Cuidados vitales durante los primeros meses del bebé

La higiene, el contacto y la alimentación son los pilares de crecimiento de tu pequeño durante los primeros meses de vida.
Cuidados vitales durante los primeros meses del bebé
Laura Herrera

Revisado y aprobado por la médica Laura Herrera.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 10 julio, 2023

Es común que los progenitores enfrenten dificultades para reconocer el estado de salud de los más pequeños, sobre todo, si son padres primerizos. En este sentido, resulta esencial aprender los cuidados que son vitales durante los primeros meses del bebé.

Existen cuidados básicos para los pequeños, así como otros que se contribuyen a su comodidad y bienestar. Los niños no suelen ser capaces de comunicar sus necesidades, por lo que es crucial estar atento en todo momento para brindarles apoyo.

En ocasiones, los padres se sienten abrumados y desbordados por la falta de conocimiento sobre su nuevo papel como progenitores. Por lo que, en cualquier caso, es esencial buscar ayuda de personas con más experiencia en crianza y profesionales cualificados.

9 cuidados generales en los primeros meses del bebé

En general, brindar atención a los recién nacidos y lactantes es una labor que requiere entrega, compromiso y dedicación. Sus primeros días de vida dependen del apoyo que se les brinde y resultan determinantes en su posterior desarrollo e interacción con el entorno. Algunas medidas generales de cuidado en los primeros meses del bebé son las siguientes:

1. Cortar las uñas

Las uñas de los niños crecen de forma rápida, en especial durante los primeros años de vida. Por consiguiente, es recomendable realizar de forma periódica el recorte de las uñas (al menos, 1 vez por semana, según una publicación de la American Academy of Pediatrics).

Es ideal llevar a cabo este cuidado mientras el bebé se encuentra dormido y tranquilo. De igual forma, se recomienda retraer un poco la piel de los dedos para evitar cortar al pequeño. Para finalizar, no olvide limar los bordes filosos o irregulares.



2. Sostener bien al bebé en brazos

En los primeros días de vida, los bebés se ven tan frágiles y delicados que generan cierto miedo en los padres a la hora de sostenerlos en brazos. Esto es más frecuente en los padres primerizos.

Según una revisión de la Asociación Española de Pediatría, los niños pequeños adquieren el sostén de la cabeza entre los 2 y 3 meses. Por lo tanto, es vital brindar soporte en el cuello y la cabeza al cargarlos. Para levantarlos sigue los siguientes pasos:

  • Inclina tu cuerpo para acercarte al bebé.
  • Coloca tu mano dominante en la nuca del pequeño, justo por arriba del cuello.
  • Posiciona la otra mano entre las nalgas y la espalda baja del bebé.
  • Flexiona los brazos mientras lo acercas a tu pecho.

Una vez tengas al bebé en brazos, existen diversas técnicas para sostenerlo. Una de las más comunes es la posición de cuna. Para ello, tan solo debes llevar la mano que sostiene la cabeza del bebé hasta el pliegue interno del codo, y dejar que la cabeza del pequeño descanse en su interior. La mano que está en la zona glútea debe mantenerse en su lugar.

3. Evitar asustar al pequeño

Es recomendable cuidar al bebé de los sustos y sobresaltos para así mejorar su relación con el entorno. Por eso, evita someterlo a estímulos bruscos, como pasar rápido de una habitación oscura a otra iluminada o de un espacio ventilado y frío a un ambiente caluroso. Asimismo, es aconsejable limitar los ruidos fuertes y el volumen alto de la televisión.

4. Asegurar las condiciones del baño

La higiene es uno de los cuidados de mayor relevancia en los primeros meses de tu bebé. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda postergar el primer baño del recién nacido hasta 24 horas después del nacimiento. Más adelante, los expertos señalan que es suficiente bañar al pequeño 3 veces a la semana durante su primer año de vida.

El baño requiere de una bañera segura y cómoda, la cual debe estar colocada en una superficie alta para poder asegurar el cuerpo del pequeño. Para llenarla, se recomienda agregar agua templada o tibia, no caliente. Se debe cubrir 5 a 6 centímetros de la bañera.

Durante el baño, sumerge al pequeño despacio mientras aseguras el sostén de su cabeza. De esta forma, permitirás que el cuerpo del bebé se adapte mejor a la temperatura. Se aconseja utilizar una esponja delicada y un jabón neutro para el lavado, con especial atención en los ojos y la cara.

Al finalizar, no olvides secar al bebé de forma delicada con una toalla suave. Además, mantén un solo lugar para desvestir y vestir al pequeño, ya que así reducirás el riesgo de cambios bruscos de temperatura.

5. Cambiar el pañal

La piel de los pequeños es bastante delicada, en especial en la zona del pañal que está en contacto con irritantes como la orina y las evacuaciones. Lo recomendable es estar atento cada 2 a 3 horas y cambiar el pañal si está húmedo. Para hacerlo, sigue los siguientes pasos:

  • Coloca al bebé boca arriba sobre una superficie plana.
  • Abre el pañal: lleva las tiras adhesivas hacia arriba y dóblalas sobre sí mismas. De esta manera, evitarás que se adhieran a la piel del pequeño.
  • Con una mano toma ambas piernas del bebé y levántalas, mientras que con la otra extraes y cierras el pañal sobre sí mismo.
  • Para la limpieza, utiliza una toalla o gasa húmeda y limpia desde los genitales hacia atrás, nunca en sentido contrario.
  • Con una toalla limpia, seca la zona con suavidad o deja secar al aire libre. Además, puedes aplicar alguna crema protectora de la humedad, para evitar la dermatitis de pañal.
  • Eleva las piernas del pequeño y extiende el nuevo pañal. Ajusta bien las tiras adhesivas desde la parte posterior hasta el frente, sin apretar.

