A veces la conducta de los padres daña la autoestima de los niños

Hoy te presentamos algunas actitudes muy normalizadas con las que lastimamos los sentimientos de nuestros pequeños para evitarlas a toda costa.
A veces la conducta de los padres daña la autoestima de los niños

Última actualización: 05 mayo, 2023

Palabras dichas sin pensar, poca inteligencia emocional, juicios de valor, regaños en público… Hay veces la conducta de los padres daña la autoestima de los niños sin querer, dejando heridas emocionales que acompañan a los hijos durante toda su vida. Sigue leyendo y aprende a reconocer esos comportamientos que no le hacen bien a nadie en la familia.

Al convertirnos en padres no se nos brinda un manual de instrucciones para saber cómo manejar cada una de las situaciones desafiantes que el destino pone en nuestro camino. Convertirnos en buenos ejemplos para los hijos es algo que se aprende en el día a día. No obstante, es necesario aprender de los errores para no volverlos a cometer y pensar en el bienestar de los niños.



La falta de inteligencia emocional afecta la autoestima de los hijos

Ser padres de niños pequeños y adolescentes es toda una experiencia que pone a aprueba la paciencia de incluso la madre más calmada. Y es que por más que intentemos corregir a nuestros hijos desde el amor y el respeto, hay veces se presentan situaciones que elevan los niveles de estrés al máximo y nos hacen recurrir a los gritos o incluso a regañar a los hijos en público.

Padre gritando a su hija.
Cuando respondemos a los gritos de los niños con más gritos, solo les estamos enseñando cómo se resuelven los problemas de manera incorrecta.

Sin embargo, lejos de ser una estrategia efectiva para cambiar la actitud de los hijos y brindarles una lección para mejorar, ese regaño puede hacerlos sentir ridiculizados o humillados ante sus amigos o extraños. Por lo que lejos de ser una herramienta para educarlos desde la empatía de una crianza positiva, solo hiere sus sentimientos y les genera dolor y tristeza.

Aunque en ocasiones un grito a todo pulmón puede parecer la respuesta más sensata para hacer que los niños se calmen, la violencia solo genera más violencia y luego te arrepentirás de haberlo hecho. Una de nuestras grandes responsabilidades como padres es enseñarles a los hijos de inteligencia emocional y esto solo puede lograrse mediante la paciencia, el ejemplo y el diálogo.

Los juicios de valor impiden que la autoestima de los niños florezca

La forma en la que expresamos nuestras ideas puede hacer una gran diferencia entre un comentario inocente y un juicio de valor. Cuando se regaña a los hijos en público o se comparten cosas íntimas con desconocidos o cercanos, los niños se sienten traicionados por sus padres. Lo que genera con el paso del tiempo que su vínculo se debilite al llegar a la adolescencia.

mama consuela a su pequena hija que pone cara de enojada triste
Las palabras duelen y quedan grabadas. Cuando digas algo que no debías, recuerda pedirles perdón de corazón a tus hijos.

Por eso, es muy importante ser conscientes de las cosas que decimos y cómo lo hacemos. Ningún padre quiere hacer sentir mal a su hijo intencionalmente. Y, aunque en ocasiones los pequeños pueden comportarse de maneras cuestionables, es nuestro deber ayudarlos a mejorar como personas y, con una mirada empática, enseñarles a respetar los límites del hogar.

Estas son algunas frases dañinas que cargan juicios de valor.

  • “Es un inútil, no sirve para nada”.
  • “No le gusta estudiar, es un vago”.
  • “No sé por qué no eres como tu hermano”.
  • “Es tan tímido que no puede…”.
  • “Te ves ridículo con esa ropa”.
  • “Nunca haces nada bien”.
  • “Mejor cállate, no digas tonterías”.
  • “No llores, no es para tanto”.


¿Cómo corregir las malas actitudes sin herir la autoestima de los niños?

Emplear una crianza positiva no significa en ninguna circunstancia que se deba malacostumbrar a los hijos y permitirles hacer lo que les plazca. Es acerca de entender que los niños pequeños aún no saben cómo reconocer y gestionar sus emociones de una manera inteligente. Por lo que debemos enseñarles a hacerlo mediante los límites y la disciplina.

Estas son algunas formas de educar desde la empatía y el respeto.

1. Haz del diálogo un pilar en tu hogar

Con el fin de establecer límites en casa que les permitan a los niños tener una guía sobre lo que está bien y lo que está mal, es indispensable tener una buena comunicación con ellos. Los pequeños no deben sentir que se les imponen reglas sin sentido, sino que sus acciones tienen consecuencias y es importante cuidar de nosotros mismos y de los demás.

2. Emite juicios positivos y resalta las virtudes

Las etiquetas y juicios negativos solo cohíben a los hijos y les impiden florecer y mostrar al mundo sus cualidades. Por tal motivo, emite juicios positivos y resalta las virtudes de los pequeños. Esto mejorará la autoestima de los niños y les permitirá ser conscientes de su gran valor. Y cuando cometan algún error, no los regañes en público. Mejor escucha con atención sus razones e invita a la reflexión.

3. Piensa antes de hablar y responde con calma

Conservar la tranquilidad en momentos de tensión es algo muy difícil para algunos padres, pero es necesario. Nosotros somos los modelos para seguir de nuestros hijos, por lo que es crucial mantener la calma y tener paciencia. De esta manera no nos dejaremos llevar por el estrés y evitaremos decir cosas hirientes que solo lastiman los sentimientos de los niños.

Mejora tu conducta para velar por la autoestima de los niños

Si deseamos que nuestros pequeños crezcan siendo conscientes de su gran valor como personas y cultiven día a día su autoestima, es necesario educarlos desde el amor y el respeto. Así que recuerda no utilizar los gritos ni los regaños en público como herramientas para corregir.

Mejor utiliza la disciplina positiva y emplea el diálogo como una herramienta para ayudarles a tus hijos a reconocer sus errores y no volverlos a cometer. De esta manera no afectarás su confianza y les permitirás ser mejores personas.


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