Muchas veces, los padres se enfrentan a dudas con respecto a cuál es la mejor etapa de la vida para el aprendizaje de actividades motrices, el aprendizaje cognitivo o el entendimiento emocional. A continuación, encontrarás todo lo que necesitas saber sobre este tema.
No cabe duda de que, cuando observamos a los niños en sus actividades diarias y durante sus juegos, notamos la rapidez con la que asimilan y reproducen la información que perciben constantemente por todos sus sentidos.
Desde luego, este tema no es nuevo y ha sido ampliamente estudiado por disciplinas como la neurociencia. Se han evaluado las conexiones cerebrales de los niños y se llegó a increíbles conclusiones, que queremos compartir contigo a continuación.
Con todos estos datos, podrás comenzar a estimular el aprendizaje de los niños para que, de esta manera, desarrollen al máximo su potencial.
¿Cuál es la mejor etapa de la vida para el aprendizaje?
Para explicar cuál es la mejor etapa para el aprendizaje, los estudios de la neuropediatría desarrollaron un concepto llamado la plasticidad cerebral.
A través de la plasticidad cerebral, alegan que entre los primeros meses de vida y los seis años de edad, la mente y los sentidos de los niños trabajan como una esponja, absorbiendo toda la información que ven a su alrededor. Además, lo hacen de forma muy rápida y natural.
Durante esta época, los niños pasan por un período sensible de aprendizaje. Se trata de una etapa que, sin duda, no se debe desperdiciar si se quiere que los niños retengan la mayor cantidad de conocimientos.
Esta capacidad abarca áreas como las habilidades musicales y matemáticas, la coordinación motora, el vínculo emocional, el desarrollo de la memoria relacionado con la habilidad visual y, desde luego, el desarrollo del lenguaje.
¿Qué deben aprender los niños según su edad?
Si bien entre los primeros meses y los seis años de vida los niños cuentan con una capacidad extraordinaria para el aprendizaje, la retención correcta de esta información va a variar dependiendo de la edad.
Desde el nacimiento hasta los dos años
En el cerebro existe una estructura subcortical llamada amígdala que posee múltiples conexiones. Estas hacen que un individuo pueda integrar emociones, recuerdos y sentimientos, lo que le va a permitir establecer gran parte de lo que será su conducta emocional.
Por eso es que, desde el nacimiento hasta los dos años, el tipo de trato que le demos al bebé le permitirá desarrollar conductas como el apego evitativo, la empatía hacia los demás, la confianza, el respeto a la autoridad o el miedo.
Cabe destacar que los vínculos sanos y una adecuada inteligencia emocional van a incidir en todos los aspectos del desarrollo social de un individuo. Por eso, los padres deben prestar especial atención al trato hacia los pequeños en este período.
Primeros meses de vida hasta los cinco años
Durante este período de tiempo, el cerebro de los niños construye alianzas entre las imágenes de todo lo que lo rodea, su uso y significado.
Es gracias a la visión que los niños adquieren sus primeros aprendizajes. Por lo tanto, el visualizar luces, colores, formas variadas e incluso la percepción de las distancias lo ayudarán a desarrollar luego la coordinación motriz.
“Gracias a la plasticidad cerebral, entre los primeros meses de vida y los seis años de edad, la mente y los sentidos de los niños trabajan como una esponja”
Desde los ocho meses hasta los ocho años
A partir de los ocho meses, los niños intentan reproducir los sonidos que escuchan en el exterior para lograr tener una comunicación más directa con sus padres o personas cercanas a ellos.
Desde luego, comienzan con el balbuceo y la reproducción de pequeños sonidos; cerca de los tres años de edad, alcanzan la capacidad sintáctica de formular oraciones con sentido y en un orden correcto.
De allí en adelante y hasta los ocho años, se consolidarán en ellos de manera muy rápida y arraigada los acentos y el vocabulario que aprenden de sus padres y en la escuela. Por tal razón, resulta imperativo que a los niños se les hable correctamente, se les enseñen nuevos idiomas y se les inculque el amor por la lectura.
Entre el primer año de vida y los ocho años
Este período también se considera particularmente especial para que los niños aprendan a tocar instrumentos musicales. Al ejecutar actividades que involucran coordinación motriz, se activan las mismas áreas del cerebro relacionadas con el aprendizaje de las matemáticas.
Por esa razón, se estaría estimulando en el pequeño también su razonamiento espacial; este es uno de los requerimientos en el aprendizaje correcto de esta disciplina.
En última instancia, recuerda que los padres deben fungir como guías y colaboradores de los niños en su aprendizaje. Con su acompañamiento, los infantes podrán desarrollar un número más amplio de habilidades y un correcto manejo emocional.
Bibliografía
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