La liebre y la tortuga: una fábula sobre la persistencia y el esfuerzo

La fábula de la liebre y la tortuga es un recurso muy valioso para enseñarle a los niños el valor del esfuerzo y de la constancia para alcanzar cualquier meta.
La liebre y la tortuga: una fábula sobre la persistencia y el esfuerzo
Marcela Alejandra Caffulli

Revisado y aprobado por la pediatra Marcela Alejandra Caffulli.

Última actualización: 16 febrero, 2022

La liebre y la tortuga es una fábula atribuida a Ésopo, que luego fue reescrita por otros fabulistas de gran renombre. Sin duda, es una breve historia de la que se puede extraer una importante moraleja, así como también unos buenos valores y actitudes para la vida.

En el siguiente artículo te vamos a contar esta maravillosa aventura para que se la transmitas a los más pequeños de la casa. ¿Preparados? ¿Listos? ¡A leer!

La liebre y la tortuga, una fábula que vive en el corazón de la infancia

Los padres de niños agresores han de actuar antes de que la cosa vaya a más.

En el bosque vivían todos los animales juntos y en familia. Cada uno era diferente y tenía sus cualidades propias. En este contexto, existía una liebre que era muy engreída, pero que también era muy rápida. Y como no podía ser de otra forma, se burlaba de la lentitud de la tortuga.  

-“¡Eh, tortuga, no corras tanto!- Decía la liebre riéndose de la tortuga”.

-Michelle Jovin, La tortuga y la liebre (2020)-

Un buen día, la tortuga se cansó de las burlas y retó al mamífero a correr una carrera.

La liebre, convencida de que podía ganar la competencia, aceptó de muy buen agrado y con aires de superioridad. No dudaba del resultado, pues creía conocer bien sus cualidades y a las de su verde contrincante.

Así, el búho marcó la salida y los dos animales emprendieron su camino hacia la meta, para alzarse con el premio. 

La liebre corría sin despeinarse, confiada y con suma rapidez; mientras que la tortuga iba a paso lento, pero sin rendirse. A lo largo del camino, la primera se detenía y se mofaba de su lenta amiga, que estaba a kilómetros de distancia.

Muy despreocupada, la liebre decidió echarse una siesta para descansar y después, alcanzar la meta y ganar la carrera. Sin embargo, la tortuga cansina se acercaba poco a poco, a pasos cortos pero seguros.

Pasó el tiempo y la liebre finalmente despertó, pero ya era tarde: la tortuga estaba a tan solo unos pasitos de la meta. Totalmente desesperado, el mamífero empezó a correr y a correr para evitar dicho desenlace, pero no tuvo éxito. ¡Su contrincante consiguió el tan anhelado premio!

Ante este resultado, la liebre hizo un importante examen de conciencia por haberse burlado de su lenta amiga y, arrepentida, jamás volvió a reírse de ella. 

Enseñanzas de la fábula de la liebre y la tortuga

De esta preciosa fábula se pueden extraer algunas enseñanzas morales muy importantes.

Hay que ser humildes, pacientes, constantes y trabajadores. Para ganar cualquier carrera de la vida, vale más ser lentos y estables, con paso firme y seguro, que veloces y descuidados. Además, nunca debemos despreciar a nadie porque creamos ser más fuertes que él.

De esta forma, te invitamos a remarcar algunos aspectos de la fábula una vez finalizada la lectura con tu pequeño:

  • No hay que burlarse de los demás.
  • El esfuerzo siempre da buenos frutos.
  • La pereza no conlleva a nada.
  • Es valioso aprender a reconocer y a aprovechar las debilidades y las fortalezas.
  • La humildad y la ayuda al prójimo abre las grandes puertas de la vida.
  • La persistencia es la clave para conseguir cualquier objetivo.
Niño ayudando a otro en la pista de atletismo gracias a la competitividad sana.



Las enseñanzas de los más pequeños recaen en las lecturas infantiles

Con esta maravillosa fábula, podrás inculcarle a tus hijos algunos valores importantes que les servirán para el futuro.

Es que en la vida hay que ser trabajadores y perseguir los sueños personales, a pesar de que a veces nos parezcan imposibles de conseguir. Por eso, lo importante es ser constantes y, sobre todo, tratar a los demás con respeto. Ser empáticos y darles la mano cada vez que lo necesiten.

Además, es necesario aprender a hacer examen de conciencia y reconocer nuestras debilidades y fortalezas. Esto nos ayuda a conocernos a nosotros mismos y a relacionarnos mejor con los demás.

Esperamos que este artículo te haya animado a inculcar estas enseñanzas sobre la importancia del esfuerzo y de la perseverancia. Como padres, es un deber que corresponde tomar y, como docentes, también. ¡Ánimo!


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  • De La Fontaine J. La Liebre Y La Tortuga. Ediciones Larousse; 2021.
  • Jovin M. La Tortuga Y La Liebre La Tortuga Y La Liebre. Materiales creados por maestros; 2020.

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