Inculcar buenos hábitos para criar niños responsables y que los apliquen cada día
El ejemplo que cultivamos en nuestros hijos a través de la cotidianidad los ayuda a formar su personalidad y a reconocer lo que está permitido y lo que no. Un arma de doble filo que puede tener un impacto negativo cuando se enseñan malas costumbres. Hoy te explicaremos la importancia de inculcar buenos hábitos para criar niños responsables y empáticos con el entorno que los rodea.
La educación en valores comienza desde el hogar y a través de la forma en la que se cría a los niños. Recuerda que el ejemplo de los padres es crucial en el desarrollo emocional de sus hijos. Puesto que algunos nacen con habilidades innatas que cultivan desde sus primeros años de vida, pero otros requieren de la enseñanza familiar para que aprendan a implementarlas.
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10 hábitos para criar niños responsables y emocionalmente inteligentes
Si deseas que tus hijos sean personas llenas de cualidades es indispensable educarlos con amor y respeto desde la niñez. Emplear una crianza positiva les permite a los niños crecer sin rastros de violencia física o psicológica, hacerse responsables de sus actos y emplear el diálogo como una herramienta ideal para solucionar sus conflictos.
Estos son 10 hábitos para criar niños responsables y empáticos.
1. Educa mediante el ejemplo diario
No se puede pretender que los niños aprendan por arte de magia de valores cuando sus padres no se los enseñan mediante el ejemplo o actúan de manera indebida.
Sé consciente del gran modelo que eres para los niños. Un pequeño que crece rodeado de violencia familiar utilizará los golpes como una solución natural ante los conflictos. Mientras que un hijo que es corregido con amor y calma sabrá manejar sus emociones cuando se sienta amenazado.
2. Convierte al respeto en tu mejor aliado
Ser mamá o papá es un camino que está lleno de retos que deben saber enfrentarse. Por tal motivo, nunca pierdas la calma y trata a tus hijos con respeto a pesar de sus rabietas. Escúchalos con detenimiento y habla con ellos de manera directa y cordial para que comprendan que gritar no es la manera de resolver los problemas.
3. Cultiva la autonomía y la independencia
Cuando les permitimos a los niños hacerse cargo de labores acordes a su edad, además de darles un voto de confianza, también depositamos en ellos cierto grado de responsabilidad. Lo cual es de gran ayuda para que desde pequeños adquieran independencia y cada día aprendan a ser más autónomos de manera natural.
4. Establece límites de convivencia
Los hijos necesitan saber cuanto antes que la responsabilidad afectiva también se visibiliza en la manera en la que cuidamos de los sentimientos de todas las personas.
Establece límites de convivencia que no pueden ser cruzados, pues pueden herir las emociones propias o las de los demás. Por ejemplo, recurrir a la violencia física/verbal o utilizar el chantaje y los gritos para conseguir lo que se desea.
5. Fomenta los quehaceres del hogar
Las labores de mantenimiento de la casa no deberían ser algo que realicen únicamente las mamás. A medida que los hijos crecen y ganan nuevas habilidades motoras y cognitivas se puede integrarlos poco a poco a los quehaceres del hogar.
De esta manera, podrán hacerse responsables desde su infancia de cosas simples como ordenar su habitación, tender su cama, secar los platos o quitar el desorden de la sala. Todos los integrantes de la familia son necesarios para su correcto funcionamiento.
6. Permite que tus hijos se equivoquen
Es común que como padres queramos resolver todos los problemas que se presentan en la vida de nuestros pequeños. No obstante, a menos que sean bebés indefensos y dependientes, los niños deben aprender a resolver sus propios problemas.
Así que, en vez de ir a solucionar el inconveniente de tu hijo, mejor explícale cómo resolverlo por cuenta propia. De esta manera podrá aprender habilidades sociales y mejorar su inteligencia emocional.
7. Enseña que de los errores también se aprende
Fallar hace parte de la naturaleza humana. Todas las personas en algún momento de nuestras vidas cometemos errores que deben saberse enfrentar.
Se debe tener la suficiente responsabilidad como para hacerse cargo de los actos cometidos. Por lo que enséñales a tus hijos que no está mal equivocarse y que de los desaciertos también se aprende.
8. Comunícate siempre desde el respeto
Los gritos y las pataletas pueden ser situaciones muy irritantes que, de no saber mantener la calma, pueden provocar que los padres digamos palabras a la ligera que pueden herir profundamente a los hijos.
Por esta razón, procura siempre hablar con tus pequeños desde el amor y el respeto para que aprendan que esa es la manera correcta de comunicarse con los demás.
9. No justifiques los malos actos
Puede que los bebés no tengan mucha consciencia de las travesuras que realizan, pero a medida que van pasando los años los niños necesitan asumir la responsabilidad de sus malos actos.
Cuando las mamás y los papás minimizan las diabluras y encubren con excusas a sus hijos, solo brindan un mal ejemplo que no les permite a los pequeños reflexionar sobre sus errores y enfrentar las consecuencias.
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10. Transmite la importancia de pedir perdón
Hacerse responsable de los errores también significa disculparse con las personas que pudieron salir lastimadas con nuestras acciones. Así que, en vez de obligar a tus hijos a pedir perdón, enséñales a ponerse en los zapatos de los demás. Que comprendan que, en la mayoría de las ocasiones, se hace necesario disculparse con sinceridad para poder seguir adelante.
Inculca desde la infancia buenos hábitos para criar niños responsables
El gran problema de la generación actual de pequeños es la falta de valores y la carencia de una familia responsable que vele por su crianza y desarrollo físico y emocional.
Recuerda que si deseas que tu hijo sea un niño responsable y que tenga las herramientas necesarias para convertirse en un adulto empático e independiente, es fundamental comenzar a actuar cuanto antes. Así que no pierdas la calma y utiliza las enseñanzas de la crianza positiva a tu favor.
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