Empáticos, sensibles, activos, curiosos e inquietos. Estas son algunas características que se les atribuyen a los niños índigos. Un concepto surgido desde la parapsicología y que sirve para identificar a infantes nacidos en la década de los ochenta y cuya misión es la de contribuir a un cambio de conciencia.
Desde diferentes posicionamientos conceptuales, se suele confundir al niño índigo con casos de superdotación o de hiperactividad. A continuación, algunos datos sobre dichos menores y sus características.
Datos sobre los niños índigos
Desde tiempos inmemoriales, los seres humanos se han dedicado a crear clasificaciones y sistemas que les permiten ordenar y entender el mundo. Así es como en distintos puntos del planeta surgen nuevas ideas que enfocan la realidad de un modo distinto.
A veces, estas son fruto de continuas experimentaciones y observaciones en laboratorios o casos de estudio puntuales. En otros casos, lo científico y la evidencia pasan a un segundo plano para dar lugar a otros planteamientos. Esto es lo que sucede con los «niños índigos» y respecto a su rol en el mundo.
A continuación, algunos datos curiosos sobre esta forma de caracterizar a una generación con una nueva visión sobre la vida.
1. Su concepto habla sobre la evolución de la espiritualidad
Al hablar de los niños índigos es inevitable la referencia a Nancy Ann Tappe, entendida en el mundo de la parapsicología y autora del libro Entendiendo la vida a través del color de 1982.
En este texto, Tappe se refiere a niños que representan una evolución en la espiritualidad y en la forma de ver y entender el mundo. La evolución es producto de un aprendizaje a partir de los cambios y desafíos que la realidad ofrecen. Esta idea fue continuada por Lee Carroll y Jan Tober, quienes publicaron numerosos textos al respecto.
2. El color índigo es por su aura
Según Ann Tappe, la referencia al color índigo se debe a que percibía que estos niños tenían un aura de dicha tonalidad. En este sentido, cada persona tiene un aura de un color determinado que corresponde a una particular personalidad.
3. Son sensibles, intuitivos y espontáneos
Algunas de las características más sobresalientes que se les atribuyen a los niños índigos son las siguientes:
- Son muy espontáneos.
- Son altamente intuitivos.
- Tienen mucha imaginación y creatividad.
- Son muy sensibles a los sonidos fuertes y a estímulos de impacto.
- Tienen un propósito vinculado con cumplir una misión en el mundo.
- Son auténticos, tienen gran rechazo por la manipulación y la mentira.
- Suelen hacerse preguntas y plantear cuestionamientos. Por ello, en ocasiones, se oponen a la autoridad.
- En cuanto a sus características físicas, se los reconoce por una contextura en apariencia frágil (no implica que lo sean), mirada profunda, ojos grandes.
- En general, duermen poco, pero tienen gran energía. En cuanto a su alimentación, comen poco y suelen ser vegetarianos.
- En muchos casos, se les han atribuido habilidades de telepatía y clarividencia (visualizar situaciones de manera anticipada).
- Los define su gran sensibilidad. No solo en torno a las emociones y a la capacidad de la empatía, sino también en cuanto a los sentidos. Por ejemplo, suelen sentir molestia por las costuras de la ropa. Por eso, tienen preferencia por la ropa liviana, suave y suelta.
Ahora bien, vale la pena aclarar que, en diferentes ocasiones, estas características llevaron a confundir a los niños índigos con niños con superdotación, niños con hiperactividad o con alta sensibilidad, pero sus diferencias son notorias.
4. Hay de varios tipos
Los niños índigos no son todos iguales. Se han propuesto distintas clasificaciones. Entre ellas, las siguientes:
- Humanistas. Se caracterizan por ser muy sociables y de gran actividad. Esto mismo implica que sean un poco distraídos. También suelen ser más reacios a las órdenes. Por ello, se los asocia a disciplinas vinculadas con el comercio, la educación, la medicina y el derecho.
- Artistas. Son aquellos que se destacan por su creatividad, curiosidad e imaginación. Debido a estas dotes, también tienen una mayor tendencia al arte en todas sus formas: música, artes plásticas, entre otras.
- Interdimensionales. Son aquellos que demuestran un mayor interés por ideas filosóficas y espirituales. Por eso, son más solitarios y a menudo se sienten incomprendidos.
- Conceptuales. En este caso, se trata de niños más «rígidos», en tanto se interesan y están más enfocados en objetivos y proyectos.
5. No cuentan con un aval científico
Es una clasificación o referencia que aún no cuenta con aval científico. No hay estudios o investigaciones que permitan demostrar o validar la hipótesis propuesta.
6. Son nueva era o new age
Este es el contexto en el cual surge la idea de los niños índigos. Data de la década del 70 y su aparición responde a un período que marca el inicio de una nueva espiritualidad.
7. Otras clasificaciones posteriores
A raíz de la clasificación de los niños índigos, surgieron otras categorías para las generaciones posteriores. Una de ellas es la de los «niños cristales» correspondientes a los infantes nacidos a partir de 1990 y hasta el inicio del nuevo milenio. Como su nombre indica, se cree que tienen auras de color transparente.
Estos niños también se considera que tienen una importante misión en la vida, que se centra en enseñar a las personas a vivir de una manera diferente y cambiar la percepción de lo que es valioso, priorizando lo inmaterial y la conexión espiritual en lugar del dinero, el lujo o los bienes materiales.
Esta clasificación allanó el camino para una tercera categoría: los «niños arcoíris». Estos son los que han nacido a partir del año 2000 y, según se cree, llegan después de la pérdida de un hijo anterior. Los niños arcoíris se caracterizan por su empatía, sensibilidad y comprensión. Son considerados muy inteligentes y llenos de energía. Tienden a evitar el conflicto y se les atribuyen ciertos dones espirituales.
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Reconocer la individualidad
La aparición del concepto de niños índigos sirvió como un recordatorio para que los padres y los adultos prestaran atención a las cualidades únicas de cada niño y aprendieran a tratarlos de manera adecuada y diferenciada. Más allá de su fundamento científico, esta es una lección valiosa que se puede extraer de esta idea.
Reconocer la singularidad de cada niño y tomarse el tiempo para conocerlo es algo muy valioso. Esto permite a los adultos brindar respuestas sensibles a las necesidades individuales de cada niño, independientemente de si se cree en la existencia de un aura especial o no.
La crianza se ejerce de acuerdo con las creencias y valores de cada persona. Sin embargo, es fundamental que, sin importar las diferencias, se pongan a los niños y sus derechos en primer lugar. A partir de ahí, la sociedad debe aprender a respetar y convivir con ellos.
Bibliografía
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- Carroll, L. y J. Tober (2002). Los niños índigo. Barcelona: Ediciones Obelisco.
- Velasco, A., Arias, W., Parra, O., & Rosales, M. Á. (2010). La identificación de posibles niños índigo. Un estudio exploratorio. Revista Intercontinental de Psicología y Educación, 12(1), 33-52. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80212393003
- Tappe, N. A. (2009). Understanding Your Life Through Color. Lulu.com https://books.google.com.ec/books/about/Understanding_Your_Life_Through_Color.html?id=vXDRAQAAQBAJ&redir_esc=y