Acné: ¿cómo afecta en la autoestima?

El acné no pasa por la vida de un adolescente sin dejar una cuota de malestar. Lo cierto es que las enfermedades de la piel, como los granos y las espinillas, no son una sorpresa una vez comenzada la pubertad. Estos afectan a la mayoría de los jóvenes de entre 12 y 18 años, aunque con diferentes intensidades. Sigue leyendo para conocer cómo afecta el acné a la autoestima.

Recordarás esa angustia e incomodidad que sentías durante tu adolescencia al despertar, mirarte al espejo y observar uno, dos o treinta granos que habían brotado mientras dormías. Más de una vez te habrás estresado al indagar sobre las posibles estrategias para ocultarlos. En cambio, si eres uno de los afortunados que no ha sufrido de acné durante la juventud, habrás notado cómo afectaba a la mayoría de tus amigos.

El impacto emocional de las lesiones cutáneas en el rostro de los adolescentes es considerablemente significativo. Si bien los efectos varían según los rasgos de la personalidad y la calidad de la red de contención, entre otros factores, las imperfecciones o aspectos indeseados afectan negativamente en la autoconfianza en mayor o menor medida.

El cuerpo que se siente ajeno

Sabemos que el adolescente busca, explora y reafirma su identidad en compañía de sus pares. El estilo de la ropa, los rasgos físicos e incluso el movimiento del cuerpo representan elementos relevantes en la fase intermedia entre la niñez y la adultez.

Esta etapa trae consigo grandes cambios hormonales que derivan en notorias transformaciones corporales. Así, aparece el vello facial y genital, crecen los senos y cambia la voz. El cuerpo erupciona de tal forma que la sensación de seguridad y confianza se ve claramente interrumpida y pareciera que todo se desmorona. Es que reconocerse en un cuerpo que hasta entonces se siente ajeno implica un arduo trabajo simbólico.

En este sentido, la autoimagen presenta importantes modificaciones, porque aunque la personalidad se mantenga semejante a lo largo del tiempo, no podemos decir lo mismo del cuerpo.

Los efectos psicosociales del acné

El acné es una enfermedad inflamatoria de la unidad pilosebácea. Suele ubicarse en aquellos lugares en donde abundan las glándulas sebáceas seborreicas, como el rostro, la espalda y el pecho. Como hemos dicho, no se trata de una condición poco habitual, sino todo lo contrario. Esta afecta al 91 % de los adolescentes hombres y al 79 % de las adolescentes mujeres. A pesar de que los niños y los adultos no están exentos de esta enfermedad cutánea, el porcentaje de apariciones es muchísimo menor.

En ocasiones, pegar el estirón viene acompañado del tan temido y famoso acné. Y las enfermedades de la piel suelen generar mucho daño a la autoestima. Incluso, en sintonía con otros factores, puede llegar a producir perjuicios más graves como ansiedad social o depresión.

En términos generales, la aparición de granos o espinillas suele irrumpir en la estabilidad emocional de las personas y dejar secuelas psicológicas asociadas con la imagen corporal y la autoestima. Esta última se entiende como la percepción valorativa de uno mismo como un todo. Por ejemplo, cuando hablamos de baja autoestima nos referimos a la incapacidad personal de valorarse a sí mismo de forma positiva.

La relación entre el acné y la autoestima

Los granos, las cicatrices o las manchas permanentes producto del acné son solo algunas de las manifestaciones que pueden preocupar a los adolescentes. Incluso, las consecuencias psíquicas y emocionales pueden llegar a alcanzar un nivel alto. Según un estudio realizado por la Universidad del Norte, en Colombia, el acné puede dejar los siguientes efectos psicológicos:

• Manifestaciones como aislamiento social.
• Pensamiento de minusvalía o autoconcepto negativo.
• Disminución en la autopercepción o autoimagen.
• Baja autoestima.

A su vez, la sensación de inferioridad, la ansiedad o el miedo a ser rechazado por sufrir acné son manifestaciones emocionales que se repiten en los jóvenes que lo sufren. Muchos de ellos sienten vergüenza de ser vistos con el rostro brotado, por lo que tienden a aislarse de su entorno social exogámico. Esto repercute negativamente en el desarrollo psicosocial de la persona, pues suele obstaculizar la construcción de vínculos estrechos con sus pares, así como con sus primeras parejas.

Por otro lado, a través de una investigación llevada a cabo en el año 2018, se evaluó la comorbilidad psiquiátrica y los niveles de comportamiento autolesivo. También, la probabilidad de suicidio, la satisfacción con la vida, la autoestima y la soledad en jóvenes con acné. Allí, concluyeron que los adolescentes con acné tienen índices más bajos de autoestima y niveles más altos de insatisfacción con la propia vida y de aislamiento social.

Acompañar al joven y buscar ayuda profesional

Como vimos, el acné es una afección cutánea muy frecuente en la pubertad y la adolescencia. Si bien no tiene riesgo en términos médicos, puede ser muy perjudicial en cuanto a la autoestima de los jóvenes. En estos casos, será necesario realizar un tratamiento para eliminar el acné, tanto como brindar una contención familiar adecuada y recurrir a la ayuda profesional a fin de asistir al menor en el plano psicológico.