Guía básica para la mamá primeriza

Te compartimos todo lo que necesitas saber acerca de la maternidad en tu primera experiencia. ¡Apunta!

Si vas a ser mamá primeriza debes tener en consideración una guía básica. Esta puede ayudarte durante la gestación, el alumbramiento y el posparto. Después de todo, las previsiones que tomes sumarán beneficios a corto, mediano y largo plazo.

Criar por primera vez puede no ser tan difícil como parece. Es cierto que implica muchos cambios y un gran esfuerzo de nuestra parte. No obstante, no hay por qué predisponerse de más. Buena compañía, información, ejercicios y relajación van de la mano.

Ser mamá primeriza

A medida que se acerca el nacimiento del bebé o la bebé, es lógico que los nervios apremien. La incertidumbre asalta, no obstante, procura mantenerla a raya y utilizarla como herramienta para buscar información útil.

Es probable que, una vez resuelvas lo básico, lo demás resulte más sencillo. Dentro de la variedad existen cuestiones fundamentales que atañen a tu salud y a la del bebé con sus primeros cuidados. Toma nota.

Consejos previos al alumbramiento

Recuerda que la preparación, además de los aspectos materiales, es física y anímica. Por eso te aconsejamos buscar apoyo, practicar una buena alimentación y adecuados ejercicios prenatales. Estos te enseñarán a respirar, a sentirte bien y a afrontar con confianza el trabajo de parto y el puerperio, como lo plantea esta investigación desarrollada en la Universidad de Almería.

Antes de dar a luz, un elemento clave es estar atenta a ciertas señales como sangrado, salida de líquido vaginal o aumento de temperatura. Por otro lado, cultivar el espíritu de la previsión es muy necesario a la hora de recibir un bebé. Esta guía básica para mamá primeriza te ayudará.

1. Prepara y congela comida

Tómate un tiempo para cocinar varias comidas para la primera semana. Esta es una buena estrategia que puedes usar para facilitarte los primeros días, que son sobre todo de adaptación.

Las opciones que no deben faltar en tu congelador son las siguientes:

  • Purés.
  • Yogures.
  • Batidos naturales.
  • Frutas (lavadas)
  • Sándwiches y bocadillos.
  • Ensaladas (no aderezadas).
  • Vegetales frescos (y limpios).

2. Ten lista ropa para el bebé

Es probable que ya hayas adquirido varias prendas para el ajuar de tu bebé. Si aún no lo has hecho, procura que sean para bebés de cero hasta los seis meses. ¿Por qué? Porque debes tener en cuenta que un bebé crece con rapidez. Por otra parte, unos nacen con mayor tamaño que otros.

La ropa nueva para el bebé deberás lavarla y guardarla, de preferencia en bolsas plásticas herméticas. Haz lo mismo con las mantas, toallas, pañales de tela, peluches y todo aquello que vaya a entrar en contacto directo con el bebé.

3. Reúne los artículos de cuidado básico y aseo del bebé

Una guía básica para la mamá primeriza pasa revista a elementos claves para la llegada del bebé; como por ejemplo, la cuna, el cambiador o la sillita del coche. Pero, más allá de esto, también debe prever una provisión de otros objetos y productos necesarios:

  • Leche de fórmula y biberones. Si piensas amamantar, estos dos productos quizá no sean necesarios durante los primeros días. Sin embargo, en aras de la previsión, compra fórmula y dos biberones, pues en algunos casos no es posible la lactancia materna.
  • Pañales. Al principio necesitarás entre 8 y 12. Pero no te aventures a comprar muchos de recién nacido, porque el bebé crece rápido y en pocos días necesitará una talla distinta.
  • Artículos de higiene personal. Champú para bebé, toallitas húmedas, jabones neutros, cortador de uñas para bebé, crema hidratante, esponja de baño, lociones, etcétera.
  • Crema para irritaciones o rozaduras. El pañal puede ocasionar pequeñas lesiones en la piel de tu bebé que son fáciles de sanar con la crema apropiada. Procura tenerla siempre a la mano.
  • Una buena pañalera. Este es un artículo indispensable, ya que al momento de salir con tu bebé necesitarás llevar lo básico y esto no puede ir en nuestro bolso personal. Te recomendamos elegir una pañalera espaciosa y de un material fácil de limpiar.
  • Moisés o cuna colecho. Allí estará cómodo, seguro y tranquilo los primeros seis meses. La cuna ha de estar despejada, sin elementos accesorios.

