Características de las salas de psicomotricidad

Como todo espacio con un objetivo concreto, ya sea este educativo, terapéutico, o ambos, debe poseer unas determinadas características. En este artículo hablaremos sobre las principales características de las salas de psicomotricidad y, en particular, aquellas en las que se trabaja con niños en edad infantil.

Niños jugando en sala de psicomotricidad.

Estimular la psicomotricidad y, principalmente con los niños, deberá hacerse de forma planificada y sistemática para garantizar su correcto desarrollo y crecimiento. Es por ello que las características de las salas de psicomotricidad deben adecuarse y ser coherentes con los objetivos que se planteen.

Asimismo, los distintos ámbitos de desarrollo, físico, intelectual, social y afectivo que se ponen en juego en la madurez de las personas se influyen e interactúan continuamente. Por lo tanto, un correcto desarrollo a nivel psicomotriz será fundamental para conseguir progresos en todos los otros aspectos del crecimiento.

¿Qué es la psicomotricidad?

La psicomotricidad es una disciplina que, basándose en una concepción integral del sujeto, se ocupa de la relación entre la mente humana, la psiquis y la capacidad de movimiento o función motriz de los sujetos. Por consiguiente, aplica técnicas que ayudan a desarrollar el movimiento corpóreo y la comunicación y expresión corporal con los demás y con el medio.

La psicomotricidad implica el desarrollo de la motricidad gruesa y el movimiento de grandes grupos musculares fundamentales en la locomoción y la postura. Además, implica el desarrollo de la motricidad fina, que involucra músculos más pequeños, como los de los dedos y las muñecas. Asimismo, se desarrolla de forma escalonada, es decir, los conocimientos se van construyendo unos sobre otros.Niños jugando con bloques en salas de psicomotricidad.

Ejercitar la psicomotricidad en los niños facilita que ellos sean conscientes de su propio cuerpo mediante la adquisición de su esquema corporal, pudiendo, así, controlar mejor su cuerpo, dominando y adaptando sus movimientos. Por lo tanto, un correcto desarrollo psicomotriz trabaja las siguientes áreas:

  • Lateralidad.
  • Postura.
  • Equilibrio.
  • Coordinación.
  • Ubicación espacio-temporal.

Como reflexiona el experto psicopedagodo Alfonso Lázaro Lázaro “El origen mismo del vocablo psicomotricidad contiene una vinculación entre motricidad y psiquismo y pretende producir modificaciones en la actividad psíquica a través de las acciones y los movimientos.”

Modficaciones, recalca “que aparecen mediadas siempre, unas veces de manera consciente y otras veces no consciente, por las emociones y los sentimientos.”

En efecto, “la actividad regular y sistemática, así como un ambiente enriquecido y psicológicamente adecuado, estimulan el crecimiento de nuevas células nerviosas, principalmente en el hipocampo y mejoran el aprendizaje y la memoria no solamente en niños sino también en adultos.”

Características de las salas de psicomotricidad

Para montar una sala de psicomotricidad se tendrán en cuenta los objetivos y metas (educativas o terapéuticas) que se desean conseguir con cada actividad. Además, se seleccionarán y adaptarán los materiales para ello.

Entre las principales características de una sala de psicomotricidad destacamos las siguientes:

  1. La sala contará con un espacio amplio, bien iluminada y con buena temperatura y ventilación. Además, se ha de cuidar la decoración y ambientación, lo cual influye en el estado de ánimo de las personas.
  2. Cumplirá con las condiciones óptimas de seguridad para los niños. Es decir, no supondrá ningún riesgo para los pequeños, ni tener elementos peligrosos como enchufes, desniveles o ventanas a las que puedan tener acceso.
  3. Una sala de psicomotricidad constituirá un lugar donde los niños consigan un progreso psicomotriz por medio del juego y actividades relacionadas con él. Además, responderán dichas actividades a una planificación específica según los aspectos psicomotores que se hayan de estimular.Niño jugando en la colchoneta en sala de psicomotricidad.
  4. En ella encontraremos materiales bien seleccionados y adecuados. Si bien existen algunos que son más específicos que otros según las metas y los ejercicios concretos, existen materiales que no pueden faltar como:
    • Colchonetas.
    • Material de dibujo (témperas, ceras, plastilinas, lápices, folios, acuarelas, etc.).
    • Módulos, rulos, palitroques de goma espuma.
    • Bancos de madera o bancos para saltar.
    • Espejos.
    • Pelotas y balones de distintos tamaños y materiales.
    • Telas y almohadones.
    • Aros de hulahoop de colores.
    • Material de construcción (bloques de madera, juegos de encastre).

Además, todo aquel material que pueda tener algún propósito didáctico será bienvenido en una sala de psicomotricidad. Por ejemplo, telas y ropa vieja, botellas de plástico, cajas o cartones, en fin diversidad de recursos que permitan a los pequeños ejercitarse y desarrollar aspectos psicomotrices.

En definitiva…

La principal característica de las salas de psicomotricidad para trabajar con niños es que en ellas se ha de garantizar ofrecerles un ambiente cálido y unos materiales adecuados.

Hablamos de “entornos enriquecidos”, espacios o lugares con el diseño y los aparatos adecuados, en los que se pueda avanzar en las estimulaciones sensoriales básicas del desarrollo humano: táctiles, propioceptivas y vestibulares. Estas últimas por cierto, fundamentales, porque son las que permiten regular la postura, el equilibrio, el tono muscular y la orientación espacial.

Todo ello, facilitado por la acción mediadora y programada de parte de un educador o profesional que guíe a los niños para conseguir el máximo desarrollo de sus habilidades psicomotrices.

Bibliografía

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