarán de igual manera.

Por ende, si estás pensando en programar el nacimiento de tu bebé, debes tener en cuenta la importancia de respetar los tiempos madurativos de la gestación. Esperar a las 39 semanas favorecerá al correcto desarrollo de sus pulmones, del hígado y del cerebro, entre otras estructuras vitales.

Ante todo, si tienes un embarazo de bajo riesgo, lo ideal es esperar a que el parto se desencadene de manera espontánea. Dentro de lo posible, evita adelantar la fecha de nacimiento antes de las 39 semanas, excepto que el contexto lo amerite.


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