Son muchos los casos de madres que, tras haber elegido la lactancia materna como base de la alimentación de sus hijos, se encuentran con dificultades que les llevan a abandonarla. Si tú eres una de ellas, descubre cómo el sistema finger-feeder puede ayudarte.
Problemas de lactancia
Las dificultades que pueden surgir a la hora de establecer y mantener la lactancia son muy variadas. Y, en la mayor parte de ocasiones, fuerzan a la familia a abandonar la lactancia y cambiarse a métodos como el biberón.
Las principales situaciones en las que es difícil mantener la lactancia son :
- En caso de que haya una separación entre la madre y el bebé. Ya sea de forma prolongada (bebés que deben permanecer ingresados) o de manera puntual (en caso de que la madre deba salir y prefiera no llevar al bebé).
- Para conciliar la vida laboral y familiar. Cuando la madre vuelve a trabajar pero no quiere renunciar a la lactancia.
- Si el bebé succiona con debilidad o es incapaz de agarrarse al pecho. El niño no es capaz de alimentarse por sí mismo adecuadamente.
- Si el bebé rechaza el pecho por cualquier motivo.
- Si el niño está muy dormido o muestra poco interés por alimentarse.
El sistema finger-feeder
Ante estos obstáculos, muchas mamás se ven forzadas a pasar a métodos de alimentación como el biberón, ya sea de forma exclusiva o tratando de compaginarlo con la lactancia.
A pesar de lo común de su uso, el biberón trae consigo desventajas de las que hemos de ser conscientes. El uso de biberón facilita la contaminación bacteriana y aumenta el riesgo de ciertas enfermedades, como infecciones de las vías respiratorias, caries o estrés.
Además, puede producirse el llamado síndrome de confusión de pezón debido a que la succión del pecho y del biberón es muy distinta. Tras probar el biberón, muchos bebés encuentran dificultades para volver a lactar. Esto puede provocar lesiones en el pezón, tomas ineficaces y rechazo del pecho.
¿Qué es el sistema finger-feeder?
El sistema finger-feeder, también llamado dedo-jeringa, es una valiosa alternativa para estas situaciones. Es un sistema de alimentación rápido y eficaz que consiste en introducir la punta de un dedo limpio en la boca del bebé, de modo que este comience a succionar de forma instintiva.
Al mismo tiempo, se coloca el extremo de una jeringa en la comisura del labio del bebé y se comienza a administrar leche al ritmo que el bebé succiona.
Lo fantástico de este método es que posibilita continuar con la lactancia en diferido hasta que se superen las dificultades y pueda volver a hacerse de un modo directo. Al continuar la madre extrayéndose leche, no cesa la producción al tiempo que ofrecemos al bebé los beneficios del líquido materno, a pesar de que no pueda mamar.
El sistema dedo-jeringa, al contrario que el biberón, estimula y refuerza el reflejo natural de succión del bebé y le ayuda a desarrollar sus habilidades de alimentación oral.
De este modo evitamos el síndrome de confusión de pezón, ya que la lengua se mueve alrededor del dedo del mismo modo que lo hace al mamar. Esto lo hace una gran opción para que los niños que ya hayan tomado biberón puedan relactar, puesto que constituye una auténtica fisioterapia de la succión.
Es una técnica especialmente útil para bebés prematuros o con pocas semanas de vida, puesto que no importa que se encuentren poco despiertos ya que trabajamos con el reflejo natural de succión.
Cómo llevarlo a cabo
Lo principal a tener en cuenta es que vas a emplear tus dos manos, por tanto, otra persona deberá sostener al bebé, o puedes apoyarlo en una superficie inclinada, bien sea una hamaquita o en tu propio regazo. Para ello, debes sentarte con las piernas elevadas y sentar al bebé sobre ti de modo que quedéis frente a frente.
Has de introducir un dedo limpio en la boca del niño haciendo una ligera palanca que desplace la mandíbula inferior para abajo. Ten cuidado de no sobrepasar con tu dedo el primer tercio de la lengua.
Con la otra mano apoya la punta de la jeringa sobre su labio inferior y comienza a verter leche siguiendo su ritmo de succión, siempre respetando sus pausas. Si está despierto, trata de buscar contacto visual con él mientras le das la leche.
Bibliografía
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- Sampallo Pedroza, R. M., Cardona López, L. F., Castro Maldonado, D. M., & Castro Rodríguez, M. A. (2015, 15 diciembre). Lactancia humana: salud y supervivencia del lactante. Alojamiento conjunto. Recuperado 12 abril, 2019, de http://revistaingenieria.univalle.edu.co/index.php/gastrohnup/article/view/1369