El aprendizaje por imitación en los niños

El aprendizaje por imitación es la primera forma que tienen los niños de conocer y reproducir las conductas humanas.

Niña imitando lo que ve que hace su madre.

El aprendizaje por imitación constituye el primer y más antiguo modelo de aprendizaje para todas las especies. Tanto animales como humanos aprenden los aspectos más básicos de este modo; esto incluye desde cómo alimentarse hasta la manera para comunicarse, acciones que incorporan con tan solo imitar y reproducir todo lo que hacen sus padres o los individuos que cohabitan con ellos.

No obstante, el aprendizaje por imitación en los niños resulta tan relevante que estos pueden conocer no solo los aspectos fundamentales para su desenvolvimiento, sino incluso reproducir malas costumbres y hábitos que los acompañarán toda su vida.

De allí que es indispensable que, como padres, seamos conscientes de que el aprendizaje por imitación se ejecuta de forma constante; los mayores deben estar siempre alertas sobre lo que proyectan.

El aprendizaje por imitación en los niños

Uno de los aspectos relevantes a considerar con respecto al aprendizaje por imitación es que se da impulsado por la curiosidad innata de los niños. Muchas de las conductas que se copian no surgen de decisiones conscientes.

Ahora bien, el universo de atributos relativos a la conducta y los hábitos humanos que los niños aprenden y reproducen es extenso. Los más importantes son los vinculados al habla, a los hábitos, a las respuestas emocionales y a la conducta social.

El aprendizaje por imitación vinculado al habla

Los niños aprenden indudablemente a comunicarse a partir de la imitación. Es tan real esta aseveración que los logopedas afirman que los niños reproducen no solo la forma de hablar de los padres, sino hasta su tono de voz.

Como apuntamos antes, los padres deben prestar especial atención a la forma en la que se comunican con los niños.
El aprendizaje por imitación es ideal para transmitir valores y responsabilidades a los pequeños.

Existen muchos casos registrados en los que los niños pueden no comenzar a hablar a la edad que les corresponde, como resultado de una falta de comunicación de los padres. De igual modo sucede por hablarles constantemente como bebés o porque se exceden con los mimos.

Sin embargo, el aprendizaje por imitación en los niños vinculado al habla no solo incide en los primeros años de desarrollo. También estará presente desde que comienzan a comunicarse y hasta llegar a la edad adulta.

Los niños pueden aprender a hablar de forma rápida, pausada, con tono de voz alto o bajo, con un marcado acento geográfico o a decir malas palabras como consecuencia de lo que escuchen en la casa y la escuela.

El aprendizaje por imitación vinculado a los hábitos

El segundo tipo de aprendizaje que copian con frecuencia los niños se relaciona con los hábitos. Peinarse, comer a ciertas horas del día, bañarse, ser puntuales, ejercitarse, ser ordenados y colaborar son cualidades que se aprenden de manera muy sencilla. Obviamente, se da con tan solo imitar las acciones de sus padres en casa.

De allí que se refuerce en todas las guías para padres la idea de que no basta con pedirle al niño que sea ordenado, por ejemplo; efectivamente, él debe observar a diario esa conducta en la casa.

“Es indispensable que, como padres, seamos conscientes de que el aprendizaje por imitación se ejecuta de forma constante”

El aprendizaje de las respuestas emocionales y la conducta social

En muchos casos, los niños violentos o con tendencias depresivas simplemente recrean el ambiente que viven en sus hogares. Hay muchos pequeños, por ejemplo, que sufren de ansiedad producto de una respuesta emocional creada porque sus padres son personas nerviosas y están en constante actitud de alerta. Así, trasladan al niño una agobiante sensación de peligro.

Para citar un ejemplo concreto: a menudo podemos notar cómo el trato que reciben las niñas por parte de sus padres es el mismo que luego ellas le otorgan a sus muñecas cuando juegan a imitar a las figuras de poder dentro de la casa.

 

El aprendizaje por imitación se da de manera constante.

Por un lado, algunas niñas toman a sus muñecas y les gritan y castigan; otras les dan palmadas, o también están las que les hablan de forma cariñosa y sobreprotectora. Al revisar la conducta de las madres, quedó en evidencia que las pequeñas aprendieron una conducta social y la vincularon a respuestas emocionales partiendo exclusivamente de la imitación.

Consejos para fomentar hábitos nutricionales saludables en los niños

Mención aparte merece la importancia de los alimentos que se consumen en casa cuando de reforzar el aprendizaje por imitación en los niños se trata. Debido a que los hábitos nutricionales saludables se pueden desarrollar desde muy pequeños y muy probablemente los acompañarán toda la vida.

Las recomendaciones generales que hacen pediatras y nutriólogos coinciden en varios aspectos, uno de ellos se enfoca en ofrecerles a los niños variedad. Para ello, lo mejor es que desde temprana edad prueben alimentos variados en texturas, sabores y colores. Así los están preparando para ser más receptivos ante una dieta con comidas novedosas.

Claro que va a depender de la edad, puesto que no es lo mismo la variedad que se ofrece a un bebé que comienza la alimentación complementaria, que la de un niño de dos o más años.

La idea es que de manera natural vayan probando diversas frutas y vegetales y, sobre todo, que se familiaricen con las presentaciones de los platillos de los padres. Esto se logra sentándose todos a la mesa para que a través de la observación se les haga una invitación tácita a seguir el ejemplo.

Consideraciones finales

Si como padres se plantean metas sobre las que se desea que los niños aprendan, es fundamental que se purguen las conductas negativas. Lo ideal sería reflexionar sobre cuáles acciones consideran que están dando un mal ejemplo a los niños y evitarlas hasta dejar de repetirlas.

Y hacer el ejercicio introspectivo a la inversa también funciona. Es decir, tomar plena consciencia de los buenos hábitos que se reproducen en casa, para promoverlos con intencionalidad en los contextos más oportunos.

Recuerda que, casi como esponjas, tus hijos asimilarán todas las conductas del hogar y su entorno.

Bibliografía

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  • Bandura, A. (1978). Aprendizaje vicario. México, Trillas.
  • Ahmed, Y. M. R., & Yasmina, M. (2010). Aprendizaje vicario: implicaciones educativas en el aula. Revista digital para profesionales de la enseñanza, 10, 1-6.
  • Zurita Rovalino, M. E. (2018). El aprendizaje por imitación y la identificación de roles en los niños y niñas de la Unidad Educativa Madre Gertrudis del cantón Cevallos provincia del Tungurahua (Bachelor's thesis, Universidad Tècnica de Ambato. Facultad de Ciencias Humanas y de la Educaciòn. Carrera de Educaciòn Parvularia). https://repositorio.uta.edu.ec/handle/123456789/28650
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