4. Prepara la bolsa del hospital

Procura tener listo el bolso para el hospital con algunas semanas de antelación. A veces el parto se adelanta y es mejor si estás lista. En ella debes introducir todo lo necesario para la estancia. Para ti lleva ropa interior, camisones abiertos por delante para facilitar la lactancia, una bolsa de aseo y una o dos mudas de ropa. A tu bebé garantízale varias mudas y lleva sus productos de aseo y cuidado.

5. Sobre el cuarto del bebé

Los primeros seis meses el bebé seguro estará muy cerca, en tu propia habitación. Así que no tienes que correr para que esté lista cuando lleguen a casa después del hospital. Aprovecha los meses de gestación para pensar la decoración que te gustaría.

Al cabo de un tiempo, es recomendable que comience a ocupar su propio espacio, y mejor si es uno que se planifica con mucho detalle. Así que pon en consideración lo siguiente.

  • La habitación del bebé debe tener colores suaves y neutros, recibir luz natural y contar con buena ventilación. Estar libre de obstáculos y ordenada, de modo que puedas acceder a la cuna y a los enseres sin riesgo a tropezar. La temperatura ideal se ubica entre los 20 y 22 °C.
  • Los juguetes y peluches merecen atención especial. Procura que sean blandos y que no tengan botones, cordones, lazos o piezas pequeñas que se puedan desprender.

6. Cuándo ir por primera vez al pediatra

El Programa de Salud Infantil de la Asociación Española de Pediatras recomienda acudir en la primera semana de vida, así lo refiere este artículo del Boletín de la Sociedad Vasco-Navarra de pediatría. Con ello se evitará riesgos de deshidratación u otras patologías, pero sobre todo recibirás soporte profesional en cuanto a lactancia materna.

Consejos para toda la vida

En conjunto con las recomendaciones anteriores, hay otras cosas que te pueden ayudar durante toda la experiencia de la maternidad. Toma nota de lo siguiente:

  1. Pide ayuda cada vez que la necesites. Sabemos que muchas veces tendrás el deseo de hacer las cosas por ti misma, pero un poco de auxilio nunca está de más.
  2. Sé honesta contigo misma. Aprende a conocer tus límites, ahora tu bebé depende de ti y es importante que estés saludable para brindarle lo que necesita. Además, es imprescindible que te atiendas y cuides el amor propio.
  3. Aprovecha cada vez que tu bebé se duerma y descansa tú también. Muchas veces querrás ponerte al día con otras cuestiones, pero es relevante darle prioridad al descanso. Un buen sueño te dará energía y de esta forma te mantendrás activa cuando tu bebé esté despierto.
  4. Procura el equilibrio. No te desvivas haciendo malabares para cumplir con todo. Piensa que se trata de una carrera de resistencia y no de velocidad.
  5. No te obsesiones. Este es un error común de primeriza que impide disfrutar de la experiencia. No es necesario esterilizar todo lo que toque el bebé, bañarlo todos los días, abrigarlo en exceso o mantener la casa en silencio mientras duerme. De hecho, estas medidas pueden ser contraproducentes. Procura actuar con mesura y naturalidad, y será suficiente.
  6. Desahógate cada vez que lo necesites. Relatar sin temor las vivencias, pasadas o actuales, y comunicar los malestares o incomodidades, ya es una experiencia sanadora. Por esa razón, si sospechas que estás deprimida, sientes desánimo o falta de energía, no le hagas frente sola. Debes saber que sucede con frecuencia y amerita cuidado. Así lo aborda esta publicación de Journal of Personalized Medicine.

Conecta con grupos de apoyo

La llegada de un bebé a la familia suscita una lluvia de atenciones, consejos y sugerencias. En ese sentido, la información que puedes leer es variada y a veces hasta contradictoria. Una forma de sentirte segura ante estos nuevos temas, es participando en grupos de madres y profesionales del área que te aclaren dudas.

O busca tener a mano una guía básica para mamá primeriza, estas suelen abordar rasgos sensibles a la curiosidad materna. Por ejemplo, que el sueño del bebé es un proceso madurativo y sufre cambios hasta los 3 años. Que el contacto afectivo y la alimentación tienen gran importancia y, en especial, que aprenderás sobre la base del ensayo y error, con amor y paciencia.

Por último, lo esencial, además de estar informada, es que te recuperes. Esto puede llegar a ser difícil durante los primeros días, por eso es crucial que te mantengas lo más fresca posible, como parte de lo que atañe a la recuperación física y psicológica en el puerperio. Con el paso de los días el cuidado se convertirá en una rutina que ambos habrán adquirido y la conexión será cada vez más fuerte.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

Scroll al inicio