Mi hijo no tiene amigos: ¿qué hago?

"Mi hijo no tiene amigos". A lo largo del artículo hablaremos de las posibles causas y daremos algunas pautas para ayudar a nuestros hijos en la búsqueda de amistades.
Mi hijo no tiene amigos: ¿qué hago?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 22 julio, 2020

Los seres humanos somos seres sociales por naturaleza. Como seres sociales que somos, es innegable la comunicación entre todos nosotros. De hecho, el buen funcionamiento de la sociedad requiere de una buena comunicación entre sus miembros. Para que la comunicación se produzca, establecemos determinados lazos con los miembros del grupo. Pero, si mi hijo no tiene amigos, ¿cómo forja relaciones?

Bien, cuando vemos que “mi hijo no tiene amigos”, la situación nos provoca dolor. Ver los sentimientos que suscita en los hijos puede llegar a desbordarnos como padre o madre ¿Qué hacer si mi hijo no tiene amigos? ¿Cuáles pueden ser las razones? ¿Cómo podemos actuar? ¿Lo correcto sería darle tiempo? O, quizás, ¿debería salir al parque en busca de algún amigo? Si mi hijo no tiene amigos, ¿qué hago?

Estás cuestiones se nos pueden plantear cuando nos encontramos en este tipo de situación. Ver que un hijo no tiene amigos es duro para los padres. Saber que nuestro hijo es rechazado por otros es algo preocupante, hasta el punto de, en muchas ocasiones, no saber qué hacer. A lo largo del artículos daremos algunas respuestas a las preguntas anteriores.

 

“Debes saber que, cuando uno es amigo de sí mismo, lo es también de todo el mundo”.

– Séneca –

La importancia de la familia en el desarrollo social

No hay duda de la importancia que tiene la familia para el niño y la niña, sobretodo en lo que tiene que ver con su desarrollo social, ya que esta representa el primer escenario esencial de la socialización. El sistema familiar provee un espacio psicosocial en el que los niños y las niñas obtienen los elementos distintivos de la cultura y las normas sociales para su posterior integración en la sociedad.

Mi hijo no tiene amigos y siempre está solo en el colegio.

La calidad de la relación familiar influye de una manera significativa en el desarrollo de la dimensión social. Los estudiosos de la Psicología reconocen la familia como un factor determinante en los procesos de socialización de la primera infancia. Son muchas las teorías sobre la socialización que exaltan la presencia de una fuerte asociación entre el tipo de relaciones padres-hijos existente en la familia y el desarrollo de los hijos e hijas (Cortés y Cantón, 2000).

La familia como contexto primordial es donde el niño y la niña consiguen las cualidades primarias de subjetividad que los diferencian como seres sociales y pertenecientes a un determinado régimen social. La socialización en la familia es un proceso de aprendizaje en el que, a través de un proceso de interacciones con los padres, el niño y la niña asimilan conocimientos, actitudes, valores, costumbres, necesidades, sentimientos y demás patrones culturales que caracterizan para toda la vida su estilo de adaptación al ambiente (Valencia, 2012).

 

“La única forma de hacer un amigo, es serlo”.

– Ralph Waldo Emerson –

Mi hijo no tiene amigos, ¿cuál puede ser la causa?

Algunas de las posibles causas son:

  1. Sufrir bullying o acoso escolar. El acoso tanto físico como psicológico por parte de sus compañeros no le permite socializarse. A medida que esto sucede, el infante puede tener miedo a relacionarse con sus iguales, o bien no ser capaz de desarrollar ciertas habilidades o capacidades sociales. Se siente inseguro tras haber sido rechazado, lo que va a provocar futuras relaciones tóxicas.
  2. Ser hostil y dominante. El niño o la niña que imponga o utilice la fuerza para llegar a unos fines, terminará siendo rechazado por su grupo de iguales e intentarán alejarse de él.
  3. Ser un ‘chivato’. Si no es capaz de guardar secretos y constantemente está delatando a sus compañeros, nadie va a querer ser su amigo. Saber que van a traicionarte te hace alejarte de esa persona.
  4. Falta de habilidades sociales. Es probable que no se relacione por timidez o vergüenza. Para algunos, resulta difícil entablar nuevas amistades, ya sea por su inseguridad o porque sienten miedo. La falta de empatía es otro factor que contribuye al rechazo.
  5. Aislarse. El uso prolongado de las nuevas tecnologías facilita la soledad de los niños y las niñas. Son muchos de ellos los que tienen como amigo una pantalla y esto potencia que estén aislados día tras día.
    Niña sentada sola en el césped porque no tiene amigos.
  6. Padecer algún trastorno psicológico o enfermedad. Por último, sufrir un trastorno psicológico o alguna enfermedad también puede repercutir en que nuestro hijo o hija no tenga amigos. Determinados trastornos psicológicos impiden la comunicación o la dificultan.

 

“El que busca un amigo sin defectos, se queda sin amigos”.

– Proverbio –

El dolor de saber que mi hijo no tiene amigos, ¿cómo ayudarlo?

Algunos aspectos que podemos fomentar en nuestros hijos para que aprendan a hacer amigos son:

  • Enseñarles a iniciar una conversación y mantenerla.
  • Captar y responder a las señales sociales que puedan surgir.
  • Interaccionar de manera positiva con los demás.
  • Escuchar y entender lo que otros están diciendo.
  • Buscar niños con intereses similares a nuestro hijo.

Recuerda: que no tenga amigos no significa que tenga un problema de personalidad, así que haz que tu hijo practique las habilidades necesarias para hacer amigos. En caso de sufrirlo, lo más aconsejable es acudir a un especialista lo antes posible para abordar el problema.


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  • Cortés, R., & Cantón, J. (2000). Ambiente familiar y dificultades de adaptación de los hijos. Suma psicológica, 7 (2), Mar. 33 – 49.
  • Valencia, L. I. (2012). El contexto familiar: un factor determinante en el desarrollo social de los niños y las niñas. Poiésis12(23).

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