Mi hijo tiene papitis: ¿qué hacer?

La papitis suele aparecer en los niños en un momento de su desarrollo evolutivo y es totalmente normal. No debe preocuparnos, solo necesitamos mucha paciencia y grandes dosis de amor.

Todos, en alguna ocasión, hemos oído o incluso dicho la frase de «mi hijo tiene papitis o mamitis». De esta forma, hacemos referencia a la fase en la que nuestros pequeños sienten una especial predilección y afecto por uno de sus progenitores.

En esta etapa, los niños necesitan ser consolados por el padre, por el que sienten ese especial afecto y por nadie más. En este artículo, vamos a hablar de la papitis, a qué nos referimos cuando hablamos de ella, cuándo ocurre y qué podemos hacer al respecto. No te lo puedes perder.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de papitis?

La papitis o mamitis es un período que pasan casi todos los niños. Normalmente, suele aparecer en un momento de su vida en el que les falta seguridad en ellos mismos. Así, empiezan a aparecer comportamientos parecidos alrededor de los 9 o 12 meses, cuando no quieren estar con nadie que no sean personas conocidas.

Alrededor de los dos años, los niños ya pasan por la fase de papitis o mamitis, según hacia quién sientan predilección. Ahora, nadie consigue consolarlos si no es mamá o papá.

Un poco más tarde, sobre los 4 o 5 años, puede aparecer de nuevo este tipo de comportamientos. Esto lo explica la teoría psicoanalista con el complejo de Edipo o Electra, que sería como una especie de enamoramiento de uno de los dos padres.

La papitis es una etapa pasajera que forma parte del proceso evolutivo del niño. En general, se debe a la falta de seguridad en sí mismo.

¿Qué factores pueden desencadenar la aparición de este comportamiento?

Como ya hemos dicho, este tipo de comportamiento suele aparecer en un momento evolutivo en el que el niño se siente inseguro. Por esta razón, busca a mamá o papá como única fuente de consuelo y de afecto. Existen determinadas situaciones que pueden favorecer la aparición de la papitis, tales como las siguientes:

  • Alguna enfermedad por la que atraviesan.
  • La llegada de un hermano.
  • El comienzo de la guardería o educación infantil.
  • Papá o mamá ha comenzado a trabajar y tienen que pasar más tiempo con los abuelos.
  • Cambio de casa o mudanza.

Si un hijo solo quiere a papá, ¿rechaza a mamá?

No debemos caer en el error de pensar que, porque nuestro hijo sienta un afecto o especial predilección por su padre, nos rechace. Puede que en alguna ocasión lo hayamos pensado, pero es algo absolutamente normal en su desarrollo evolutivo. Se trata de una conducta que no tiene ninguna mala intención.

Es importante ser comprensivos y explicarles a los abuelos y familiares esta situación. De lo contrario, pueden pensar que el niño no quiere ir con ellos o que ya no los quiere. Sin embargo, cuando les pasa esto, lo único que necesitan es estar con mamá o papá para sentirse seguros.

¿Cuáles son los síntomas que pueden indicar que nuestro hijo tiene papitis?

Sabremos que un niño atraviesa esta etapa cuando ocurre lo siguiente:

  • No deja de llamar a su papá o de tratar de captar su atención.
  • No quiere a nadie que no sea su papá.
  • Quiere que papá le dé el desayuno, la comida y la cena.
  • Solo quiere jugar con su papá.
  • No quiere que le vista mamá o los abuelos. Y en caso de acceder, lo hará enfadado.
  • Va agarrado a las piernas de su papá cuando van por casa.
  • Solamente quiere estar en los brazos de papá y no le deja hacer otra cosa que no sea estar con él.
  • Llora si papá desaparece de su campo de visión.
Cuando el niño tiene papitis suele abrazarse a la pierna de su padre, busca captar su atención y quiere estar con él en todo momento.

¿Qué podemos hacer si nuestro hijo tiene papitis?

No existe un tratamiento o una solución determinada, porque tampoco es una enfermedad. Simplemente, se trata de una etapa que atraviesan los niños y que pasará. Lo que sí necesitaremos serán altas dosis de sentido común y de paciencia. Tenemos que enseñar a nuestros hijos a recuperar la seguridad y confianza en sí mismos. Pero, ¿cómo podemos hacerlo? Por ejemplo, una opción es a través del juego.

  1. El papá puede jugar con el niño a algo que le guste, como armar puzles, hacer construcciones y jugar con muñecos o con cualquier otra cosa que le entretenga. Cuando haya empezado la actividad, deberá levantarse y separarse unos centímetros de él. Luego, un poco más lejos, pero sin dejar de hablarle. Por último, puede salir de la habitación y dejarle unos segundos solo para luego volver con él.
  2.  También, es importante que aprenda a estar solo con mamá o con los abuelos. Para ello, el papá debe dejarles hacer cosas que le gusten, como jugar, leer o pintar. Después de unos días, ya se podrán hacer cosas más comunes.

Con respecto a qué hacer si nuestro hijo tiene papitis podemos decir que…

Es totalmente normal que la mayoría de los niños pase por una fase en la que tengan papitis. Este especial interés por uno de los progenitores suele darse en un momento evolutivo en el que el menor se siente más inseguro y necesita el consuelo y afecto de este.

Este período es algo que no debe preocuparnos, ya que es pasajero. Una cosa que todos tenemos que tener clara es que no porque sienta ese especial afecto por su padre, rechazará a la mamá. Es simplemente un comportamiento más dentro de su desarrollo evolutivo. Lo más importante es tener paciencia y darle mucho amor.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • Restrepo, R. A. (2010). El complejo de edipo. Revista de Psicologia-GEPU, 1(3), 11-14.
  • Barrera, M. M. (2019, November). Electra y Edipo femenino. Constitución del sujeto desde el psicoanálisis. In [GKA HUMAN 2020] Congreso Internacional de Humanidades.
  • León Villacrés, K. A., & Torres Rivera, I. M. (2015). Relaciones socio-afectivas y su influencia en el complejo de edipo y electra en niños de 5 a 6 años (Bachelor's thesis, Universidad de Guayaquil Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación).
Scroll al inicio