Comunicación: ¿De qué puedo hablar con mi hijo?

Mantener una comunicación fluida y positiva entre padres e hijos es esencial para el correcto desarrollo de los menores. Te compartimos algunas pautas para lograrlo.
Comunicación: ¿De qué puedo hablar con mi hijo?
Elena Sanz Martín

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 30 abril, 2020

La comunicación entre padres e hijos es fundamental, no solo para mantener una vida familiar armónica, sino para garantizar el buen desarrollo emocional de los pequeños. Sin embargo, esto a veces no resulta tan fácil.

Por ello en este post vamos a compartir contigo algunas claves esenciales. Finalmente todos podemos lograr una comunicación positiva con nuestros hijos que mejore el ambiente familiar.

Beneficios de una comunicación sana en familia

Desarrollo emocional

Cuando dedicas tiempo a hablar con tu hijo, estás invirtiendo de manera importante en su desarrollo emocional. Hablar con ellos de manera genuina les hace sentirse importantes para la principal figura de apego y referencia en su vida:su mamá.

Mantener una comunicación fluida con tu hijo le ayuda a aprender a poner en palabras sus sentimientos. Algo que lo ayuda a crecer seguro de sí mismo y de sus afectos.

Desarrollo social

Cuando en casa tienen un modelo adecuado de comunicación, esto se convierte en un buen punto de partida para un mejor desarrollo social. Le permite practicar habilidades sociales básicas como hablar, escuchar, esperar su turno, plantear situaciones o desarrollar la empatía.

Le enseña que los problemas se solucionan hablando. Así no le será necesario reprimir sus emociones o recurrir a la violencia, pues en casa habrá aprendido a comunicarse asertivamente.

d635380579962863130f30ff3872d891

La comunicación entre padres e hijos a diferentes edades

¿Cuándo empezar?

¡Siempre! Desde que está en tu vientre háblale a tu bebé, pues esto comenzará a forjar un vínculo. Cuando sea un bebé háblale también, tu voz tiene un efecto relajante y a la vez estimulante en él.

Cuando se haga un poco mayor ya empezará a repetir palabras que le resulten familiares o que tengan un efecto gracioso en su entorno, pues juega con él, diviértete con él. Esta es la verdadera comunicación, no hace falta un gran discurso, ambos jugando con una sola palabra es ya una situación de comunicación.

1448211303550

Niños pequeños

Recuerda siempre que la comunicación es bidireccional, así que no te enfoques en dar discursos. Escucha con calidez e interés genuino lo que tus hijos tienen que decir. No subestimes sus comentarios ni te excuses en que estás ocupada para no escucharlo, pues esto le hará ver que él y sus opiniones no son importantes. Enséñale a esperar pero sin disminuir su valor.

Tal vez lo que para él es grandioso y divertido para ti es poca cosa. Pero es necesario que te coloques a su nivel y mires a través de sus ojos. Ríe con esos chistes que te ha contado mil veces, escúchale mientras divaga por enésima vez sobre los dinosaurios. Estás forjando su autoestima.

Respeta sus intereses, agradece que te haga partícipe de ellos. Pronto comenzará a relatar lo que hace en la escuela, así que escúchale con atención y sabrás qué aprende, con quién juega, cómo le va con la maestra o qué le divierte.

La comunicación con niños más grandes

Con tus hijos más mayores tendrás una buena comunicación si es algo que ya se ha venido practicando en casa. Si no, nunca es tarde para comenzar, tus hijos lo merecen y tú también.

Muchas veces acudirán a ti a contarte conflictos que se le presentan en la escuela. Entonces escúchales y trata de involucrarte en la conversación de modo tal que puedas orientarles y que siempre queden con el deseo de volverlo a hacer. Si tus hijos tienen la seguridad de que pueden venir a ti en cualquier circunstancia, los mantendrás más seguros y alejados de situaciones indeseables como el acoso escolar o sexual.

¡Los adolescentes!

Los adolescentes se convierten a veces en personas de pocas palabras. Sin embargo, en ocasiones nos sorprenden con un arrojo comunicacional y se tornan expresivos y joviales. Respétales su ritmo, pero no caigas en el juego cómodo de “le respeto su espacio” y le dejas estar días y días metido en su cuarto a puerta cerrada. Eso no es respetarles su espacio, es abandonarlo dentro de casa.

En casa todos tienen derecho a su espacio y a su tiempo, incluso tú, pero parte de vivir en familia implica también compartir tiempo juntos, compartir responsabilidades, saber en qué anda cada miembro de la familia… Nunca es tarde para desarrollar una comunicación más fluida y cercana si aún no lo has hecho. Aunque recuerda: la comunicación no se impone, se fomenta.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.