6. Evitar el uso del talco

En la actualidad, los riesgos del uso del talco superan sus beneficios. Por lo general, muchas madres usan talco en cada cambio de pañal para evitar que el niño se irrite. Sin embargo, este también puede generar varios problemas, como los siguientes:

  • Tapar los poros y resecar la piel.
  • Formar una pasta con la orina que favorece al crecimiento de gérmenes dañinos.
  • Empeorar los cuadros de dermatitis de pañal.

Un estudio de Archivos argentinos de pediatría señala que la inhalación aguda de talco en los niños durante el cambio de pañal es una condición muy peligrosa, pudiendo causar dificultad respiratoria severa e incluso la muerte. 

7. Regular la cantidad de ropa

Utilizar una vestimenta adecuada forma parte de los cuidados vitales en los primeros meses del bebé. El exceso de ropa no es recomendable. En general, se debe emplear ropa holgada, de algodón o fibra natural, que le ofrezca libertad de movimiento. Además, la vestimenta debe lavarse con jabón neutro, sin suavizantes o lejía.

8. Cuidar el área del cordón umbilical

La higiene del muñón del cordón umbilical forma parte de los cuidados vitales del bebé en los primeros meses. Para ello, se recomienda limpiar el área con agua tibia y jabón neutro, al menos una vez por día. 

En general, el muñón suele secarse y caer luego de 1 a 3 semanas. Antes de desprenderse, este pasará por diferentes etapas y cambiará de color, desde amarillo hasta marrón y negro. No debes alarmarte, esto es algo normal. Por otro lado, consulta con un médico si el mismo está rojo, tiene mal olor o alguna secreción.

9. Atender los oídos

Es importante estar atentos a la salud de los oídos de los pequeños y buscar ayuda profesional en caso de evidenciar algún síntoma extraño. De igual forma, se debe evitar el uso de bastoncillos para los oídos, ya que aumentan el riesgo de impactar el cerumen y producir un eccema del conducto auditivo. Además, los bastoncillos pueden perforar el tímpano del pequeño.

5 cuidados en la dieta de los bebés

La dieta es la principal fuente de crecimiento y desarrollo de los más pequeños. Por consiguiente, es crucial aplicar diversos cuidados en la alimentación de tu bebé durante sus primeros meses de vida.

1. Optar por la lactancia materna siempre que sea posible

La lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses es el estándar de alimentación recomendado por la OMS y UNICEF. Esta aporta las vitaminas, nutrientes y el agua necesaria para el adecuado crecimiento del niño. Luego de los 6 meses puede iniciarse la introducción de alimentos blandos, según las recomendaciones del médico.

Un estudio de la revista Atención primaria describe que la lactancia materna se asocia con beneficios saludables para el niño, como la inmunización pasiva contra un gran número de enfermedades, el fortalecimiento del sistema inmunitario, y un menor riesgo de padecer obesidad y diabetes en la edad adulta.



2. Medir la cantidad de alimentos

Se debe recordar que el estómago de los bebés es muy pequeño, por lo que se debe medir con sumo cuidado la cantidad de leche que se les da, sobre todo, si se usa el biberón.

Según la American Academy of Pediatrics, al empezar la alimentación con otros alimentos, se debe realizar en pequeñas cantidades para que el pequeño se adapte de forma progresiva. Es importante cubrir la alimentación con verduras, frutas, cereales y proteínas. 

3. No dejar de alimentarlos

En general, el número apropiado de comidas del niño dependerá de su apetito y de su requerimiento energético. Los recién nacidos harán entre 8 y 12 tomas al día en las primeras semanas de vida.

De acuerdo con una publicación de la Revista de Gastroenterología de México, la cantidad de alimentos que el niño requiere se incrementa de forma gradual mes a mes, a medida que el niño tiene mayor edad y que la ingesta de leche se reduce.

4. Normalizar los buches de comida

No te asustes si el bebé devuelve un poco de leche, ya que esto es normal. De hecho, algunos niños regurgitan más que otros. Los expertos señalan que cuando el estómago del bebé está lleno, los cambios de posición, como rebotar o sentarse, pueden favorecer a que este devuelva la comida

5. Evitar alimentos que provoquen gases

Debes tener cuidado con los gases, ya que pueden llegar a causarle cólicos al niño. Para ello, evita darle en exceso alimentos como coliflor, brócoli, ciruelas, plátanos, manzanas y melocotones.

La atención diaria es fundamental

Los cuidados de un bebé recién nacido en sus primeros meses pueden resultar complejos o complicados, pero no desesperes, sigue estos consejos prácticos y, poco a poco, aprenderás un poco más al respecto.

Los pediatras son el mejor apoyo desde el nacimiento hasta que crecen. Ellos están preparados para ayudarte y aconsejarte por si existe alguna duda o inquietud con el bebé, ¡no temas preguntar!


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