Leche de continuación para bebés de seis meses o más: ¿es necesaria?

La leche de continuación no es un producto necesario en la dieta del bebé. Existen otras opciones con mayor calidad nutricional y te las vamos a enseñar.
Leche de continuación para bebés de seis meses o más: ¿es necesaria?
Saúl Sánchez Arias

Revisado y aprobado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 23 mayo, 2022

La leche de continuación es un producto que se ofrece a los bebés de más de 6 meses, en ocasiones, en sustitución de la leche materna. Sin embargo, no es realmente necesaria y la mejor alternativa es prolongar la lactancia de la madre hasta el primer año de vida. Así, no solo se asegura la oferta de nutrientes bioactivos, sino también de probióticos y de anticuerpos naturales. Sin dudas, todos estos elementos optimizan el desarrollo de los pequeños.

Antes de comenzar, cabe destacar que durante los primeros 6 meses de vida la leche materna ha de ser el alimento exclusivo. En el caso de no contar con la propia, se puede recurrir a los bancos de leche y como última instancia, opta por las fórmulas lácteas para bebés. Eso sí, es clave leer con atención los etiquetados de estos productos para evitar aquellos que cuentan con azúcares añadidos en su interior.

Dicho todo esto, te vamos a contar lo que debes saber acerca de las leches de continuación. ¡No dejes de leer!

Valor nutricional de la leche de continuación

Hasta el momento, la leche de madre no ha sido equiparada por ningún alimento comercial y sus diferencias con las fórmulas lácteas son varias.

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Las leches de fórmula son alimentos apropiados para los bebés, pero ninguna de estas opciones se equiparan a la leche de madre en cuanto a los beneficios que esta aporta durante el primer año de vida.

Aporte de proteínas

La leche materna suele tener una cantidad adecuada de proteína, de unos 0,9 gramos por cada 100 mililitros de alimento. Este nutriente se asimila de forma óptima y consigue satisfacer los requerimientos nutricionales del pequeño. Esto contribuye a un adecuado crecimiento y desarrollo, tal y como evidencia un estudio publicado en la revista Early Human Development.

Por el contrario, la leche de vaca cuenta con un aporte proteico superior, de unos 3,3 gramos por cada 100 mililitros. A base de este alimento se elaboran las leches de continuación y aunque esta concentración se adecúe un poco, en general supera a la oferta de proteínas de la leche de madre. Eso sí, se cree que no todas ellas se asimilan por completo, como sí ocurre con la materna.

Ácidos grasos

Cuando hablamos de los lípidos que aportan las distintas leches la cosa cambia. La presencia de omega 3 en las fórmulas de continuación suele ser limitada, a excepción de las fórmulas especialmente suplementadas con este nutriente.

Debes saber que este tipo de grasas favorecen al desarrollo cerebral y del sistema nervioso central, según una investigación publicada en la revista Nutrition Reviews. Por este motivo, siempre vale tenerlos en cuenta a la hora de elegir el producto en la góndola.

Desventajas de la leche de continuación

La principal desventaja de la leche de continuación es que tiene un aporte proteico excesivo que no resulta asimilable por parte de los bebés. A partir de los 6 meses, la mayoría de los pequeños pueden comenzar con la alimentación complementaria, por lo que no es necesario enfatizar la presencia de dichos nutrientes en la pauta. Con conseguir una dieta variable y seguir ofreciendo lactancia materna sería suficiente.

Por otra parte, y como comentamos, la calidad de la leche de continuación no siempre es buena. En ocasiones cuenta con carbohidratos simples o con lípidos de baja calidad en su interior. La proporción de ácidos grasos omega 6 / omega 3 no suele ser óptima, lo que condiciona el estado de inflamación en el medio interno.

Además, este alimento no es capaz de aportar probióticos o sustancias bioactivas capaces de reducir el riesgo de desarrollar infecciones, alergias o intolerancias alimentarias. No solo no consigue generar un beneficio claro sobre la microbiota, sino que también podría poner en riesgo la diversidad de los microorganismos que habitan en el tubo.

¿Qué hacer para lograr un buen crecimiento en los bebés?

Según lo expuesto, la mejor alternativa para mantener un óptimo crecimiento y desarrollo en los más pequeños es combinar la lactancia materna con la alimentación complementaria, de los 6 hasta los 12 meses (como mínimo). 

A partir del primer año, los esfuerzos deben centrarse en plantear una dieta variada y equilibrada. En este sentido, es posible mejorar el repertorio de comestibles a fin de obtener un aporte nutricional óptimo, en caso de querer abandonar la lactancia. Incluso, a partir de los 12 meses, los bebés que no tengan intolerancias, podrán incorporar lácteos enteros, como la leche de vaca.

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En el caso de no poder ofrecer lactancia luego de los 6 meses, lo mejor será consultarle al especialista por la mejor opción de fórmula láctea para continuar, en función del estado de salud del pequeño.

La leche de continuación es prescindible en los bebés de 6 meses o más

Como has visto, no es necesario introducir en la pauta de alimentación de los bebés de 6 meses o más una leche de continuación. Este producto suele tener poca calidad a nivel nutricional y siempre será mejor apostar por la lactancia materna o incluso, por las fórmulas de inicio.

Existen muchos intereses industriales en la fabricación de estas fórmulas de continuación, pero realmente no cuentan con un perfil adecuado ni imprescindible.

Para terminar, ten en cuenta que la inclusión de ciertos suplementos en la pauta de los bebés puede traer beneficios a futuro. Por ejemplo, el aporte de ácidos grasos omega 3 o de vitamina D de ciertas fórmulas. Estos elementos fomentan el desarrollo del sistema nervioso central y contribuyen a modular el estado inflamatorio en el medio interno.


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