La alexitimia: ¿cómo afecta a los niños y cómo prevenirla?

La alexitimia es un trastorno mental que afecta a la expresión e identificación de las emociones, tanto en uno mismo como en los demás. Hablamos sobre las consecuencias que tiene y cómo prevenirlo.
La alexitimia: ¿cómo afecta a los niños y cómo prevenirla?
Mara Amor López

Escrito y verificado por la psicóloga Mara Amor López.

Última actualización: 06 noviembre, 2020

La alexitimia es un trastorno mental que provoca dificultad a la hora de expresar e identificar las emociones, tanto en uno mismo como en los demás. Si a un niño sin este problema, cuando tiene una rabieta o llora, cuesta calmarlo, imaginaos lo difícil que puede llegar a ser intentar calmar a un niño con alexitimia.

Este problema suele llevar asociada una falta de creatividad y fantasía interior. Cognitivamente, esta dificultad incluye un pensamiento práctico y concreto, pero afectivamente presenta carencia de conciencia emocional. Así pues, este trastorno puede aparecer en cualquier edad, pero la etapa infantil es la etapa más complicada para el pequeño que la padece.

Niño con problemas emocionales debido a que padece alexitimia.

¿Cómo afecta la alexitimia a los niños?

Si este trastorno es complicado en un adulto, todavía lo es más en un niño por la dificultad que tiene a la hora de expresar sus emociones y reconocerlas en los demás.

Cuando los más pequeños tienen que poner una etiqueta a lo que están sintiendo o han de reaccionar ante una expresión facial de otra persona, surge el problema, pues no son capaces. Esto también les pasa cuando reciben un beso o un abrazo, no saben cómo gestionarlo.

Así pues, algunas de las consecuencias que pueden observarse en la conducta de los niños con alexitimia pueden ser las siguientes:

  • No son capaces de interpretar una situación, solo la describen, ya que su forma de pensar carece de fantasía y abstracciones.
  • Se muestran rígidos en la comunicación con otros, por lo que su expresividad y movimientos están muy limitados; no utilizan muchos gestos para expresarse.
  • Los niños que padecen este desorden no suelen asociar las emociones que sienten con las reacciones corporales que estas pueden provocar en ellos. Por ejemplo, pueden sentir temblores provocados por el miedo, pero no lo asocian a este.
  • Cuando tienen que enfrentarse a una situación conflictiva, suelen utilizar la acción para enfrentarse a ella en vez de sentir la emoción de forma inmediata. Parecen ser muy serios y obedientes para su edad.

¿Cuáles son las señales de alarma de la alexitimia en niños?

Este trastorno suele detectarse con la observación continua de los pequeños. Si observamos algunos de estos comportamientos, lo mejor es llevar al niño a un especialista en salud mental, para que tome la decisión adecuada de si es o no alexitimia y, si lo es, orientarnos para mejorar y solucionar este problema.

Algunas de las señales que pueden alertarnos son

  • Aislamiento social sin tener sensación de soledad.
  • Dificultad a la hora de interpretar muestras de afecto; ellos las rechazan porque no saben qué son ni cómo interpretarlas.
  • Falta de empatía: no son capaces de sentir o entender las emociones de los demás, ni siquiera de las personas que los rodean, su familia.
  • Suelen hablar muy poco y tienen una seriedad excesiva para su edad.
  • Tienen dificultad para expresar cualquier sentimiento.
  • Son incapaces de reconocer emociones ni entender las sensaciones corporales que producen, ni en ellos ni en los demás.
  • Carencen de mundo de fantasía y creatividad.
  • Su pensamiento es muy rígido.
  • Son niños muy conformistas.

¿Cómo podemos prevenir la alexitimia?

Podemos utilizar algunos recursos para prevenir o educar a los niños con alexitimia, como los que mencionamos a continuación.

Exteriorizar y explicar los sentimientos

Si los padres compartimos con los pequeños cómo nos sentimos y lo comunicamos de una forma adecuada, esto va a facilitar la disposición de los niños a seguir nuestro ejemplo. Los chicos nos pueden imitar a los padres, por lo que aprenderán a hacer lo mismo.

Si le ponemos nombre a las emociones, va a ayudar a nuestro hijo a que las identifique. Este proceso de comunicación en el que expresemos qué emoción estamos sintiendo va a hacer posible que el pequeño se familiarice con ellas y las maneje de una forma más adecuada.

Ser un espejo en el que ellos puedan mirarse

Es muy importante que los padres seamos un modelo a seguir para nuestro hijo a la hora de reconocer y expresar las emociones que está sintiendo. Si somos afectivos y damos importancia a la educación emocional, podemos ayudar a los pequeños a habituarse a sus sentimientos y a saber gestionarlos de forma exitosa.

Niño en el psicólogo haciendo terapia emocional.

Prácticas que pueden ayudar

En este sentido, podemos utilizar algunos ejercicios o juegos que fomenten la creatividad y fantasía de los niños:

  • Escribir sus propios cuentos.
  • Leer libros infantiles o leérselos nosotros.
  • Experimentar con juegos en los que se desarrollen los sentidos.
  • Dibujar y pintar.
  • Recrear obras de teatro con la familia.

En definitiva, la alexitimia es un trastorno mental que podemos intentar prevenir o mejorar sus síntomas. Tenemos que tener en cuenta que cada niño es diferente y, por tanto, debemos analizar lo que le funciona a cada uno y cuáles son las situaciones que les posibilitan expresar sus emociones, así como la gestión de estas.

Es importante que si sospechamos de cualquier problema en nuestro hijo, busquemos la ayuda profesional para que nos oriente y nos explique qué es lo que está pasando. Si un niño padece alexitimia, lo más importante es el acompañamiento y el apoyo de su familia. Recuerda que los padres debemos ser sus maestros en el mundo de las emociones y, sobre todo, tener mucha paciencia.


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