Deshidratación en la adolescencia, ¿qué hacer?

Beber agua es una necesidad fundamental de todas las personas. No obstante, este requerimiento se potencia durante la adolescencia, una etapa de mucho desgaste.

La deshidratación en la adolescencia puede causar grandes problemas en la salud de los jóvenes.

Ya sea por rebeldía, publicidad engañosa o desinformación, los jóvenes casi no beben agua. Lo malo es que la deshidratación en la adolescencia puede ser muy peligrosa, debido a la cantidad de actividad que se realiza en esta etapa. Te contaremos más en el siguiente artículo.

Características y síntomas de la deshidratación en la adolescencia

Básicamente, podríamos decir que la deshidratación sucede cuando una persona pierde más líquidos que aquellos que incorpora al organismo. Si bien es peligrosa en cualquier momento de la vida, en niños, adolescentes y ancianos puede tener efectos más que perjudiciales para la salud.

El cuerpo está formado por dos tercios de agua; por lo tanto, si alguien está deshidratado, quiere decir que su nivel de líquidos en el organismo es menor a esa cantidad. Pequeñas pérdidas de agua no representan un problema, pero sí que este cuadro se mantenga. Así lo evidencia un estudio publicado en Emergency Medicine Clinics of North America.

El principal síntoma de ese desequilibrio hídrico en el organismo es la sed. Se recomienda beber agua antes de tenerla, ya que cuando aparece significa que estamos deshidratados. Otros de los signos son:

  • Sensación de mareo, falta de coordinación o aturdimiento.
  • Boca seca, pegajosa, sin producción de saliva.
  • Poca orina y de color oscuro.
  • Dolor de cabeza, falta de energía, letargo, sueño.

La adolescencia precoz puede generar sentimientos y emociones nuevas en los niños.

Deshidratación en la adolescencia: causas

Como padres, no debemos tomar a la ligera la deshidratación en la adolescencia, ya que puede ser muy peligrosa para nuestros hijos. Algunos de los motivos por los cuales aparece son:

1. Enfermedades gastrointestinales

El desarrollo de algún virus digestivo ocasiona la pérdida de agua a través del vómito o la diarrea. Si a eso se le suma el hecho de que no se tienen ganas de comer ni beber nada, la situación empeora.

2. Practicar deporte

Los jóvenes son muy activos y es probable que en esta etapa realicen bastante deporte a diario (o varias veces por semana) dentro y fuera de la escuela. Con el esfuerzo físico que eso conlleva, sumado al hecho de que no siempre se alimentan correctamente, es comprensible que se deshidraten.

Hay que tener en cuenta que la pérdida de líquidos durante la práctica deportiva ha demostrado generar una reducción de la volemia, lo que puede ser peligroso para la salud.

“La deshidratación sucede cuando una persona pierde más líquidos que aquellos que incorpora al organismo. En niños, adolescentes y ancianos puede tener efectos más que perjudiciales para su salud”

3. Falta de hábito

Si en casa no son de beber mucha agua durante la cena o en cualquier momento del día, entonces es más probable que el adolescente no la consuma tampoco fuera del hogar. Es fundamental que los adultos también tengan ese hábito y se lo inculquen a sus hijos.

4. Publicidades engañosas

Beber agua no es divertido ni está de moda entre los jóvenes. Quizás eso se deba a la gran cantidad de publicidad sobre refrescos que deben ver y oír a diario. Cuando van a un restaurante o almuerzan con sus amigos, incluso puede estar ‘mal visto’ que alguien solo beba agua.

5. Factores climáticos

Si bien se trata de un factor general que afecta a toda la población sin importar la edad, en el caso de los adolescentes esto va de la mano con las actividades que realiza. Es probable que salga a la calle al mediodía en verano o bien que se tumbe al sol para broncearse al igual que sus amigas.

Como no beberá agua y tampoco comerá frutas —que tienen una buena cantidad de líquidos— entonces es más probable que el joven se deshidrate.

Durante la fase folicular hay que mantenerse hidratado.

¿Se puede evitar la deshidratación en la adolescencia?

Por supuesto que sí se puede. No obstante, para ello se deben cambiar ciertos hábitos. La manera más ‘fácil’ de evitar la deshidratación es beber agua o al menos líquidos que sean saludables, como por ejemplo infusiones de hierbas o zumos de frutas naturales.

Ya que la adolescencia suele ser una etapa conflictiva, cuanto antes se inculque la costumbre de beber agua, mejor. No hay que esperar a que el joven se deshidrate, se desmaye o sufra algún otro síntoma severo para cambiar los hábitos.

Si ‘se olvida’ de beber líquidos, podemos colocar siempre en su bolso una botella de plástico llena de agua. También podemos optar por servir agua en la hora de la cena y dejar de lado los refrescos, sobre todo cuando hace calor.

Finalmente, por supuesto, es muy importante la información que los padres le den a sus hijos adolescentes. Indícales que deben beber agua antes de sentir sed y aumentar la cantidad cuando practican deporte. ¡Y no te olvides de ser un buen ejemplo para ellos bebiendo agua tú también!

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • Santillanes G., Rose E., Evaluation and management of dehydration in children. Emerg Med Clin North Am, 2018. 36 (2): 259-273.
  • Trangmar SJ., González Alonso., New insights into the impact of dehydration on blood flow and metabolism during exercise. Exerc Sport Sci Rev, 2017. 45 (3): 146-153-
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