Evita estos 8 errores más frecuentes al criar un hijo único

A pesar de tus buenas intenciones, a la hora de criar un hijo único puedes cometer algunos errores. Reconocer estos desaciertos es el primer paso para corregirlos y proporcionar una crianza saludable para tu pequeño.
Evita estos 8 errores más frecuentes al criar un hijo único
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 15 febrero, 2024

Criar a un hijo único puede presentar desafíos únicos para los padres, ya que no cuentan con experiencias previas para guiarlos, lo que puede llevar a cometer errores sin darse cuenta. Identificar estas equivocaciones más comunes y esforzarse por corregirlas es fundamental para fomentar el desarrollo saludable y equilibrado de los pequeños que no tienen hermanos.

A lo largo del tiempo, se ha creado la percepción de que los hijos únicos son egoístas, narcisistas o tienen dificultades para socializar. A pesar de que estos mitos han sido desmentidos, estas creencias aún pueden afectar a las familias, añadiendo una carga adicional.

Dada la falta de experiencia en la crianza de varios hijos y el sincero deseo de proporcionar lo mejor, los padres pueden cometer errores que influyen en el desarrollo de sus pequeños. A continuación, compartimos los 8 errores más comunes en la crianza de niños sin hermanos y sugerencias sobre cómo corregirlos.

1. Sobreprotección

La sobreprotección es uno de los errores más frecuentes al criar un hijo único y suele manifestarse por la falta de hermanos con los que compartir la atención. Con el fin de evitar situaciones de angustia, dolor o conflicto en sus pequeños, los padres se encargan de hacer acciones que sus hijos podrían hacer por su cuenta.

Cuidar y proteger en exceso al niño de cualquier posible peligro puede tener consecuencias negativas al limitar su independencia y autonomía. Los peligros de la sobreprotección también pueden prolongarse durante la adultez a través de miedos infundados.

Para evitar este error, debes permitir que tu hijo explore y experimente el mundo por sí mismo; con la supervisión adecuada, pero con libertad. La clave está en lograr un equilibrio entre seguridad y oportunidad.

Fomenta un ambiente seguro, pero al mismo tiempo alienta a tu pequeño a explorar y enfrentar desafíos apropiados para su edad. Esta actitud ayudará a tu hijo único a desarrollar habilidades para resolver problemas y a tener confianza. También contribuirá al desarrollo de habilidades sociales, independencia y resiliencia.



2. Expectativas irreales

Otro de los errores frecuentes al criar hijos únicos es que los padres tengan expectativas poco realistas sobre el rendimiento y el comportamiento de su pequeño, lo que genera presiones incómodas e innecesarias. Esperar que sea el mejor en la escuela, el deporte, la música y otras áreas provoca una sobreexigencia en el infante que se traduce en estrés y ansiedad.

Es importante que los padres recuerden que cada niño tiene sus propios talentos, fortalezas y debilidades. Dar a los pequeños la oportunidad de explorar sus intereses y desarrollar sus habilidades a su propio ritmo es fundamental para una crianza saludable.

Apoya a tu hijo y celebra sus logros y esfuerzos, independientemente de cuán grandes o pequeños sean, en lugar de imponerle expectativas poco realistas. Fomenta un ambiente donde tu hijo sea valorado por ser él mismo y no por cumplir tus deseos.

3. Falta de interacción social

Al no poseer hermanos, los hijos únicos pueden no tener suficientes oportunidades para desarrollar las habilidades sociales que se desarrollan de manera natural al interactuar con iguales en el hogar. Los padres, sin darse cuenta, pueden cometer el error de no facilitar espacios en el que los niños interactúen con otros pequeños.

De acuerdo con un trabajo divulgado en Bulletin of Educational Psychology, no existen diferencias significativas en las competencias sociales al comparar niños de edad preescolar con y sin hermanos.

La socialización de los pequeños no dependería del número de miembros de la familia, sino de las situaciones a las se ven expuestos al estar con otros, la relación con sus padres y las prácticas de socialización que los adultos de referencia llevan a cabo.

Por eso, los papás y las mamás tienen un papel fundamental a la hora de facilitar la interacción de sus hijos con otros. Para enmendar la ausencia de hermanos en la casa, busca situaciones para que tu hijo se relacione con otros niños, como actividades extraescolares, juegos con amigos y grupos sociales. Esto promoverá habilidades de comunicación, empatía y amistad.

4. Exceso de actividades

En contraste con el error anterior, algunos padres buscan evitar la soledad de su hijo único y sienten la presión de mantenerlo siempre ocupado. No obstante, programar cada minuto de su día con clases y actividades puede agotar al niño y no dejarle el espacio suficiente para jugar, relajarse e incluso aburrirse.

