8 ideas para enseñar a los niños a ser prudentes

La prudencia es uno de los valores que debemos enseñar a nuestros hijos. Ser prudentes les ayudará a ser personas comedidas que piensan, analizar y reflexionan acerca de las consecuencias que puedan tener sus acciones.

En la crianza de nuestros hijos son muchos los valores que tenemos que enseñarles, pero enseñar a los niños a ser prudentes es uno de los que le van a ayudar a caminar por la vida con sensatez. La prudencia está estrechamente relacionada con la madurez, la reflexión, la precaución, etc. En las siguientes líneas te contamos cómo puedes llevarlo a cabo con tus niños.

Los padres somos los encargados de inculcar a nuestros hijos valores para que sean resolutivos, generosos, amables, asertivos, capaces de cuidar de sí mismos, respetuosos… En definitiva, para que crezcan felices y en un futuro sean adultos totalmente realizados.

¿Cómo enseñar a los niños a ser prudentes sin inducirles miedo?

La prudencia se entiende como la capacidad que nos permite analizar las consecuencias que puedan tener nuestras acciones sobre los demás o sobre nosotros mismos. Ser prudente implica parar y pensar de forma consciente sobre cómo actuar ante una determinada situación, reflexionar, analizar, conocernos a nosotros mismos para actuar de forma consistente, etc.Padres hablando con su hijo para enseñarle a ser prudente.

Según la psicóloga Aldana Sol Grinhauz en su artículo publicado en la revista Summa Psicológica, la prudencia es la consideración con templanza de los pros y los contras al contemplar una decisión.

Todos los padres quisiéramos que nuestros hijos tuvieran la prudencia necesaria para tomar decisiones de forma adecuada, sin llegar a tener miedo. El miedo es una emoción primaria que, cuando la sentimos, nos paraliza, nos limita y no nos deja avanzar, pero a la vez es muy necesaria porque en ocasiones puede ser las que nos proteja de algún peligro.

Si nosotros nos encargamos de enseñar a nuestros hijos a ser prudentes, estos desarrollarán una mayor autonomía. Muchas veces, la prudencia está presente de forma innata en los niños; hay pequeños que de por sí son muy prudentes y otros son más impulsivos. Siempre hay una parte que puede ser entrenada y aprendida, y esa es la que padres y profesores pueden trabajar con los niños.

Ideas para enseñar a los niños a ser prudentes

Es importante que enseñemos a los niños la prudencia en su justa medida, pues un exceso puede producir temores y muchas preocupaciones, y esto es negativo para que los pequeños tengan un desarrollo saludable. A continuación, vamos a ver algunas ideas para enseñar a los niños a ser prudentes.

Educar con el ejemplo

Este sería el consejo clave para enseñar a los niños a ser prudentes: el ejemplo. No podemos pedirles prudencia si nosotros no la tenemos. Ellos harán lo que vean en nosotros, no lo que les digamos que hagan.

Comentar las consecuencias de sus acciones

Cuando los niños hayan tomado una decisión, sea el resultado positivo o negativo, debemos valorar con ellos las consecuencias que ha tenido esa decisión. Los pequeños tienen que aprender que todas nuestras decisiones van a tener una repercusión, ya sea buena o mala. Es muy positivo dialogar con ellos la decisión y reflexionar sobre qué podría haber sucedido si su decisión hubiese sido otra.

Cuando nosotros tomemos una decisión, hay que explicarles por qué ha sido esa y no otra

Cuando nosotros actuemos con prudencia, debemos aprovecharlo y explicarles a los niños el motivo de haber tomado esa decisión y no otra. Ellos tienen que aprender lo importante que es analizar una situación para poder tomar la decisión más adecuada.

Leer cuentos o fábulas en las que se enseñe el valor de la prudencia

Leer cuentos o fábulas en las que se pongan ejemplos de los riesgos que tiene ser imprudente y cómo una imprudencia puede hacer daño a los demás y a uno mismo.

Educar en la empatía

La empatía también es un valor muy necesario para vivir con prudencia. Si nuestros hijos aprenden a ponerse en el lugar de los otros, actuarán teniendo siempre en cuenta a los demás.

Evitar inducir miedos en los niños para que sean prudentes

Intentar inculcar la prudencia en los niños a base de atemorizarlos con cosas malas que pueden pasarles tampoco es lo adecuado. Sí es importante que les expliquemos que hay situaciones que pueden ser peligrosas si actúan de una manera impulsiva y no son prudentes.Padre hablando con sus hijos en el sofá sobre la obediencia.

Enseñarles cómo pueden calmarse ante ciertas situaciones que les provoquen tensión

Hay que enseñarles herramientas como la respiración diafragmática cuando se encuentren en una situación en la que tienen que tomar una decisión de manera rápida. Si respiran y logran calmarse, podrán evitar ponerse nerviosos.

Fomentar el autoconocimiento de los niños

Podemos practicar con los pequeños el conocimiento de sí mismos, cómo son sus debilidades y sus fortalezas. De esta forma, ante una determinada situación, saber cuáles son sus puntos fuertes y débiles, es decir, conocerse mejor, les ayudará a tomar la decisión más adecuada.

Respecto a enseñar a los niños a ser prudentes…

Como has visto, enseñar a los niños a ser prudentes les ayudará a ir consiguiendo una mayor realización personal. Inculcar valores en los niños es muy importante, pues esto es lo que determinará que en un futuro sean personas de bien.

La prudencia es uno de los valores que a veces tenemos olvidado, así que, llévalo a la práctica en tu día a día para ser un mejor ejemplo para tus hijos. De esta manera, conseguirás que sean niños prudentes sin llegar a ser miedosos.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • Grinhauz, A. S., & Castro Solano, A. (2014). La evaluación de las virtudes y fortalezas del carácter en niños argentinos: adaptación y validación del Inventario de Virtudes y Fortalezas Para Niños (IVyF Niños). https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/36058
  • Briceño, M. L. D. C. (2016). Familia y educación de la prudencia. Perspectiva de Familia, 1, 73-83.
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