10 claves para proteger y cuidar a tu bebé en la piscina

Saber como prevenir lesiones o accidentes en la piscina es fundamental. Sobre todo si se trata de bebés. Entérate qué debes hacer.

El primer baño del bebé en la piscina puede generar muchas dudas e inquietudes en los padres. Si bien es un momento placentero y de disfrute, se deben tener determinados cuidados y consideraciones para evitar accidentes o momentos desagradables.

Aquí te detallamos diez claves para que el baño de tu pequeño en la piscina sea una experiencia sin inconvenientes y muy reconfortante. ¿Te interesa?

Cómo proteger y cuidar a tu bebé en la piscina

Con los cuidados y precauciones pertinentes para cuidar la salud y la piel del bebé, no hay necesidad de que te preocupes por demás. De hecho, si sigues estos consejos, seguramente la experiencia se convertirá en un recuerdo inolvidable.

1. Utilizar protector solar

Es fundamental el uso de protector cuando se está expuesto a los rayos ultravioleta (UV), ya que la radiación solar es agresiva para la piel de cualquier persona. Asimismo, los recién nacidos poseen su sistema cutáneo de defensa inmaduro, lo que los vuelve más vulnerables a sufrir reacciones o quemaduras.

No obstante, la Asociación Española de Pediatría no recomienda aplicar el producto a los menores de 6 meses, sino más bien, mantenerlos en la sombra y con las prendas de vestir adecuadas.

De acuerdo con un estudio realizado por el BMC Public Health, es importante educar a los infantes desde pequeños respecto de la fotoprotección, ya que es una lección que les será útil durante toda la vida. Ten presente que los hábitos de cuidado se afianzan mejor cuanto más pequeño sea el infante.

2. Evitar la exposición directa al sol

Asimismo, la Asociación Española de Pediatría también desaconseja que los menores de 3 años se expongan al sol de forma directa durante períodos de tiempo prolongados. Lo ideal es protegerlos con sombreros, con gafas de sol, con ropa que tenga filtro UV y con protectores solares de amplio espectro. Incluso, el mejor consejo es procurar mantenerlos a la sombra.

Se debe evitar la exposición directa de los pequeños al sol por períodos prolongados. Se aconseja el uso de protector solar y de prendas adecuadas, aunque lo mejor es que permanezcan en la sombra.

3. Realizar una prueba de sensibilidad

En general, el agua de las piscinas suele tener alta concentración de cloro, lo cual es perjudicial para la superficie cutánea de los bebés. Así, para evitar cualquier tipo de reacción adversa, se recomienda realizar una prueba de sensibilidad en el brazo del pequeño. Si pasados 30 minutos no se evidencia ninguna lesión o marca, es seguro sumergirlo para que pueda disfrutar de la piscina.

4. Evitar las horas centrales del día

Los horarios indicados para que el bebé disfrute de la piscina son las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde. Es decir, evitar el horario entre las 10 y las 16, ya que los rayos solares inciden de forma más agresiva y directa sobre la piel.

A su vez, procura que durante el baño no le entre agua en los ojos y en los oídos. De hecho, es preferible que le mojes la cabeza y que no se sumerja completamente.

5. Quitar los restos de cloro de la piel

No se aconseja que el bebé permanezca en la piscina por largos períodos de tiempo. Con 10 o 20 minutos es más que suficiente.

Una vez fuera, enjuaga la piel del pequeño con agua dulce en una ducha para retirar los restos de cloro de la superficie a fin de evitar irritaciones posteriores. Además, también se recomienda abrigarlo o envolverlo en una toalla seca para que no pierda calor o se queme con el sol.

6. Humectar la piel de forma constante

Ten en cuenta que la superficie cutánea húmeda absorbe menos que la seca. Por lo tanto, al aplicar una crema humectante se genera una capa protectora que mantiene la piel humectada y fuerte para nadar. Incluso, mantener la hidratación con un emoliente evita la deshidratación, los eczemas y las posibles quemaduras.

7. Mantener una temperatura del agua apropiada

Como la piel de los bebés es muy delicada, se deben tomar ciertas precauciones con los niveles de cloro y con la temperatura del agua. Idealmente, debe encontrarse entre los 28 y los 32 °C.

Los niños menores de tres años tienen una capacidad de regulación de la temperatura corporal bastante limitada, por lo que también se aconseja mantenerlos bien hidratados.

Idealmente, la temperatura del agua tiene que ser de 30 grados. También se debe regular el nivel de cloro para evitar reacciones en la piel del bebé.

8. Utilizar pañales sumergibles

Dentro de la piscina es imprescindible que los bebés lleven puesto un pañal sumergible que sea cómodo. Una vez fuera de la pileta, este debe cambiarse para evitar irritaciones o reacciones en la zona anogenital.

Existen en el mercado diversos modelos coloridos y originales, los cuales pueden utilizarse sin bañador, ya que cuentan con dibujos estampados.

9. Aplicar de forma correcta el filtro solar

Como se mencionó anteriormente, las cremas solares se pueden aplicar a partir de los 6 meses de edad y con cierta moderación hasta el primer cumpleaños. Además, según las recomendaciones de KidsHealth, se deben colocar sobre la piel seca del lactante al menos media hora antes de exponerlo al sol y extremar las medidas de precaución en el rostro, el cuello, los labios, las orejas, el torso y el dorso de los pies.

Lo ideal es elegir una opción que sea resistente al agua y a la fricción y renovarla cada dos horas para no perder su efecto. Ten presente que la presentación del producto debe ser la adecuada para cuidar la piel delicada de tu bebé (leches, lociones o cremas).

10. Vestir al pequeño con prendas con filtro UV

Si bien la American Academy of Dermatology Association aconseja el uso de protector solar, también sugiere complementarlo con el uso de ropas de algodón puro o prendas especialmente confeccionadas con telas con filtro UV. También, es necesario cubrir la cabeza de los bebés con algún gorro que la resguarde del sol por completo.

La primera experiencia de tu bebé en la piscina

En conclusión, cuando se presente la oportunidad de disfrutar de la piscina con el bebé, ten en cuenta todas las recomendaciones para cuidarlo y protegerlo. Así, podrás lograr una experiencia única y ayudarlo a que se sienta más confiado en el agua.

Bibliografía

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