¿Cómo influyen los complejos en la infancia? Aprende a combatirlos

Los complejos en la infancia resultan muy comunes. En los primeros años de vida se va definiendo la personalidad, por lo que los comentarios de los demás pueden afectar el desarrollo emocional del niño.

Los complejos en la infancia causan diversos problemas importantes para la vida de los niños.

A fin de desarrollarse emocionalmente, un niño necesita sentirse respetado y amado. No solamente por sus padres, sino también de parte de sus demás familiares y amigos. Si no llega a percibir este cariño, corre el riesgo de enfrentarse a los complejos en la infancia.

En el campo de la psicología, la palabra ‘complejo’ se refiere a las creencias y los sentimientos de alguien. Por lo general, de forma inconsciente, tienen una influencia en los patrones de conducta. En la mayoría de los casos, se desarrollan debido a las vivencias experimentadas en la etapa de la niñez.

La forma de pensar, actuar y desenvolverse en la vida se determina durante los primeros años. Por lo tanto, al interactuar con otras personas, el niño empieza a enfrentarse a nuevos retos, tales como asumir las responsabilidades de la escuela y conocer niños con personalidades distintas.

Esto último también incluye recibir críticas o burlas, lo que les causa mucha presión. Dichas situaciones contribuirán al desarrollo de complejos en la infancia con los que que quizá tenga que lidiar toda la vida.

Los complejos en la infancia más frecuentes

Una tarea muy importante es la identificar si tu hijo tiene algún complejo, debido a que estos se presentan desde una temprana edad. Si no logra superarlos a tiempo, es posible que estos marquen su personalidad.

Complejo de superioridad

Se puede notar cuando el niño se cree mejor que los demás, incluso que sus padres y otros adultos. Su comportamiento es déspota, se considera a sí mismo con autoridad y poder sobre quienes lo rodean. Además, es egoísta, quiere tener todas las cosas para él, sin importarles los demás.

Un niño con este complejo transmite una sensación de seguridad, pero es totalmente falsa. El complejo de superioridad tiene como base la inseguridad. No obstante, intenta ocultar sus incertidumbres demostrando ser autosuficiente.

Complejo de inferioridad

Está relacionado con el punto anterior. Al sentirse inseguro, llega a pensar que los demás lo superan en todo y que es poco o nada querido; el infante cree que no es valioso ni digno de ser respetado.

Los niños con disglosia pueden volverse tímidos e introvertidos.

Este complejo suele desarrollarse cuando los padres, maestros y otras personas mayores hacen comparaciones. Aunque su intención no sea mala, hacen que él se sienta denigrado. Así, se crea poco a poco una opinión negativa sobre él mismo en su interior.

Complejos físicos

Su origen se basa en la inconformidad con alguna característica física o discapacidad. Al notar que es diferente, el niño empieza a sentirse mal. Por ejemplo, que sus orejas son muy grandes, tiene algún problema en la vista, dientes mal alineados, entre otras particularidades.

El problema se acentúa cuando otros niños bromean sobre su aspecto; esto genera en el niño un mayor malestar. Este es uno de los complejos de la infancia más comunes.

Complejo de sentirse menospreciado

Sucede con frecuencia en hijos con muchos hermanos, por lo general en el menor de ellos. Al sentirse menospreciado, el niño siente el deseo de demostrar que es alguien.

Se ha visto que los hijos menores consiguen más logros en la vida que los mayores. Una explicación puede ser que, al no recibir atención durante su infancia, su objetivo principal es tener la aprobación de sus padres y hermanos y se esfuerza para conseguirla.

“Al interactuar con otras personas, el niño empieza a enfrentarse a nuevos retos, tales como asumir las responsabilidades de la escuela y conocer niños con personalidades distintas”

Complejo narcisista

Suele presentarse en los hijos únicos, debido a que son cuidados en exceso por sus padres y siempre se les coloca por encima de todo. De este modo, el niño considera que debe ser idolatrado, que todo lo que pide se le debe dar. Además, piensa que el mundo gira alrededor de él.

Al presentar este complejo, no le es posible superar el egocentrismo, conducta común de los bebés. Como consecuencia, al crecer, se aferran a su personalidad características narcisistas.

¿Cómo mantener a raya los complejos en la infancia?

La niñez es la época más feliz de la vida, llena de felicidad y carente de preocupaciones. Sin embargo, los complejos en la infancia causan diversos problemas.

Por tanto, desde que son pequeños, debes educar a tus hijos. Es necesario enseñarles a tener un criterio personal y a entender que no debe afectarle todo lo que les digan. También es positivo que aprendan a estar seguros de sí mismos.

De esta forma, los complejos de la infancia se mantendrán a raya. Como consecuencia, será capaz de asumir sus defectos, además de superar los rechazos provenientes de otras personas.

Formas de combatir los complejos en la infancia

Para que los complejos no influyan en la personalidad, es necesario potenciar la autoestima de los niños. He aquí algunas formas de hacerlo:

Crear un vínculo estrecho con el niño

Para lograr una buena autoestima, debes brindarle seguridad dándole ánimo y estímulo. Así, tus hijos se sentirán apoyados en sentido emocional y eso les permitirá afrontar cualquier reto.

Consolarlos y potenciar sus habilidades

Si aparecen complejos, debes estar allí, comprender su dolor y brindarles consuelo. Tal vez en tu infancia hayas sentido lo mismo, así que muestra empatía. Eres quien está mejor capacitado para ofrecerle un buen consejo a tu hijo.

Hay varias técnicas para explicar el amor a los niños, aunque la más adecuada es convertirse en un modelo a seguir.

Educarlo con el buen ejemplo

Debes evitar ser crítico, exigente o irritante con tu hijo. Frases como: “No sirves para nada”, “Eres un total desastre”, o “No haces las cosas bien”, solo generarán complejos en el pequeño.

Al contrario, tienes que motivarlo con premios, pero no de índole material, sino más bien emocional. Por ejemplo, si se porta bien, realiza con él su juego favorito.

En fin, es necesario que prestes mucha atención a la conducta de tu hijo. Además, estar atento a sus palabras puede ayudarte a saber lo que piensa de sí mismo. De esta forma, podrás ayudarle a superar los complejos de la infancia.

Bibliografía

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