¿Cómo sobrevivir a las vacaciones escolares? Guía para padres
Las clases de los niños han terminado y llega uno de los momentos más esperados del año para ellos: el verano. Son unos meses para descansar, jugar, disfrutar y pasar tiempo en familia. Pero, tal como para ellos es toda una aventura, para los padres y madres puede convertirse en un verdadero desafío.
¿Cómo sobrevivir a las vacaciones escolares sin sucumbir al estrés o a las peleas diarias? Y es que sí, aunque el verano se plantee como un momento de relajación y disfrute, muchas veces la tensión en el hogar aumenta.
Los niños suelen perder la estabilidad de su rutina y pueden llegar a aburrirse en varios momentos del día. Los padres, por su parte, deben hacer malabares para conciliar su vida laboral con el cuidado infantil. No obstante, hay algunas medidas que pueden tomarse para hacer del verano agradable para todos.
¿Cómo pasar las vacaciones escolares en familia?
Para sobrevivir a las vacaciones escolares, hay que centrarse tanto en aspectos prácticos (para hacer el día a día más funcional), como en cuestiones emocionales (para tener una mejor gestión del estrés). Estas son algunas claves que pueden ayudar al respecto.
1. Sé realista y conoce las necesidades de tu familia
Podemos ver al verano como la ocasión ideal para compartir con nuestros hijos todo ese tiempo que, durante el año escolar, «nos roban» las clases. Sabemos que los años vuelan y queremos aprovechar su infancia al máximo, pero no podemos pecar de ser demasiado autoexigentes.
Aunque ellos tengan vacaciones, los adultos aún tenemos responsabilidades que cumplir y, por lo mismo, es necesario tener un equilibrio. No eres peor madre si decides apuntar a tus hijos a un campamento o a una escuela de verano, o si pides ayuda a los abuelos u otros familiares para cuidarlos en determinados momentos.
De hecho, esto puede enriquecer su experiencia y llenar su verano de aventuras inolvidables. Gracias a estas actividades pueden aprender valores, conocer el entorno en el que viven y aprender habilidades de cooperación con otros niños, como lo indica un artículo de la Universidad de Córdoba.
2. Combina flexibilidad y rutina
Una de las claves para evitar la tensión y los conflictos durante las vacaciones es cuidar la rutina. Aunque no asistan al colegio, es importante que los niños mantengan horarios para acostarse y levantarse, realizar las comidas principales o asearse.
En el caso de los más pequeños, es crucial respetar sus siestas correspondientes. Esto les otorgará una sensación de orden, coherencia y seguridad, ya que hará sus rutinas más predecibles y fáciles de cumplir.
Por ejemplo, tal como sugiere un artículo publicado en la revista Sleep Medicine Reviews, continuar con la rutina del sueño puede ser clave para que tus hijos tengan un descanso suficiente y de calidad. Si rompemos esas reglas, pueden surgir alteraciones del sueño.
No obstante, esto no quiere decir que debamos ser inflexibles o demasiado apegados a las normas. Es posible atrasar un poco su hora de ir a dormir o hacer excepciones puntuales si estamos disfrutando de una salida o actividad en familia.
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3. Reorganiza las responsabilidades
Otro punto crucial a la hora de mantener el orden, la cordura y el buen humor de todos, es repartir las responsabilidades de forma acorde a la nueva situación. Así, conversa con tu pareja para repartir el tiempo que cada uno dedica a los niños y al hogar, de forma que puedas compaginarlo con las respectivas responsabilidades.
Dejar esto al azar o a la improvisación puede originar reproches cuando se percibe que un miembro de la pareja carga de forma poco equitativa con el peso de las obligaciones. Además, plantéate incluir de forma más profunda a los niños en las tareas domésticas.
Ahora que disponen de más tiempo libre, pueden ocuparse de hacer su cama cada mañana, de arreglar su cuarto o de participar en la preparación de las comidas diarias. Como menciona un artículo publicado en la revista Psychological Bulletin, incluso estas tareas pueden ayudar a fomentar su autoestima y su sentido de pertenencia y trabajo de equipo en familia.
4. Planifica tiempo de calidad en familia
Al tener tantas horas para compartir durante las vacaciones, es importante aprovecharlo. Por ello, diseña momentos en los que puedas dedicar toda tu atención a tus hijos, sin distracciones y sin teléfono móvil.
Conversen, jueguen juntos o planifiquen actividades educativas y divertidas, como acudir a museos infantiles, participar en talleres creativos, o quizás planes más sencillos, como salir a cenar en familia.
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5. Incluye la actividad física y la naturaleza
Dentro de estos planes, puede ser muy positivo incluir elementos como la actividad física. Moverse de forma regular ayuda a los niños a desfogar su energía, reduce sus niveles de estrés y aumenta su estado de ánimo. Y estos mismos beneficios se reportan para los adultos.
Además, si este ejercicio físico se realiza en contacto con la naturaleza, las ventajas se incrementan. Tal como lo señala un artículo publicado en la revista Procedia-Social and Behavioral Sciences, los espacios naturales tranquilizan a los niños, aumentan su sensación de bienestar y promueven su resiliencia.
6. Valora los espacios individuales
Por último, para sobrevivir a las vacaciones escolares, es importante que cada miembro de la familia tenga sus propios espacios individuales: no es necesario estar juntos 24 horas al día.
Para ti, como madre, momentos dedicados al autocuidado te ayudarán a disminuir la presión y a sentirte mejor contigo misma. Mientras que para tus hijos, será la oportunidad para aprender a entretenerse por sí mismos sin depender de un adulto.
Eso sí, ten cuidado con las nuevas tecnologías y no las utilices como único recurso. Para los niños es positivo aburrirse en ocasiones, ya que esto fomenta su creatividad e independencia. Y, utilizar en exceso las pantallas, puede traerles problemas de atención, de concentración y de conducta.
¡Sobrevivir a las vacaciones escolares para disfrutar en familia!
Como ves, estas pautas no son complicadas de aplicar y pueden marcar la diferencia en el día a día de tu familia durante las vacaciones. Con ellas aportas orden, equilibrio en las responsabilidades y tiempo para disfrutar de uno mismo y de los otros.
Además, estarás aprovechando para potenciar en tus hijos los buenos hábitos y, en función de las actividades que incluyas, favorecerás el desarrollo de habilidades físicas, artísticas, intelectuales y sociales.
A pesar de esto, es posible que haya momentos de especial estrés durante el verano. Si esto ocurre, trata de mantener la calma, respira para regularte y recuerda que estos momentos compartidos son más importantes que cualquier pequeña dificultad que pueda haber surgido. ¡Disfruta del verano!
Te podría interesar...Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
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