¿Cómo hablar de la alimentación a los niños?

A medida que el niño crece, incorpora y rechaza distintos alimentos. Este proceso de discriminación es necesario para su educación en materia de nutrición. 

Las frutas pueden suministrarse desde los 6 meses de vida en adelante.

Uno de los motivos de mayor preocupación para los padres es la alimentación de los niños. En todo momento se cuestionan la forma como comen o la cantidad de comida que ingieren; lo cierto es que para lograr que el pequeño vaya acostumbrándose a los buenos hábitos, se debe comenzar por hablar de la alimentación a los niños.

Una buena educación alimentaria permite que los adultos tomen consciencia sobre lo que llevan a su boca; lo que comemos puede repercurtir a la hora de evitar trastornos alimenticios como la obesidad, anemia o desnutrición. También hay que mencionar otro tipo de patologías, como la bulimia o la anorexia.

Al hablar de la alimentación a los niños, se busca ir formando personas con criterio propio, para escoger lo más saludable. Que sean jóvenes que, en su propio proceso de crecimiento, sean capaces de limitar el consumo de comidas procesadas; y además comprendan que los alimentos naturales son la fuente de la energía que necesitan día a día.

¿Cómo hablar de la alimentación a los niños?

Hablar de la alimentación a los niños

En el proceso de criar y educar a los hijos, la constancia es una máxima para inculcar hábitos y buenas costumbres; esto también se aplica en el momento de enseñarles a comer. Sin embargo, la alimentación no debe ser motivo de pelea, premio o estrés. Al contrario, la hora de comer debe ser un espacio de libertad, paz y disfrute.

Durante el primer año de vida, es importante dejar que los pequeños experimenten con la comida; no es malo que hagan con la comida algunas acciones como garrar, estrujar, deshacer, apretar. Esta es la manera más sencilla para despertar su curiosidad hacia los alimentos; de forma instintiva llevarán sus manos a la boca y probarán lo que quede en ellas.

Desde los 3 años y hasta los 11 años se comienzan a incorporar alimentos familiarizados con la dieta de los adultos. Es el caso de pescados, ensaladas crudas o platos condimentados. Siempre es recomendable atender los consejos del pediatra, para evitar alergias prematuras o problemas digestivos.

Nunca es tarde para empezar

Los especialistas en nutrición coinciden en que la mejor forma de crear buenos hábitos en los niños es practicándolos en casa. Los padres deben ser el reflejo de una alimentación sana y balanceada.

Al hablar de alimentación a los niños, estas recomendaciones pueden ser de utilidad para los padres:

  1. Si el niño come poco. Lo primero que hay que confirmar es desde qué perspectiva come poco el niño; por lo general un solo plato o medio plato de comida no es suficiente para un padre. Sin embargo, los niños conocen bien su nivel de saciedad.

Otra razón por la que el niño puede comer poco es por falta de apetito. En este caso hay que verificar si es por algún tipo de enfermedad o desinterés a la comida; no hay que olvidar que un poco de creatividad en la cocina puede ayudar a rescatar el interés del pequeño.

  1. Si el niño come mucho. En algunos casos, el exceso de comida en los niños se puede deber a problemas de ansiedad.  Al observar bien sus hábitos, podremos determinar si se trata de este tipo de inconveniente o de un pico de crecimiento.

En caso de ansiedad, es importante ayudar al niño a identificar la razón por la que se siente así. Una manera de controlar este estado es dejar a mano del pequeño solo comidas saludables, como frutas o frutos secos. Este será el proceso para, cuando sienta la necesidad, pruebe una fruta en lugar de una galleta.

  1. A la hora de comer. Es importante evitar distracciones y enfocar la atención del niño en cada bocado; hay que evitar la presión, las amenazas o castigos relacionados con la comida.

¿Cómo hablar de la alimentación a los niños?

Alimentos que no deben faltar en la dieta de los niños

No todos los niños son de buen comer o tienen un menú amplio; en muchos casos, la mayoría se niega a probar nuevos alimentos. Por ello, existe una lista de superalimentos recomendada para niños, a pesar de sus hábitos. Algunos son:

  1. Alimentos que sean fuente de calcio, como los lácteos, que además benefician los procesos digestivos. Se puede mezclar con frutas para complementar el menú.
  2. Avena. Es un fuente natural de energía y fibra.
  3. El huevo es una proteína que permite cocinarse de muchas formas, lo que permite satisfacer distintos gustos y paladares.
  4. Es importante que la alimentación del niño tenga un buen aporte en vitamina C y azúcares. Encontraremos este nutriente en frutas, verduras, batidos y zumos.

Como hemos podido ver, la clave para hablar de la alimentación a los niños está en la calidad de la información de la que se disponga. En otras palabras, mientras más y mejor informados estemos, más alternativas podremos encontrar a la hora de transmitir nuestros conocimientos exitosamente. 

Bibliografía

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