Los 4 pilares de la educación según la UNESCO

La UNESCO defiende 4 pilares básicos que hay que tener en cuenta en la educación de los niños. ¿Sabes cuáles son? ¿Conoces el documento oficial?
Los 4 pilares de la educación según la UNESCO
Ana Couñago

Escrito y verificado por la psicóloga Ana Couñago.

Última actualización: 02 enero, 2022

4 son los principales pilares de la educación según la UNESCO para concienciar y encarrillar a los docentes, tutores y padres en las enseñanzas que tienen que aplicar a sus hijos para que tengan una vida plena en una sociedad en continuos cambios. Por eso, estos muestran el camino hacia dónde debe dirigirse la sociedad del siglo XXI.

A continuación, te ofrecemos una breve descripción de cada uno de ellos, analizando su importancia y su principal interés para la evolución del planeta. 

Documento oficial de la UNESCO

La educación encierra un tesoro es el título que recibe el informe oficial de la UNESCO, elaborado por Jacques Delors y otros autores en 1996, para tratar el tema de la educación y el aprendizaje en el siglo XXI. Dicho documento expone los 4 pilares de la educación. En este artículo te explicamos cuáles son y en qué consiste cada uno de ellos.

Así pues, para entender cada uno de estos pilares, debes tener en cuenta que, en el nuevo paradigma de la educación, se considera que el objetivo principal del sistema educativo es lograr el desarrollo integral de los estudiantes.

“La educación es para el desarrollo integral y no para formar seres dóciles, automatizados capaces solo de producir, vender y consumir”.

-Claudio Naranjo-

Los 4 pilares de la educación según la UNESCO

Como hemos mencionado anteriormente, en la actualidad, uno de los objetivos más importantes de la escuela es favorecer que el alumnado adquiera e integre diversas competencias para:

  • El desarrollo individual: cognitivas, físicas, afectivas, de emprendizaje (relacionadas con la innovación y la creatividad), etc.
  • El desarrollo social: comunicativas, cívicas, de respeto por el medio ambiente, etc.
    Alumnos levantando la mano en clase para aprender, uno de los pilares de la educación.

Por lo tanto, para conseguir dicho fin, según la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), los estudiantes necesitan tener una formación permanente que se sustente sobre 4 pilares educativos básicos. Dichos pilares se describen a continuación:

1. Aprender a saber, uno de los principales pilares de la educación según la UNESCO

Con este pilar se hace referencia al hecho de adquirir la capacidad para conocer, explorar y comprender el mundo. En este sentido, esto está muy relacionado con la competencia de aprender a aprender; donde se necesita dominar los instrumentos del saber.

De esta forma, conviene despertar el interés del alumno y transmitirle la pasión por el aprendizaje de forma autonómica. Solo así se podrá ejercitar la atención, la memoria y el pensamiento; algo que se desarrollará progresivamente a lo largo de la vida.

2. Aprender a hacer

Aprender a hacer consiste en influir en el propio entorno y hacer frente a diversas situaciones y problemas, poniendo en práctica aquello que se ha aprendido de forma teórica. Por eso, también resulta indispensable adaptar la enseñanza a las nuevas demandas de la sociedad y del mercado laboral del siglo XXI. 

Por otro lado, es necesario adquirir una serie de competencias para saber comportarse en sociedad, trabajar en equipo, tener iniciativa y solucionar conflictos. Todo esto es poner en práctica lo aprendido para hacer frente a un nuevo panorama, a una nueva vida.

3. Aprender a convivir, uno de los principales pilares de la educación según la UNESCO

Este valor se refiere a poseer las habilidades sociales suficientes para vivir con todo tipo de personas de forma pacífica y armoniosa. Para lo cual, hay que intentar entender y respetar a los demás, demostrando los valores que uno tiene. Esta es la visión que tiene Jacques Delors para hacer frente a todas las guerras mundiales.

Se trata de aprender a vivir juntos y en armonía, aún siendo muy diferentes. Eso sí, en un contexto común de igualdad, con objetivos y proyectos conjuntos. Ahora bien, ¿cómo se enseña esto?

  • Aprendiendo Geografía, Artes, Humanidades e idiomas extranjeros: se debe tomar conciencia de las semejanzas y de las diferencias entre seres humanos diversos.
  • Fomentando la empatía: después, hay que ponerse en el lugar del otro, para entender sus costumbres, su cultura, su religión, etc. Solo así se podrán erradicar los prejuicios y el odio contra el diferente.
  • Estableciendo objetivos comunes: el ser humano tiene la necesidad pura de relacionarse y formar parte de un colectivo, una idea, etc. Por eso, ser parte de un proyecto hará que todos lleguen a la meta y consigan cualquier propósito. Un ejemplo de ello fue la lucha de todas las naciones contra el coronavirus a la hora de encontrar una vacuna porque cuando existe un objetivo compartido, las tensiones y rivalidades desaparecen.

4. Aprender a ser

El último pilar consiste en desarrollar todas las potencialidades individuales, adquiriendo la capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal. Por eso, este pilar de la educación integra a los tres anteriores. De hecho, Delors apoya que la revalorización del arte, la poesía y la cultura oral fomentan la creatividad y la imaginación, a la vez que apoyan los otros 3 pilares.

“La educación es un factor indispensable para que la humanidad pueda conseguir los ideales de paz, libertad y justicia social”.

Jacques Delors (1925)

La importancia de la actitud del profesorado para poner en práctica los 4 pilares educativos

Para poner en práctica los 4 pilares de la educación es fundamental que los profesores tengan una actitud positiva y muestren un alto grado de implicación. Así, estos deben comprometerse a cambiar sus costumbres y rutinas escolares, sustituyéndolas por otras prácticas pedagógicas. Estas tienen que ser acordes a los nuevos tiempos y ajustarse a las necesidades y características de todos los niños del aula.

Por tanto, los docentes deben entender que las clases magistrales o expositivas en las que intentan transmitir al alumnado determinados conocimientos de una manera teórica están obsoletas. Esto se debe a que, a día de hoy, se defiende una educación en la que los estudiantes son los protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje y desarrollan sus competencias de forma global. 

En definitiva, para que todo esto tenga lugar, se requiere que los maestros, además de conocer y dominar los temas y materias que se tratan en clase, adquieran las capacidades y habilidades para estructurar, organizar, seguir y evaluar de manera continua el aprendizaje de los alumnos y los progresos conseguidos.

Así pues, al hilo de esto, cabe destacar la siguiente frase del famoso educador brasileño Paulo Freire, quien considera que:

“Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su producción o su construcción. Quien enseña aprende al enseñar, y quien enseña aprende a aprender”.

-Paulo Freire-


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