Una de las consultas dermatológicas más frecuentes es el hirsutismo en los niños y esto es, en primera medida, por razones estéticas.
Aunque suene infrecuente, no lo es, pues el exceso de vello afecta entre el 5 y el 10 % de las mujeres. Y más allá de las cuestiones de aspecto, cabe destacar que el hirsutismo en niños puede constituir un signo clínico de la pubertad. A continuación, te vamos a contar todo lo que debes conocer al respecto.
¿Qué es el hirsutismo o exceso de vello?
En medicina, el término hirsutismo se reserva para el crecimiento excesivo del pelo oscuro y grueso en áreas dependientes de hormonas y que, además, se distribuye según un patrón masculino. Este fenómeno responde a un aumento de los andrógenos (hormonas sexuales masculinas) en sangre.
Por el contrario, la hipertricosis es un aumento del vello corporal de distribución universal, es decir, que no se localiza en regiones puntuales. Además, en este caso, el pelo es fino, suave y claro, pues no tiene influencias de las hormonas sexuales.
Localizaciones más frecuentes del vello en el hirsutismo
Como hemos mencionado, en el hirsutismo el pelo se localiza en zonas andrógeno-dependientes, ya sea del rostro o del cuerpo. Algunas de las más relevantes son las siguientes:
- Ingle y muslos.
- Glúteos.
- Pubis.
- Región intermamaria.
- Línea alba de abdomen.
- Zona supralabial (del bigote) o barbilla.
En caso de que el niño presente un exceso de vello en estas zonas, será necesario determinar la presencia de otros signos que sugieran un aumento en la concentración de andrógenos en sangre.
Causas de hirsutismo en niños
Las causas que desencadenan el hirsutismo infantil son variadas, pues existe más de una manera de aumentar los niveles de andrógenos en la sangre. En general, esta condición suele formar parte del repertorio de cambios físicos de la pubertad de los varones, pero fuera de esta etapa o en el sexo femenino podría alertarnos sobre alguna patología.
También existen algunos factores de riesgo para el desarrollo de esta condición como lo son tener antecedentes familiares similares, la obesidad y la raza (poblaciones cercanas al Mediterráneo, Oriente Medio y sudeste asiático).
Enfermedades que se manifiestan con hirsutismo
- Síndrome de ovario poliquístico (SOP): es la causa más común de hirsutismo y representa el 75 % de los casos. Se evidencia en la pubertad y se acompaña de alteraciones en el ciclo menstrual, aumento de peso, acné y acantosis nigricans, entre otras manifestaciones.
- Tumores secretores de andrógenos: esta causa es poco frecuente, sin embargo, existen tumores productores de estas hormonas que se regulan de manera autónoma, sin depender del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal.
- Hiperplasia suprarrenal congénica (no clásica): es la causa más frecuente de hiperandrogenismo de origen suprarrenal y se desarrolla antes del nacimiento. Además del hirsutismo, suele acompañarse de hipertensión arterial, niveles alterados de glucemia, debilidad ósea y muscular, y cefalea.
- Enfermedades endocrinas: este tipo de patologías pueden poner de manifiesto el hirsutismo, pero se caracterizan por otros signos y síntomas de mayor trascendencia. Algunos ejemplos son la enfermedad de Cushing, la acromegalia, la hiperprolactinemia y las disfunciones tiroideas.
Otras causas de hirsutismo
- Medicamentos: muchos son los fármacos que favorecen al hirsutismo, como los análogos de andrógenos, los glucocorticoides, los vasodilatadores (como el minoxidilo), la ciclosporina, el danazol, los progestágenos y los estrógenos. Varios de estos medicamentos también son causantes de hipertricosis.
- Hirsutismo idiopático: en este caso, la causa del hirsutismo se desconoce y en general, los niveles normales de andrógenos, los ciclos menstruales y el aspecto de los ovarios son normales. Por ende, es un diagnóstico de exclusión.
¿Cómo se realiza el diagnóstico de hirsutismo?
Lo principal, al momento de realizar la consulta con el médico especialista, es analizar la distribución del vello y su aspecto.
La severidad del hirsutismo se determinará según el sistema de Ferriman y Gallwey, el cual evalúa la presencia y la cantidad de vello en nueve áreas diferentes del cuerpo. Entre las zonas más importantes a analizar están el labio superior, el mentón, la parte baja de la espalda y el abdomen.
Luego de observar, el médico coteja los hallazgos con una tabla y obtiene un puntaje: por debajo de 8 se considera normal, entre 8 y 15 se define como hirsutismo leve y por encima de 15 es un hirsutismo moderado.
A continuación, se recaban los antecedentes del niño y se valora la presencia de otros signos y síntomas sugestivos de un aumento de andrógenos. Por ejemplo, las irregularidades menstruales, el acné, la alopecia frontal y la recesión temporal de la línea de crecimiento del cabello.
El examen de laboratorio complementa la información obtenida en la consulta, pues le permite al especialista obtener la información detallada sobre los valores hormonales y descubrir la etiología más probable.
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¿Cómo se trata el hirsutismo en los niños?
El tratamiento que se plantee para el hirsutismo estará determinado por la causa, la edad del paciente y los síntomas que acompañen el cuadro. En general, el objetivo es atenuar el aspecto estético y corregir aquello que provoca el síntoma.
Por ejemplo, cuando el hirsutismo sea provocado por un medicamento, se indicará eliminar el fármaco en cuestión.
En caso de confirmarse un hiperandrogenismo, es probable que se indique un tratamiento hormonal por vía oral. En muchos casos, los anticonceptivos orales son el tratamiento de primera línea para mejorar la causa del hirsutismo. Pero en los casos más severos pueden ser necesarios medicamentos antiandrogénicos, sobre todo cuando el hirsutismo en niños se acompaña de acné.
Además de los tratamientos mencionados, es importante remarcarle a los niños la importancia de adoptar hábitos de vida saludables a fin de prevenir el sobrepeso. Pues en los casos en los que el hirsutismo se asocia a la obesidad, el descenso de peso reduce el crecimiento del pelo.
Alternativas para eliminar el vello facial y corporal
Anteriormente comentamos las opciones de tratamiento destinadas a retrasar el crecimiento del nuevo vello corporal, pero ninguna de ellas es eficaz para eliminar el vello existente. En este sentido, la medicación debe combinarse con algunos procedimientos cosméticos para obtener mejores resultados.
Existen métodos de depilación temporales, como la cera, la crema depilatoria o el rasurado. Si bien estos ofrecen una solución rápida, no siempre es duradera y pueden traer sus complicaciones. Por ejemplo, las cremas y el rasurado pueden generar irritaciones e infecciones de la piel, mientras que la cera tiende a oscurecer más el vello y la epidermis subyacente.
Por el contrario, las técnicas definitivas, como la depilación láser y la electrólisis, son las más recomendadas. No solo por la eficacia, sino también por la duración de sus efectos. Eso sí, requieren entre 6 a 8 sesiones para mostrar resultados.
Más allá de una cuestión de pelo
El exceso de cabello en las mujeres puede generar sentimientos de angustia, timidez, baja autoestima y cierta dificultad para interactuar con los demás. Por esta razón, ante cualquier signo que sugiera alguna de las patologías comentadas, lo mejor será acudir al médico especialista para abordar el caso de la manera correcta.
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