13 claves para actuar cuando excluyen a tu hijo

Es importante conocer qué es lo que motiva que algunos niños excluyan a otros. Solo así podremos aportar las herramientas adecuadas.

madre abraza hija triste que llora en el suelo consuelo

La escuela es un espacio en el que los niños desarrollan vínculos de amistad que perduran toda la vida. Sin embargo, establecer esas relaciones no siempre es sencillo y en ciertas etapas de la infancia es común ver que algunos niños excluyen a otros. Y puede pasar que tu hijo sea uno de ellos.

¿Qué debemos hacer los padres en estos casos? ¿Intervenir? ¿Hablar con la escuela? Veamos cuáles son las posibilidades.

Hablar y escuchar, las dos primeras claves

Cuando los papás descubrimos que hay alguien que daña a nuestro hijo, nos sentimos muy mal. Brota la impotencia y nos quedamos con esa información que nos quema, sin salir a buscar más.

A veces, los pequeños nos dicen que no juegan con nadie, pero luego vemos que en realidad no juegan con ese «alguien especial» con quien quisieran hacerlo o no han jugado con determinadas personas durante algunos días.

Si bien el tema es relevante, no es un problema tan mayor como parece. Esto no quiere decir que no deba tomarse en serio, pues el niño la pasa mal por este motivo. Pero el camino para ayudarlo a solucionar su malestar es diferente según el caso.

Es muy importante sondear y conocer qué es lo que le pasa a nuestro hijo. Que, como adulto, tratemos de mantener una escucha abierta, libre de prejuicios, para entender sin subestimar ni magnificar.

Programas para la prevención del acoso escolar.
Si tu hijo es excluido de su grupo de pares, averigua mejor de qué se trata. Mantén la calma y entabla un diálogo abierto, para que pueda sincerarse contigo.

¿Qué puedes hacer en casa cuando otros niños excluyen a tu hijo?

A continuación, te acercaremos algunas estrategias para acompañar a tu hijo cuando se sienta excluido y ayudarlo a resolver las dificultades con sus pares. ¡Toma nota!

1. Valida sus emociones

Bríndale un espacio seguro para conversar sobre lo que está pasándole. La terapeuta y experta en crianza Yvonne Laborda aconseja en su libro Dar voz al niño: Ser los padres que nuestros hijos necesitan, que los padres debemos indagar con mucho respeto y amor sobre lo que está pensando, lo que siente y quiere hacer al respecto.

Acepta sus sentimientos y no invalides lo que te diga diciéndole: «no es para tanto, hijo», «no te sientas así», «es una tontearía» etc. No le restes valor a lo que te diga, solo escucha y hazle saber que tú estás ahí para él o ella.

2. Ayuda a tu hijo a resolver sus dificultades

Muchas veces, la clave está en trabajar las habilidades sociales y emocionales de los niños en el hogar. Y cuanto antes, mejor.

Por ejemplo, si cada vez que se equivoca o pierde en un juego, se enoja y pelea con sus amigos, con el tiempo nadie querrá jugar con él. Por lo tanto, si bien ser excluido no es una situación agradable, lo mejor es tomar las enseñanzas de esta situación y reflexionar al respecto.

Es fundamental acompañar a los niños en el establecimiento de las relaciones interpersonales e inculcarles las habilidades necesarias para vincularse sanamente con los demás.

Justificar su conducta, buscar culpables o quedarse con la pena por ellos no es una solución al problema. Ayudarlos a resolver las dificultades por sí mismos los beneficiará para toda la vida.

3. Contribuye a fortalecer su autoestima

Esto implica reforzar sus logros y sus atributos, ayudarlo a que se sienta seguro de sí mismo y de lo que hace, desafiarlo para que aprenda y para que se anime a lograr más cosas. Así, también podrá aprender a afrontar las situaciones adversas que se le presenten.

4. Enséñale a respetarse

En relación con el punto anterior, es crucial trabajar la idea de que tu hijo no tiene que cambiar para complacer al resto o para ser parte de un grupo. El respeto y el amor propio son necesarios para que el niño no intente ser quien no es solo para agradar a los demás.

5. Ayúdale a que ponga límites y a decir que no

También tiene que ver con el propio respeto. Es decir, no es necesario que se someta a «pruebas de amistad», que haga cosas que no son de su agrado o que tolere humillaciones o burlas solo para tener amigos.

Es necesario reforzar el concepto de que la amistad es una relación que debe hacer bien y que el sentimiento que se genera entre dos amigos tiene que ser mutuo.

6. Anímale a hablar y a expresar sus emociones

Si tu hijo es muy callado, puedes intentar con algunas preguntas abiertas que lo motiven a contarte más sobre su día en el colegio. También, puedes compartirle tus experiencias escolares de hace años, o cómo te has sentido en el trabajo durante el día.