Es importante que encuentres un equilibrio entre las actividades estructuradas y el tiempo libre para tu hijo. Contar con momentos sin planificación lo ayuda a descubrir sus intereses, aprender a autorregularse y tolerar el aburrimiento.

Permite a tu pequeño descansar, divertirse o relajarse sin pautas ni reglas. No sientas culpa por su aburrimiento o soledad, estos momentos lo ayudan a observar sus intereses y estimulan su creatividad.

5. Falta de límites

En algunas familias con un solo hijo, se observa la tendencia de consentir demasiado al pequeño para compensar la ausencia de hermanos. Los padres, en ocasiones, experimentan dificultades para establecer límites o negarle algo al niño sin caer en un sentimiento de culpabilidad.

Aunque el deseo de hacer que los pequeños se sientan felices todo el tiempo es comprensible, consentir en exceso y la falta de límites claros pueden tener consecuencias negativas. Privar a los niños de aprender a manejar la frustración y practicar la autorregulación puede afectar su desarrollo integral.

Para evitar este error, los padres deben asumir la responsabilidad de educar y establecer límites claros, sencillos y apropiados para la edad del niño. Estos límites no solo son saludables, sino que también ofrecen seguridad, organizan su mundo y contribuyen a un crecimiento equilibrado.

6. No enseñar a compartir

Al estar solos en casa, es normal que los niños sin hermanos sientan que todo es de ellos y para ellos, por ejemplo, los juguetes o la atención de los padres. Uno de los errores más comunes al criar un hijo único es no enseñarle a compartir sus cosas.

Durante mucho tiempo se etiquetó a los hijos únicos como egoístas. Pese a que se sabe que esto no es más que un estereotipo negativo sobre su comportamiento, es importante que los padres enseñen a sus pequeños a pensar y considerar a los demás.

Aunque es cierto que muchas de las cosas que poseen son solo de ellos, es sano que entiendan que habrá situaciones en las que deberán compartir. Deben aprender a hacerlo sin sentirse obligados, desde la flexibilidad y viendo los beneficios de hacerlo.

Es importante inculcar el valor de la amabilidad hacia los demás desde edades tempranas. Practicar con otros familiares, como primos o con sus iguales en el parque, ayudará a tu pequeño a trabajar la empatía y predisponerse a compartir sin sentirse obligado.

7. No fomentar su propia identidad

No tener hermanos en casa con quien compartir el día a día hace que los hijos únicos no dispongan de muchas otras figuras de referencia a quien imitar, aparte de sus padres. Muchas veces, los pequeños tienen dificultades para establecer su propia identidad diferenciada de la de sus progenitores.

Es natural que los niños traten de imitar a sus padres, pero en el caso de los hijos únicos, esto puede intensificarse al tratar de complacerlos en todo. Para evitar que tu pequeño sienta la presión de ser parecido a ti, fomenta su autonomía y autoconocimiento.

Evita elogiar excesivamente los parecidos y semejanzas contigo y aliéntalo a descubrir sus propios intereses. Esto lo ayudará a construir una identidad más allá de su papá y su mamá.

8. Falta de privacidad

En ocasiones, los padres de hijos únicos pueden caer en el error de invadir su privacidad. Debido a la preocupación o el deseo de estar involucrados en todos los aspectos de su vida, a veces no saben respetar los espacios de sus niños.

Para evitar este desacierto, es fundamental conceder y reconocer el derecho de tu pequeño a tener su propio espacio, tiempo y a tomar decisiones, siempre dentro de los límites apropiados para su edad. Esta práctica contribuye a que desarrolle una mayor autonomía y confianza en sí mismo.



El desafío de criar un hijo único sin cometer errores

Los hijos únicos y sus familias muchas veces deben enfrentar mitos que los catalogan como problemáticos, egoístas, solitarios, impulsivos, caprichosos e introvertidos. De todos modos, los científicos no encuentran grandes diferencias entre las personas con y sin hermanos.

Los psicólogos sostienen que la capacidad para relacionarse con otros, la extroversión, la inteligencia, la autonomía y el autocontrol no dependen de cuántos miembros tenga la familia. El desarrollo de la personalidad en los niños es un proceso complejo en el que influyen muchos factores, entre ellos, la crianza y las relaciones con los padres.

Puedes sentir muchos desafíos al criar un hijo único, pero la cantidad de miembros de tu familia no debería ser un aspecto que te haga dudar sobre tu manera de educar. Aunque la falta de hermanos favorezca la tendencia a determinados comportamientos o actitudes, tanto positivas como negativas, estas no son definitivas.

Si te esmeras en acompañar el crecimiento de tu pequeño con responsabilidad y amor, además de un equilibrio entre la libertad y los límites, podrás disfrutar tu maternidad y ofrecer a tu pequeño el bienestar que necesita.


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