La apendicitis en niños: síntomas, causas y más

La apendicitis en niños se soluciona mediante una sencilla operación.

¿Cómo saber si tu hijo padece un dolor de tripa o apendicitis? ¿Dónde está el límite entre una dolencia y otra? Si quieres saber todo lo que puede implicar la apendicitis en niños, sigue leyendo, te lo contamos a continuación.
La apendicitis en una inflamación del apéndice debido a una infección. Cuando hablamos de apendicitis en niños, esta no suele producirse antes de los 3 años. El apéndice se sitúa en el intestino grueso, y es un pequeño tubito cuya función específica no está muy clara.

Cuando se produce esta infección, es necesario extirparlo. No produce alto riesgo y se puede llevar una vida totalmente normalizada después de su extracción.

Como algunos de los primeros síntomas pueden parecerse a los de un dolor de tripa común, queremos ofrecerte las pistas definitivas para que lleves a tu hijo al médico en caso de que sospeches que padezca de apendicitis.

Síntomas definitivos de la apendicitis en niños

  • Dolor de tripa localizado en la parte superior o alrededor del ombligo, pero que más tarde se desplaza la parte inferior derecha.
  • Náuseas, vómitos e incluso fiebre.
  • Falta de apetito.

No dudes en acudir al médico si compruebas que el dolor es ininterrumpido durante más de una hora. La mayor complicación puede aparecer en caso de que el apéndice estalle, ya que podría provocar una fuerte infección que afectase al intestino del pequeño.

Ante la menor sospecha, debemos llevar a nuestros hijos al médico

Causas de la apendicitis en niños

Las razones por las que el apéndice puede inflamarse son varias:

  • Infección por algún tipo de microbio. Es la causa más común de inflamación e infección del apéndice.
  • Infección por acumulación de excrementos. El intestino grueso es paso obligado de los desechos de nuestro organismo, por lo que puede que alguna pequeña parte quede acumulada en el apéndice, provocando así una infección.
  • Infección por la presencia de un cuerpo extraño. Al igual que con los excrementos, puede ocurrir que algún cuerpo extraño quede en el apéndice, siendo foco de infección directo para este.
  • Parásitos o microorganismos. Pueden provocar la inflamación del apéndice o su infección.

Tratamiento contra la apendicitis en niños

No existe un tratamiento de para dicha infección. Se soluciona únicamente extirpando el apéndice en caso de que no haya llegado a estallar.

La operación de extirpación del apéndice se denomina apendicectomía, una cirugía bastante común y sencilla. Requiere de anestesia general, por lo que tu pequeño no se enterará de nada y estará dormido durante la operación.

La extracción del apéndice no interfiere en el desarrollo de una vida normal, así que no te preocupes, no habrá nada que tu hijo no pueda hacer una vez recuperado de la operación.

Cuidados para después de la apendicectomía

Una vez que le den el alta en el hospital, podréis marcharos a casa sin más preocupación que la de mantener limpia la cicatriz de la operación.

Además, tampoco tiene por qué seguir una alimentación determinada, pudiendo continuar con su dieta habitual. Y, en cuanto al resto de actividades, siempre y cuando tu hijo se sienta capaz de hacerlas, las podrá desempeñar sin problemas. Eso sí, es bueno que durante los primeros días esté en reposo y no realice actividades que requieran grandes esfuerzos.

La apendicitis en niños aparece a partir de los 4 años de edad.

Aunque hemos dicho que es una cirugía bastante común, sí que hay algunas precauciones que debes tener. Así, si alguno de los siguientes síntomas aparecen tras la operación, acude al médico de inmediato.

  • Vómitos.
  • Fiebre alta.
  • Inapetencia.
  • Hemorragia en el área de la cirugía.
  • Enrojecimiento, hinchazón o tumefacción en el área de la cirugía.
  • Dolor que empeora aún tomando analgésicos.
  • Secreción de color amarillo o verdoso, maloliente y espesa, que sale de la zona de la cirugía.

Recomendaciones para padres

Cuando se habla de apendicitis en niños, lo normal es que estos sean los que menos información tengan sobre el tema. Los padres, además, sentimos que tenemos que protegerles de todo. Por ello, aquí van unos consejos que puedes aplicar.

Si tu hijo tiene que ser operado de apendicitis, no se lo escondas. Aunque sea algo por lo que pasan muchos niños, probablemente tu hijo esté asustado, así que explícale qué tiene y qué le van a hacer para curarle.

Tampoco te obsesiones con síntomas aparentes de alerta. Está bien saber sobre lo que puede ocurrirle a tu hijo, pero, ante la duda, recuerda que el único diagnóstico válido es el de los médicos.

Y, por último, no dudes en preguntar al médico todo lo que te cause inquietud sobre la enfermedad, la operación, o los cuidados posteriores. Haz que tu hijo guarde un recuerdo bueno de su estancia en el hospital. No será agradable, así que aunque sea solo por un par días, anímalo recordándole lo valiente y fuerte que es.

Bibliografía

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