Plantear comida para viajar no siempre es sencillo, sobre todo cuando hay niños de por medio. En este caso, la planificación y la capacidad de adaptación serán clave para ofrecer un menú saludable que satisfaga las necesidades nutricionales.
Hay que tener en cuenta que las comidas de viaje suelen tener una escasa calidad, por norma general. Están confeccionadas a partir de ultraprocesados industriales, por lo que no aportan nutrientes esenciales para el organismo. En su lugar, suponen una fuente de sustancias que, en grandes cantidades, resultan nocivas.
Comidas para los bebés
Es importante garantizar un menú adecuado para los bebés. Durante esta etapa los requerimientos nutricionales son muy precisos. Son varias las opciones con las que se cuentan para asegurar el éxito.
Leche materna o de fórmula
La leche materna resulta la mejor opción para alimentar a los bebés, tal y como afirma un estudio publicado en Minerva Pediatrica. Este producto cuenta con todos los nutrientes esenciales que el niño necesita para que el organismo funcione de forma óptima.
En caso de optar por un producto de fórmula, es importante evitar que cuente con azúcares añadidos en su interior. Para ello, es clave revisar el etiquetado.
Ten en cuenta que en ambos casos cuentas con la posibilidad de introducir el alimento en un biberón, manteniéndolo refrigerado hasta el momento de la ingesta. Así, el transporte será mucho más cómodo, en el caso de que no puedas ofrecer el pecho en medio del viaje. Eso si, no te olvides del babero.
Potitos, la mejor comida para viajar con bebés
Los mejores potitos son los de preparación casera. Para ello, solamente tienes que triturar unas cuantas frutas, con lo que conseguirás un resultado con alta concentración en vitaminas. Incluso, si quieres incrementar la densidad calórica, puedes introducirle una pieza cárnica, como pollo, y hortalizas, como las judías.
Si los elaboras en casa, introdúcelos en un pequeño frasco de vidrio bien cerrado para su transporte. Si tienes la oportunidad de esterilizarlos al baño María, sería lo mejor.
Sólidos
Ten en cuenta que la opción de los sólidos puede ser la menos recomendada en la comida para viajar, ya que el bebé tardará más en consumirlos y no siempre se cuenta con el tiempo suficiente.
En caso de optar por esta solución, suele ser buena idea ofrecer frutas troceadas y vegetales de fácil manipulación, como el brócoli. Una porción proteica siempre será importante en este momento. Asimismo, el yogur puede suponer una gran solución.
Comidas para los niños pequeños
Los niños pequeños se alimentan de forma más ágil que los bebés. Necesitan un nivel de atención menor, aunque es importante asegurarse de que la comida que se les ofrece es de calidad.
Fruta, la mejor comida para viajar
La fruta siempre supone un valor seguro. Es una fuente de vitaminas, de minerales y de antioxidantes. Se puede transportar entera o ya pelada y troceada para facilitar su consumo posterior.
Intenta combinar frutas de diversos colores para aportar fitonutrientes distintos. De este modo, se mejorará la salud a medio plazo al conseguir modular el estado oxidativo e inflamatorio.
Galletas
Ofrecer galletas a los niños en la comida para viajar suele ser crítico. La mayor parte de estos productos se consideran ultraprocesados e incluyen en su interior una gran cantidad de azúcares añadidos. Dichos elementos son dañinos cuando se consumen en altas cantidades, según un estudio publicado en Journal of Hepatology.
Lo mejor es elaborar galletas de forma casera controlando los ingredientes utilizados. De no ser posible, es importante revisar los etiquetados y elegir aquellas que cuentan con menos azúcares simples y grasas trans.
Pequeños bocadillos
Un bocadillo bien elaborado puede suponer una preparación nutritiva y completa, ideal para comer en un viaje. Es importante elegir un pan de calidad y evitar, de este modo, el blanco con harina de trigo refinada.
Además, hay que asegurar que se incluye en su interior un alimento con elevada concentración en proteínas de alto valor biológico. El atún de lata puede ser una buena solución.
Para culminar, sería óptimo complementar con un cierto aporte de verduras, como la lechuga y el tomate. Eso si, evita embutidos grasos como el chorizo y derivados, ya que su calidad nutricional es muy escasa.
¡Que los padres tampoco pasen hambre!
Para los adultos, se pueden realizar elaboraciones algo más complejas que se guardarán en un túper y se transportarán fácilmente. Una ensalada fría con arroz y atún puede ser una gran opción. Incluso las legumbres tienen cabida en este tipo de recetas. En caso de que exista posibilidad de calentar la preparación, se pueden llevar unas lentejas o una crema de verduras.
Planifica la comida para viajar con niños
A la hora de viajar con niños, es importante planificar correctamente las comidas. De este modo, se evitan posibles déficits nutricionales y que se genere una sensación de cansancio por la falta de energía. Para ello, sigue los consejos que te hemos dado y garantizarás el éxito.
Bibliografía
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