Calentamientos de educación física para niños

Igual que ocurre con los deportes profesionales, los calentamientos para niños son importantes para evitar lesiones y preparar el cuerpo para la actividad física.

La flexibilidad en los niños se puede trabajar de muchas maneras divertidas.

Existen series de sencillos ejercicios que se deben realizar para pasar del estado de reposo a uno de máximo rendimiento. Con dichos calentamientos los niños se preparan para sus clases de educación física, poniendo el cuerpo en movimiento, lenta y progresivamente. En otras palabras, el organismo se alista para la tarea deportiva principal y, de esta forma, se evitan lesiones.

Por medio de los calentamientos se activa la circulación sanguínea y se regula la temperatura corporal. Los músculos y las articulaciones se estiran y se activan para cumplir con las exigencias de la actividad física.

¿Por qué hacer calentamientos de educación física para niños?

Los niños no necesitan demasiados movimientos para entrar en calor. Son más flexibles que los adultos y tienen menos riesgo de lesión. Sin embargo, las tareas de calentamientos ayudan al cuerpo y son fundamentales como preparación psicológica.

Acostumbrar al niño a una rutina de calentamiento es útil para preparar el cuerpo, pues se trabaja la fuerza y la flexibilidad muscular. También resulta necesaria para contribuir a su concentración.

Algunos beneficios específicos de las actividades de calentamiento

El calentamiento, como lo señala este artículo que trata sobre sus efectos en el rendimiento, optimiza el desempeño motor, la velocidad, el salto, la fuerza y los ejercicios de larga duración, además de que aumenta el control y el aprendizaje motor.

  • Aumentan gradualmente la temperatura corporal, aspecto necesario para las actividades físicas.
  • Favorecen la actividad enzimática y la cantidad de glucosa circulante.
  • Estimulan la rapidez de los movimientos musculares, especialmente de las contracciones.
  • Incrementan la coordinación del cuerpo en general.
  • Mejoran la resistencia respiratoria durante la práctica deportiva.
  • Reducen la ansiedad y la fatiga.
  • Contribuyen a la concentración y a la focalización de la atención.

Los calentamientos preparan para la realización de cualquier deporte.

Las actividades de calentamientos pueden ser aburridas para los niños. Si esto ocurre, se resistirán a hacerlas. La mejor estrategia es realizarlas por medio de juegos divertidos que los preparen para la actividad principal.

Como sugiere esta investigación que estudia cómo influyen los juegos recreativos en el desarrollo de las capacidades físicas básicas y también de los sentimientos y emociones del niño respecto al deporte. 

Los niños siempre están dispuestos a jugar, por lo tanto asumirán la tarea como un entretenimiento.

Características de las actividades de calentamiento

Por lo general, los niños comienzan su actividad física diaria después de un período de inactividad, cuando el organismo se encuentra relajado.

Para ponerlo en marcha los ejercicios deben ser progresivos. El nivel de exigencia de esfuerzo será de menos a más. Se debe ir de lo fácil a lo difícil, es decir, de lo general a lo específico.

Una rutina de calentamientos durará entre 15 minutos y media hora. No debe generar cansancio. Las actividades y la duración de las mismas serán cuidadosamente elegidas de acuerdo con la edad de los niños.

Ejemplos de actividades de calentamientos para niños

Los técnicos aconsejan cumplir algunas etapas en las actividades de calentamiento para niños.

1. Relajación y concentración

Antes de empezar una actividad física, es importante poner en sintonía el cuerpo y la mente. Esto ayuda al cerebro a relajarse de las tensiones, pero además, a concentrarse en el ejercicio que se va a realizar.

Para esto, es conveniente sentarse en el suelo unos minutos, realizar una serie de respiraciones pausadas y conscientes: inhalar profundamente por la nariz, retener el aire unos segundos en los pulmones y luego, exhalar el mayor tiempo posible.

Si es necesario, se puede optar por ambientar con música apropiada para aclimatarse a lo que va a venir.

Al respecto, el artículo publicado en la revista Retos de la Federación Española de Asociaciones de Docentes de Educación Física, plantea la importancia de estar informado sobre el objetivo que se persigue, pues así el niño genera imágenes en su mente «sobre los posibles movimientos que puede hacer durante la sesión».

2. Movimientos articulares

Los movimientos en cada articulación serán repetidos. Se puede comenzar por los tobillos y ascender por el cuerpo. Otra opción es comenzar por las muñecas y luego descender. Abarcarán tobillos, rodillas, cadera, tronco, hombros, cuello, codos y muñecas.

Consisten en flexiones, extensiones y rotaciones de las articulaciones. Estos son algunos ejemplos:

  • Girar tobillos.
  • Levantar las rodillas hacia la cadera.
  • Mover los brazos como aspas de molino hacia adelante y hacia atrás.
  • Estirar y flexionar brazos.

3. Estiramientos

Evitan que huesos y músculos se fracturen. Por ejemplo:

  • Separar los pies uno detrás del otro. Sin doblar el tronco bajar suavemente hasta estirar la pierna.
  • Agarrarse las manos por detrás de la espalda y estirar hacia atrás.
  • Levantar un brazo. Doblar el otro por detrás de la cabeza y agarrar el codo. Moverlo con suavidad hacia el hombro contrario.

Los estiramientos deben realizarse antes y después de la actividad física.

4. Carreras

Sirven para activar la circulación sanguínea. La carrera debe ser suave, sin forzar a los niños. Estos deberán mantener siempre la misma velocidad. Son estas algunas modalidades:

  • Correr con libertad por todos los espacios. Buscar lugares abiertos donde no hay nadie.
  • Correr detrás de otro niño manteniendo siempre la misma distancia.
  • Correr saltando líneas dibujadas en el suelo.

5. Ejercicios cardiovasculares

El objetivo de esta rutina es estimular el ritmo cardíaco.

Para empezar, se puede iniciar con trotes suaves en el lugar. Esto activa de manera progresiva la circulación en los miembros inferiores.

Más tarde, se puede optar por algunos ejercicios de fuerza, como las sentadillas o las flexiones de brazos. Al igual que con el ejercicio anterior, favorece la llegada de sangre a los músculos implicados en el ejercicio. Esto los activa y reduce el riesgo de que sufran lesiones.

Un juego que entretiene mucho a los niños es el de «Juan dice…» (que saltes, que corras, que te sientes, que te levantes, que toques la espalda de un compañero, que levantes una pierna).

En esta «Guía de Educación Física y Recreación en Básica Primaria», publicada por la Universidad Católica de Manizales, encontrarás más juegos que se pueden alternar de forma divertida con los distintos ejercicios de calentamiento mencionados.

Acerca de la importancia de los calentamientos en la educación física para niños

El calentamiento mejora la habilidades motoras, tanto de locomoción como para el control de objetos.

Así lo refiere este artículo sobre los efectos de distintas estrategias de calentamiento sobre el rendimiento físico. Resaltando la preparación de los músculos y tendones para soportar situaciones de estrés motor y disponer el cuerpo para una habilidad motriz eficiente.

Por último, es fundamental atender a la diversidad de los niños, a sus posibilidades y limitaciones individuales para evitar frustraciones o dolores físicos. El profesor o monitor que coordine el calentamiento deberá tener esto siempre presente.

Bibliografía

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