Las golosinas son productos frecuentes en la alimentación infantil. Sin embargo, los expertos desaconsejan su consumo. Se engloban dentro del conjunto de los ultraprocesados y destacan por su contenido en azúcares simples y en aditivos.
Cabe destacar que una de las bases de la dieta saludable es la predominancia de alimentos frescos frente a ultraprocesados industriales, también en niños. Si bien una alteración dietética no se manifiesta con consecuencias negativas a corto plazo durante la infancia, lo puede hacer a medio plazo.
Golosinas y nutrición infantil
Durante las primeras etapas de la vida es importante enfatizar el consumo de nutrientes esenciales y de calidad. Por este motivo será necesario aportar diariamente proteínas de alto valor biológico, grasas y micronutrientes. Las golosinas no consiguen ser una fuente de ninguna de estas sustancias.
De hecho, están compuestas fundamentalmente por azúcar, bien en forma de glucosa o de jarabe de fructosa. Hay que tener en cuenta que la administración de este último elemento en altas cantidades se asocia con una peor función hepática, según un estudio publicado en la revista Journal of Hepatology.
Asimismo, las golosinas cuentan en su interior con aditivos alimentarios. Algunos de estos productos han demostrado su salubridad. Sin embargo, respecto a muchos de ellos sigue existiendo una gran controversia.
Algunos como la tartrazina pueden generar un incremento del riesgo de patologías neurológicas. Así lo evidencia una investigación en animales publicada en PeerJ. Aunque los efectos no son totalmente extrapolables al ser humano, los expertos recomiendan prudencia frente a su consumo.
¿Por qué les gustan tanto las golosinas a los niños?
Lo cierto es que las golosinas causan un gran éxito en los niños. Esto se debe a varios factores. El primero de ellos es su sabor dulce, que satisface los gustos de los más pequeños. Por otra parte, destacan sus formas y colores, lo cual les llama mucho la atención.
Además, son elementos asociados a festividades, como pueden ser los cumpleaños. Dicha asociación genera que el consumo de golosinas evoque una serie de recuerdos o de sensaciones positivas, lo cual puede resultar peligroso dada la baja calidad nutricional de estos productos.
¿Son buenas las golosinas caseras?
Con el objetivo de controlar los ingredientes que se usan para su elaboración, se han comenzado a generar recetas de golosinas caseras. Lo cierto es que, a pesar de ser de mejor calidad que las industriales, siguen siendo comestibles de baja calidad. No cuentan en su interior con nutrientes esenciales e importantes y siguen presentando una elevada concentración de azúcar.
Ahora bien, es cierto que cuando se elaboran de forma casera puede limitarse la presencia de aditivos, maximizándose también la utilización de fibras en las recetas. Con ello se podría llegar a obtener un alimento que contribuya a reducir el riesgo de estreñimiento, aunque no es recomendable que aparezca de forma frecuente en la dieta del niño.
¿Cómo controlar el consumo de golosinas en la alimentación infantil
Es óptimo limitar la ingesta de golosinas en la alimentación infantil. Para ello no hay nada mejor como no adquirir estos productos y guardarlos posteriormente en casa. Los niños se acostumbran a comer lo que hay en la despensa. Si son alimentos saludables, como fruta, rápidamente se habituarán a ellos.
De este modo, el consumo de golosinas solo se realizará en presencia de sus amigos o compañeros, en contexto de celebración. Dicha ingesta será puntual, por lo que en ningún caso supondrá un riesgo para la salud. Así entenderán que se trata de productos de consumo ocasional.
Es importante limitar la ingesta de golosinas
Como has podido comprobar, el consumo regular de golosinas podría afectar negativamente a la salud de los niños, ya que cuentan con aditivos alimentarios en su interior, además de altas cantidades de glucosa o de fructosa.
Para conseguir una buena funcionalidad del organismo, es fundamental priorizar la ingesta de alimentos frescos frente a la de ultraprocesados. Esto es un hábito que se debe inculcar desde las primeras etapas de la vida. En este momento será más sencillo realizar una buena educación nutricional.
Por último, recuerda que no hay mejor solución que no comprar golosinas para limitar su consumo en los niños. De esta manera, solo las comerán durante las celebraciones, algo que no supone un riesgo.
Bibliografía
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