El método Davopsi (Dispositivo de Análisis y Valoración de la Organización pedagógica de la Escuela Infantil) sirve para evaluar la calidad de la organización del espacio educativo. Su objetivo es poder visualizar y analizar distintas dimensiones del espacio escolar, de tal manera que se pueden detectar aquellos aspectos positivos y negativos del espacio que puedan influir en los procesos de aprendizaje.
El espacio escolar en el método Davopsi
El método Davopsi afirma que, dependiendo de cómo se organice un espacio escolar, se determinará cómo serán las actividades educativas. Con lo cual, deberá garantizarse siempre una forma de organización del espacio que ayude a desarrollar experiencias educativas significativas en las que los maestros puedan cubrir todas las necesidades o demandas básicas propias de los alumnos, principalmente en la etapa educativa de infantil.
Según el método, el espacio escolar debe ser una fuente constante de estímulos para los niños, y debe respetar siempre las características de cada uno de ellos, a la par que debe proporcionarles un ambiente seguro, familiar y emocionalmente equilibrado.
Dimensiones del espacio según el método Davopsi
El método para la evaluación del espacio escolar centra su atención en tres dimensiones que conforman el espacio tanto interior, dentro del aula, como exterior, fuera de ella. Estas dimensiones son:
Ambiente
Este debe respetar las necesidades básicas de los niños y debe constituirse como un espacio que posibilite que los peques puedan vivir experiencias educativas que les ayuden en la construcción del conocimiento.
Con lo cual, en espacios interiores como el aula se aboga por la existencia de distintos rincones de actividad. Tanto de experiencias educativas relacionadas con el desarrollo del juego simbólico y las capacidades lingüísticas y comunicativas, como actividades para un desarrollo motor y físico, u otras para trabajar las capacidades lectoras, táctiles y visuales. Y sin dejar de lado la importancia de la existencia de otros rincones o áreas relacionadas con el descanso y la relajación.
Por otra parte, otros espacios interiores, como la biblioteca, el gimnasio, la sala de usos múltiples o el salón de actos también deben ser considerados. Es decir, son espacios que pueden tener otras utilidades además de las originarias y, según una buena organización espacial y planificación de actividades, pueden constituirse en espacios con verdadero potencial educativo.
Con relación a la estructuración de los espacios exteriores, estos deben dar lugar a que los niños jueguen y se muevan, manipulen objetos, experimenten y observen, y siempre mediante una constante comunicación y sociabilización entre ellos.
Además, en la evaluación de los espacios exteriores se tienen en cuenta otras dimensiones como las condiciones para que los niños establezcan un necesario contacto con la vegetación y las zonas verdes. Como también la consideración de las medidas de protección y de seguridad básicas.
Privacidad
Esta dimensión está relacionada con la forma de trabajo de los niños. Tanto si ellos lo hacen de forma solitaria o se reúnen en grupos o equipos, se debe garantizar su privacidad. Es decir, proporcionarles un espacio adecuado en el que desarrollen sus actividades de forma ordenada y tranquila, evitando todo tipo de conflictos que puedan surgir entre ellos.
Objetos
En la evaluación del espacio del aula se debe considerar esta dimensión relacionada con la existencia de objetos concretos. Deben existir dentro del aula distintos objetos que sean de la pertenencia de los niños. Por ejemplo, fotos de cada uno de ellos y de sus familiares, o de sus mascotas. Incluso, juguetes u otros objetos de sus casas que sirvan a los pequeños de conexión con su ambiente familiar.
El desarrollo de la autonomía y el papel de los adultos en los espacios escolares según el método Davopsi
Como hemos mencionado, este método es una herramienta que permite apreciar los aspectos significativos de la organización pedagógica de la escuela infantil. Y hemos visto las dimensiones que atiende en relación a la evaluación del espacio escolar. Ahora bien, el método, además, pone su foco de atención en el papel del adulto y en la necesidad de que los niños sean cada vez más autónomos.
El papel de adulto respecto a la organización del espacio escolar es fundamental, ya que los maestros son quienes sirven de guía y de mediadores para que los pequeños entiendan las normas de uso y de aprovechamiento de los espacios. Además, son quienes deben generar ambientes adecuados, de calidez y contención para que los niños desarrollen un sentido de pertenencia y seguridad.
Y, con respecto al logro progresivo de la autonomía de los niños, una correcta organización del espacio educativo es primordial en la medida en que si los niños son capaces de establecer una relación segura y cómoda con los espacios y ambientes que los rodean, podrán ser cada vez más autónomos.
Por lo tanto, los espacios no deberán tener objetos peligrosos, deberán ser abiertos y amplios, iluminados y cálidos. Y, sobre todo, deberán ser espacios que inviten a los pequeños a que hagan un uso libre y divertido de ellos.
Bibliografía
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