Las malas compañías no son las que hacen "perder" a nuestros hijos sino la mala educación

La falta de valores y amor paternal pueden traer graves consecuencias para el futuro bienestar de los niños y de los adolescentes. Sigue leyendo y aprende cómo evitarlo.
Las malas compañías no son las que hacen "perder" a nuestros hijos sino la mala educación

Última actualización: 02 septiembre, 2022

La forma de criar a los niños influye profundamente en su personalidad y en la manera en la que afrontarán las diferentes pruebas a las que deberán enfrentarse en el futuro. Muchos padres suelen decir que las malas compañías son las causantes de los repentinos cambios de actitud de sus hijos, pero la verdad es que la mala educación es la verdadera culpable.

Los amigos y las malas influencias pueden exponer a los niños y adolescentes a determinadas situaciones que pueden poner en peligro su integridad e incluso su salud. Sin embargo, alguien con una buena educación en valores sabe cuál es su límite y toma la decisión de no participar en algo que le puede hacer daño.



Cultiva valores en tus hijos para confiar en ellos y no temer a las malas compañías

Los padres tenemos una gran responsabilidad con nuestros hijos. Ya que no solo se trata de darles todas las cosas materiales que requieren (como una vivienda digna y una buena alimentación). Si no también suplir las necesidades emocionales que les hacen falta para ser buenas personas.

Acompañar a los hijos en el día a día es crucial para enseñarles y corregirlos desde el amor para que aprendan lecciones inolvidables.

De nada sirve tener un hijo que es excelente en el colegio, pero es cruel con sus compañeros a causa del ejemplo paternal. O una pequeña con brillantes cualidades artísticas, pero triste en su interior debido al abandono familiar. Los niños necesitan del cariño y la responsabilidad de sus padres para aprender a mejorar cada día.

Y aunque es verdad que hay casos en los que las obligaciones laborales demandan gran tiempo de los papás, también es necesario comprender que los hijos no tienen la culpa de eso. Ellos requieren de la atención de su madre y de su padre para que puedan cultivar en ellos valores que los formen, los guíen y los ayuden a tomar las mejores decisiones en el futuro.

5 consejos para que las malas compañías no influyan en los hijos

Sin lugar a duda las malas influencias pueden hacer que los hijos caigan en comportamientos nocivos que les impiden avanzar y florecer. No obstante, es mucho más probable que un pequeño que no recibe en su hogar amor y educación busque ese afecto en lugares que no le hacen bien. A comparación de los niños cuyos valores los hacen ser conscientes del potencial peligro.

Estas son algunas recomendaciones para no temer a las malas compañías y aportar a tu hijo las enseñanzas necesarias para tomar las mejores decisiones.

1. Sé un modelo para seguir

Cuando en el hogar abundan conductas nocivas tales como el irrespeto, la discriminación, la violencia y las malas costumbres es muy probable que los niños repliquen esos mismos comportamientos en el futuro. Por ejemplo, alguien que vive bajo el desprecio de sus padres crecerá pensando que todos lo merecen y puede convertirse en un potencial abusador.

Los padres somos los principales modelos para seguir de nuestros pequeños, de ahí la importancia de cuidar de el comportamiento en pro del bienestar de los hijos.

Así que procura ser un ejemplo para tus hijos. La empatía, el respeto, la humildad, la gratitud, la responsabilidad y el perdón se enseñan mediante los actos, no solo a través de las palabras. Cultiva en las experiencias del día a día aquellos valores que deseas que sean pilares en su mente. Recuerda que cada padre cosecha lo que siembra.

2. Cuida de la autoestima de tu hijo

Los niños que son conscientes de su gran valor como personas no serán presas fáciles de los amigos que intentan persuadirlos de hacer cosas malas. Mientras que aquellos con heridas emocionales y una baja autoestima pueden dejarse influenciar con más rapidez al encontrar personas que les brindan por fin la atención que buscaban.

3. Pasa tiempo de calidad con tus hijos

Los niños y los adolescentes necesitan de sus padres para ser mejores personas. Y esto solo se logra dedicando tiempo de calidad en donde se brinde amor y respeto, pero también disciplina y correcciones.

Por lo que no abandones a tus hijos debido a los horarios laborales. Ya que solo creará heridas emocionales y patrones nocivos que afectarán su futuro.



4. Establece límites claros y respétalos

Los límites son necesarios para vivir en armonía sin hacerle daño a los demás ni a nosotros mismos. Por tal motivo, es crucial establecerlos desde la infancia para que los pequeños aprendan a que existen algunos que nunca deben sobrepasarse.

Un niño que crece sin normas y actúa desde sus instintos no solo es un potencial peligro para la sociedad, sino para él mismo.

5. Emplea una crianza positiva

La crianza y la educación positiva no se trata de quedarse callado cuando los pequeños hacen un berrinche o cuando se equivocan. Es acerca de darles a los hijos el valor que se merecen como personas que aún no saben manejar sus emociones y requieren del acompañamiento de un adulto amoroso y responsable que los guíe.

No dejes que la falta de educación haga que las malas compañías afecten tu hogar

La vida pondrá ante tus hijos diversas situaciones en los que ellos deberán tomar una decisión crucial que puede llegar a afectarlos. Así que para no preocuparte por las malas compañías que puedan llegar a la vida de tus pequeños, mejor edúcalos con amor y confía en que tus enseñanzas, esfuerzos y sacrificios les permitirán cuidar siempre de sí mismos y de los demás.


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