Los niños deben saber que la familia es un entorno seguro y de confianza para expresarse y que hablar no los hace «tontos», «llorones» ni vulnerables.

7. No subestimes nunca cómo se siente tu hijo

Como padres nos damos cuenta cuando nuestros hijos están pasando por algo que los atormenta. Pueden ser cambios en su comportamiento, su tono de voz, falta de apetito, entre otros. Por eso, es conveniente no subestimar nunca estas señales ni sentimientos, mucho menos si se acerca a contarte lo que le pasa. Se debe tomar contacto con la situación y, de ser necesario, implicar a la escuela para investigar si la causa es acoso escolar o cualquier otra.

En principio, hay que evaluar la gravedad del asunto y ayudar al pequeño con consejos y con herramientas para que sea él mismo quien pueda resolver su propio conflicto escolar. Según un estudio de la Universidad de Murcia, de este modo, reforzamos su valía y no lo convertimos en una víctima pasiva. Sin embargo, esto no significa que como padres no debamos involucrarnos si es necesario.

No obstante, todo dependerá de cómo se presenten las cosas. No es lo mismo que uno de sus compañeros no lo invite a jugar a su casa después de clase a que todo el grupo lo insulte o lo violente en el recreo.

madre e hijo caminan por la calle
Comparte tus experiencias de vida con tus hijos y ofréceles consejos y herramientas para que logren salir adelante por sí mismos. Alentarlos a sentirse útiles es mucho más beneficioso que sentir pena por ellos.

8. Habla con tu hijo y anímalo a reconocer las amistades que ya tiene

Quizás tenga uno o dos amigos, sin embargo, es valioso que se rodee de quienes sí lo aprecian. Habla con él y ayúdalo a ver que la cantidad no es tan necesario como la calidad. Quizá él no esté conforme con tener solo un amigo y desee tener más, y esto está bien, pero es importante que no olvide que hay personas que lo aprecian en su vida, así sean pocas.

9. Ofrécele algunas estrategias para afrontar la situación

Hay algunas formas de enseñarle a llevar la situación, además, claro está, de que él o ella sepa que cuenta con tu apoyo y compañía: anímalo a llevar un diario donde escriba cómo se siente, a participar en manualidades, a escuchar música de su agrado, a hacer ejercicio, practicar deportes o a hacer voluntariado.

10. Anota a tu hijo en algún deporte o actividad por fuera de la escuela

Esta estrategia puede funcionar como un nuevo comienzo y una oportunidad de conocer gente nueva con quien compartir intereses. Relacionarse con otras personas puede ayudar al niño a reforzar su seguridad para manejarse solo en sus vínculos. Además, el ejercicio tiene efectos positivos sobre la autoestima en niños, así lo señala un estudio publicado en British journal of sports medicine.

11. Haz de tu hogar un lugar reconfortante y seguro

Convierte tu hogar en un refugio para tu hijo, un lugar seguro donde se sienta tranquilo y cómodo. Ser excluido no es fácil para un niño y la carga emocional que esto conlleva no es sencilla de gestionar, y menos a su edad. Por eso, que tu hijo tenga un espacio para respirar tranquilo y sentirse alegre, es crucial para que pueda ir afrontando la situación que está viviendo.

12. Mejora las habilidades sociales de tu hijo

En ocasiones, un niño puede ser excluido no porque otros sean malos, sino porque él no sabe como relacionarse con los demás, es decir, carece de habilidades sociales. En estos casos, es necesario que observes cómo se comporta y juega tu hijo con otros niños de su edad, si les pega, los grita o no comparte sus juguetes, es importante que le enseñes habilidades más adaptativas para interactuar.

En este sentido, informarte más sobre la crianza respetuosa puede ser útil. Este campo ha sido ampliamente estudiado por expertos en la materia, así que no será difícil encontrar libros u otros materiales que te guíen como padre.

13. Busca ayuda profesional

Buscar ayuda en un profesional nunca está de más. La ayuda de un psicólogo puede ser de mucha utilidad para que aprendas a lidiar con la situación y para enseñarle a tu hijo cómo gestionar sus emociones. No es necesario que esperes que tu hijo tenga mayores dificultades, puedes hacerlo así no las tenga, con la finalidad de que no se agrave la situación.

Busca un momento del día para compartir experiencias con tus hijos

Crear esa conexión con nuestros hijos es importante. Podemos lograrlo compartiendo pequeñas experiencias con tu hijo. Por ejemplo, mientras arman un rompecabezas, comienza un charla amena. Ábrete con él o ella y verás cómo hacen lo mismo cuando se sientan cómodos.

Una vez que los niños acceden a compartir con nosotros cómo se sienten, debemos ayudarlos a fortalecer algunas habilidades y a desarrollar otras. Conocer qué es lo que motiva el problema nos orienta para proceder adecuadamente.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

Scroll al inicio