Cómo estimular y mantener la ilusión en los niños

Si te fijas en los ojos de un niño, podrás descubrir una gran cantidad de ilusión en ellos. Es a medida que crece cuando ese brillo especial de ilusión se va perdiendo. Por eso, es importante que los padres sean conscientes de cómo estimular y mantener la ilusión en los más pequeños. La ilusión nada tiene que ver con el materialismo y estar contento por haber obtenido un juguete nuevo. Este tipo de ilusión va mucho más allá.

La ilusión en la infancia

La ilusión ocurre cuando los niños sienten esperanza de algún modo; sienten que hay algo en sus vidas que les genera sentimientos positivos. Puede ser un proyecto, algo que quieren realizar, una excursión en familia… Algo que desean mucho y que solo de pensarlo les hace sentir bien. Esta ilusión debe alimentarse porque va cogida de la mano de la motivación y la felicidad.

La ilusión inocente

Por otra parte, en la infancia también nos podemos encontrar con ilusión inocente. Esto ocurre cuando los pequeños, a través de la fantasía que ocupa su mente, son capaces de creer realmente en mundos de hadas y fantasías, que permite que su creatividad e imaginación se siga desarrollando correctamente.

Esta ilusión en absoluto es negativa, ni tampoco se debe erradicar. Es parte de su desarrollo y es necesaria para su evolución cognitiva. Lo que importa es que no haya imposición en esas creencias y que sean ellos quienes, a través de su propia imaginación, comiencen a imaginarse mundos fantásticos que les llenan de ilusión.

Estimular y mantener la ilusión en los niños

Para estimular y mantener esa ilusión en los niños, es importante educarles a través de las metas, de los errores y del aprendizaje que ellos nos proporcionan. La perseverancia y la constancia pueden ayudar a mantener viva esa chispa de ilusión para que siga creciendo. Se puede hacer a través de palabras de aliento, juegos, cuentos, con actividades en familia, etc. Además, hay que tener en cuenta los siguientes puntos.

Potenciar autoestima

Cuando se potencia la autoestima para afrontar los retos, los niños aumentan su confianza. Esta autoestima les ayudará a tener más ilusión por las cosas a través de la confianza en sus propias capacidades.

Por otra parte, cuando estamos ante niños con baja autoestima, serán pequeños con miedos e inseguros, aspectos que les quitarán la ilusión, que les harán creer que no son capaces de hacer las cosas mejor y cualquier intento de superación quedará anulado.

Apoyo incondicional para mantener la ilusión

Todos los niños deben sentir que tienen un apoyo incondicional a su lado. Deben sentirlo de sus padres porque son las personas más importantes para ellos en su vida. Cuando se sientan apoyados, podrán aumentar ese sentimiento de confianza, tanto en sí mismos como en los demás. Esto les ayudará a sentir que son capaces de hacer lo que se propongan, siempre que le dediquen tiempo y esfuerzo.

Aprender de los errores y la experiencia

Los errores pueden ser nuestros mejores maestros, siempre y cuando sepamos verlos y valorarlos correctamente. De hecho, los errores son parte de nuestra experiencia. Por eso, los padres deben transmitir a los hijos que no siempre las cosas son como queremos que sean o no se consiguen los objetivos a la primera. Y no pasa nada, porque eso nos ayuda a darnos cuenta de lo que tenemos que mejorar.

De esta manera, los pequeños aprenderán a que no hay que temer al fracaso, sino más bien respetarlo, considerarlo un maestro y aprender de él. De esta manera, aunque cometan errores, seguirán manteniendo esa ilusión tan importante a lo largo de su vida.

Como ves, mantener y estimular la ilusión en los niños es fundamental, no solo para que permanezca viva su motivación por las cosas, sino porque también es necesaria en su desarrollo. De este modo, podrán tener una mejor autoestima y más confianza en sí mismos y en sus propias habilidades.

Además, sentirán que los errores no son una dificultad, sino la oportunidad de hacer las cosas mejor. No tendrán problemas con la tolerancia a la frustración porque se habrán dado cuenta de que los obstáculos son parte del camino, pero no son el problema cuando se tiene ilusión y constancia para conseguir aquello que se propongan.