La Historia del teatro infantil como tal es una historia del teatro en sí; es dificil separar la evolución del teatro infantil de la del resto del teatro. En el libro Historia crítica del teatro infantil de Juan Cervera se hace un estudio amplio sobre el tema. Vamos repasar esta historia del teatro infantil basándonos en las investigaciones de Juan Cervera.
Hablar y concretar el origen del teatro en general o del teatro en cualquier país es una tarea ya difícil en sí misma. Es una actividad cuyos inicios se ha considerado siempre que están en una zona poco clara.
¿Qué es el teatro infantil?
Teniendo en cuenta esto, resulta casi imposible de determinar cuándo aparece el teatro infantil. Al referirnos al término “teatro infantil” nos encontramos ya con varias interpretaciones sobre lo que significa.
“Cuando decimos ‘teatro infantil’ no se sabe bien lo que decimos, porque con esa expresión se dicen cosas muy diferentes; por lo menos, dos: teatro de los niños (hecho por ellos) y teatro para los niños, fabricado por los adultos.”
-Alfonso Sastre-
Alfonso Sastre hace referencia, además, a más categorías al hablar de teatro infantil. La tercera clasificación de teatro infantil es la que se refiere a un teatro mixto. Un teatro hecho a medias entre adultos dirigentes (el autor, el decorador y más o menos actores) y algunos niños colaboradores y dirigidos.
La cuarta acepción de la que podemos hablar es aquella a la que llamamos juego dramático. Se trata del juego dramático que el niño practica inconscientemente representando de forma inconsciente situaciones reales como juego. A veces, también recrea fragmentos de representaciones teatrales o del cine que le hayan gustado.
Orígenes
En España se suele considerar como la primera obra de teatro infantil el Auto del Nacimiento de Nuestro Señor, de Gómez Manrique. Así que los orígenes del teatro infantil en nuestro país se remontan al siglo XV.
“Desde muy antiguo se han hecho obras para que los niños las vean y representen. Allá por el siglo XVI compone Gómez Manrique una obra teatral sobre el Nacimiento de Dios para las monjitas de Clausura de un convento pueblerino que también puede ser puesta en acción por niños.”
– Carolina Toral –
Entre la Edad Media y el Renacimiento tenemos la participación del niño en el teatro de adultos. Ejemplo claro de esto lo encontramos en El Misterio de Elche (su origen se sitúa antes del último tercio del siglo XV).
Uno de las primeros ejemplos de teatro infantil como tal lo encontramos en la representación de Los milagros de San Vicente Ferrer, exponente típico del teatro infantil mixto. Estas representaciones siguen totalmente vigentes en nuestros días.
En España tenemos documentado que en el siglo XVI los niños interpretaban la Andria, de el autor griego Terencio. Es una comedia que narra la historia de un matrimonio pactado entre familias.
Desde el siglo XIX
En el siglo XIX el teatro infantil se considera, en su mayoría, un ‘subteatro’, es decir, un subgénero. No puede considerarse separado totalmente del teatro en general al encontrarnos solo con autores menores que sabían que creaban un ‘género menor’. Esta actividad no ha tenido ni la atención de la crítica literaria ni un estudio pedagógico adecuado.
El teatro infantil como tal empieza entonces a cobrar conciencia en el siglo XX con autores consagrados que dan prestigio y calidad al género. Buscan lograr la existencia y continuidad del teatro infantil haciéndolo institución. Benavente y algunos colaboradores hacen que esto suceda en 1909. También algunos miembros de la Generación del 27 colaboran en esto.
En la actualidad, el teatro para niños se considera una institución. Hay una auténtica inquietud en la pedagogía por el teatro infantil, a veces identificado como dramatización infantil.
En los colegios, hoy, ya no es solo un espectáculo o algo con intención didáctica, sino que ahora es considerado un recurso pedagógico propio de expresión y creatividad. La mayor parte de las obras permanecen inéditas en nuestros días.