Los días y las noches de entre semana suelen ser estresantes para la mayorías de las familias con padres trabajadores. Son muchas las familias en las que los dos progenitores trabajan y los niños pasan casi todo el día en el colegio. Por eso, hacer cosas divertidas juntos, como una sesión de cine familiar en casa, es una gran idea.
Pensemos en esos momentos en los que, por fin, toda la familia está en casa. Muchas veces no quedan ganas para hacer nada más que ir a la cama, volver a levantarse al día siguiente y empezar con la rutina de nuevo.
Para luchar contra esta rutina, es una necesidad fijar un día del fin de semana (o entre semana, si el trabajo lo permite) para poder disfrutar todos juntos de tiempo de calidad. Algunas familias deciden hacer algo como salir a cenar juntos en este tiempo, pero la realidad es que hay muchas más alternativas.
¿Por qué decimos que tener una sesión de cine familiar en casa debería estar arriba de la lista?
Pasar tiempo juntos disfrutando de una sesión de cine familiar en casa ayuda a aumentar el vínculo emocional de la familia. La actividad es de lo más entretenida y, además, con ella se puede compartir algo especial juntos: ver la película, reírse y disfrutar de la compañía de los demás.
Solo hay que organizarse un poco. Así, todos los miembros de la familia disfrutarán del cine con la comodidad añadida que aporta estar en casa. Vamos a ver los pasos necesarios para organizar una gran sesión de cine familiar en casa haciendo de este momento algo especial.
Mirar juntos la cartelera disponible y concretar un horario
Hay que decidir entre todos qué película queremos ver. Podemos empezar eligiendo un género que guste a todos. En la actualidad, podemos elegir estrenos de plataformas digitales de televisión como Netflix o buscar algún servicio de alquiler online de películas como el de Google.
Si sucede que no hay forma de llegar a un acuerdo, hay varias formas de solucionarlo. Cada miembro propone su película y en cada sesión se verá una, eligiendo por sorteo el orden. Por ejemplo, con un dado, ganando y pudiendo elegir primero el que saque el número más alto y, así, sucesivamente.
Otra opción para ponerse de acuerdo es meter varios papelitos con las películas que cada uno quiera ver en una caja e ir sacando uno para cada sesión. Una vez que esté clara la elección, hay que elegir hora y día, fijando, así, el momento perfecto para disfrutar de la película.
Dividir tareas
La sesión de cine va a requerir tareas adicionales, pues no se trata solo de ver una película. Necesitaremos fabricar entradas y, tal vez, un cartel de la película recordando día y hora de la sesión.
Los más pequeños de la familia pueden ser los encargados de diseñar y dibujar las entradas y el cartel de la película. Uno de los padres se encargará de hacer palomitas y el otro será el encargado de dar acceso a la sala recogiendo las entradas. Si hay hermanos mayores, pueden encargarse ellos de las bebidas.
Será un trabajo en equipo muy gratificante; todos podrán participar por igual y divertirse planeando la sesión.
No hay que olvidar que habrá tareas de limpieza después de la sesión que también deben repartirse entre todos. La sala debe quedar impecable, todo recogido y perfectamente limpio.
El ambiente es importante para una sesión de cine en casa
Crear un ambiente especial es muy importante. Hay que apagar la luz mientras se reproduce la película, bajando persianas y cerrando cortinas, si es de día. Si hay pequeños que tengan miedo a la oscuridad, podemos dejar alguna lamparita pequeña encendida en una esquina de la habitación. Una norma para acceder a la sala puede ser la de ir en ropa cómoda de andar por casa.
Normas generales a recordar
Como queremos que sea un momento especial, tenemos que tener varias cosas en cuenta. Por ejemplo, los móviles deben estar en silencio. Hay que ir al baño antes de entrar en la sala y, antes de empezar la película, hay que estar seguros de que todo el mundo tenga lo que vaya a necesitar y de que el sonido de la película sea el correcto.
Para terminar
Para terminar, podemos dedicar unos minutos a comentar cosas sobre la película antes de empezar recoger. Decir cuánto nos ha gustado, elegir los mejores momentos e, incluso, plantear dudas al grupo si las hubiera. Los más pequeños pueden tener preguntas sobre la trama y es un buen momento para resolverlas entre todos.
Así que, como estamos viendo, no hay que ir a un cine para disfrutar de una película en familia. Podemos hacer que la sesión sea igual de especial, o incluso más, en nuestro propio hogar.