Decirle a tu hijo que irá a terapia no es una tarea fácil. A veces, cuesta encontrar las palabras adecuadas o brindar una explicación clara y empática. Es natural que tengas dudas sobre cómo y cuándo comunicárselo. O que te preocupe su reacción al darle la noticia. Al tratarse de una situación nueva, es más que esperable que sientas nervios y tengas preguntas al respecto.
En este artículo, compartimos contigo algunas estrategias para comunicarle a tu hijo que va a ir a terapia. Además, hablaremos sobre mensajes que muchas madres dicen, pero que es mejor evitar.
¿Por qué un niño necesitaría asistir a terapia?
Cuando surge la necesidad de llevar a tu hijo a terapia, es esencial abordar el tema con delicadeza y claridad. Explicarle las razones por las que se está considerando la terapia puede ayudarlo a comprender y aceptar mejor esta experiencia. Existen diversas razones por las cuales un niño puede necesitar ir a psicoterapia. Por ejemplo:
- problemas emocionales o de comportamiento,
- experiencias traumáticas,
- dificultades académicas,
- ansiedad o miedos excesivos,
- fobias.
Cualquiera sea el motivo, a la hora de decirle a tu hijo que irá a terapia, deberás tener en cuenta su edad, sus rasgos de personalidad y su nivel de comprensión. Además, siempre es importante hablar con naturalidad y honestidad sobre temas de salud mental.
Preparando a tu hijo para terapia: aspectos a tener en cuenta
Cuando se toma la decisión de llevar a tu hijo a terapia, es crucial abordar el tema de manera adecuada y comprensiva. Prepararlo desde el enfoque emocional y proporcionarle la información necesaria, puede ayudar a que se sienta más cómodo y receptivo hacia esta experiencia. Para hacerlo, aquí te dejamos algunos consejos.
1. Elige el lugar y momento adecuado
No se trata de una noticia terrible, por lo que no debe ser tratada como tal. No es necesario que lleves a cabo una logística meticulosa para decirle a tu hijo que irá a terapia. Tu rostro no tiene que transmitir preocupación, extrema seriedad o tristeza.
Sin embargo, tampoco es algo insignificante. Por ende, es importante que optes por comunicarlo en un sitio privado y cómodo, donde tú y él se encuentren tranquilos. Es desaconsejable decírselo en el medio de un berrinche, cuando está atravesando un episodio de intensidad emocional o frente a sus compañeros de escuela.
Al contrario, debes abordar el tema cuando haya posibilidad de conversar de manera calmada y generar un espacio de confianza para que él se exprese con total libertad y haga todas las preguntas que quiera.
2. Asegúrate de que comprende lo que hace un psicólogo
Es fundamental cerciorarse de que el pequeño entiende en qué consiste el rol de este profesional, ya que es probable que lo confunda con otras figuras conocidas para él. Un psicólogo no es un médico ni un docente. Tampoco es un amigo.
Para aclarar sus dudas, puedes decirle que un terapeuta es un profesional que trabaja con personas de diferentes edades, incluyendo a los niños. También menciona que es un profesional que ayuda a entender las emociones que sentimos y manejar lo que hacemos de una forma más sana.
Brindar ejemplos concretos puede ser de gran utilidad: «un psicólogo ayuda a una persona que se siente triste a sentirse mejor, a controlar sus enojos de un modo más saludable o a resolver algún conflicto con familiares o amigos».
3. Explícale que hacer terapia no tiene nada de malo
Ir al psicólogo no es algo negativo ni mucho menos es vergonzoso. Es esencial explicarle que no hay nada malo en las personas que asisten a terapia, y que todos podemos precisarlo en algún momento de la vida. Si tú vas o has ido a psicoterapia, es una buena oportunidad para que le cuentes tu experiencia, compartiéndole en qué te ha ayudado.
Asimismo, puedes hacer hincapié en que el consultorio de un psicólogo infantil es un lugar para jugar, dibujar y hablar, y que allí nadie dirá si lo que hace está bien o está mal. Nadie lo juzgará.
¿Qué mensajes debes evitar?
Eres un ser humano y puedes cometer errores. Todos estamos sujetos a equivocarnos en diferentes áreas de la vida, incluyendo la crianza. Sin embargo, es importante que seas cautelosa con el tipo de mensajes que transmites a tus hijos, siendo consciente de tus palabras. Lee con atención los comentarios que es mejor evitar a la hora de introducir el tema de la psicoterapia.
«Si te sigues portando mal, te llevaré a terapia»
Utilizar la terapia como una amenaza o castigo es algo que, en definitiva, debes evitar. Hacerlo no producirá nada positivo. De hecho, generará sentimientos de culpa y temor en el niño.
Además, relacionar la psicoterapia con un correctivo puede tener efectos desfavorables en su percepción acerca de la terapia y su disposición a participar en ella. Así, es posible que desarrolle resistencia o rechazo hacia la idea de recibir ayuda profesional.
«Necesitas ir al psicólogo urgente»
No es recomendable hacer uso de un tono alarmante y exagerado. Tampoco es conveniente usar palabras tan drásticas como «necesitas» o «urgente» que parecen hacer referencia a una situación de emergencia.
Hablar en estos términos solo generará ansiedad y nerviosismo. En su lugar, destaca que la psicoterapia es una oportunidad para aprender y crecer.
«Le contaré esto a tu psicólogo, se decepcionará de ti»
Otro de los errores que muchos padres cometen al momento de decirle a su hijo que irá a terapia es utilizar esta figura como alguien que lo juzgará o emitirá juicios de valor en lo que él haga.
El terapeuta no es un juez que lo castigará si hace algo «inadecuado». Tampoco se decepcionará ante un comportamiento poco favorable. Más bien, es alguien de confianza, con quien puede expresarse con libertad y quien le brindará apoyo y contención.
«Yo ya no sé qué hacer contigo, te llevaré a terapia»
No es útil que tu hijo sienta que la terapia es tu último recurso porque tú ya no sabes cómo manejar su conducta. De esta manera, le estarás transmitiendo frustración y desesperanza en relación con su salud mental. Así, sentirá que el problema que tiene es demasiado grande y que, por ende, debería preocuparse.
En lugar de eso, puedes comentarle que los psicólogos han estudiado para comprender y ayudar a las personas a resolver determinados problemas, señalando el enorme valor de la terapia.
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Déjate guiar por su terapeuta
Tú, tu hijo y su terapeuta hacen un equipo. Todos están involucrados y trabajando en conjunto en el proceso. Todos deben tirar la cuerda para el mismo lado: el bienestar. Por esto, cuando llega el momento de decirle a tu hijo que irá a terapia, es fundamental apoyarse en su psicólogo y confiar en su conocimiento y experiencia.
Por esto, luego de brindarle información importante sobre tu hijo, él o ella estará en condiciones de orientarte sobre cómo dar la noticia. Permite que te explique en qué consiste su terapia, qué beneficios puede brindar y que te ayude a adaptar las explicaciones según la edad y nivel de comprensión del niño. No tengas miedo a hacer preguntas, por más básicas que parezcan.
Juntos, como equipo, podrán superar los desafíos y encontrar nuevas formas de enfrentar las dificultades que puedan surgir durante el crecimiento.