9 trucos para que el bebé duerma toda la noche
Lograr que el bebé duerma toda la noche es un reto difícil para muchos padres, especialmente durante las primeras semanas. Mientras sus hábitos de sueño se adaptan a la nueva rutina, es común que los niños se despierten muchas veces en pocas horas. Por eso, es importante establecer una rutina sana desde el principio para evitar inconvenientes a largo plazo.
“El sueño es una función evolutiva que requiere de la maduración del sistema nervioso. Es imprescindible para un adecuado crecimiento físico y desarrollo neurológico y emocional del niño. El recién nacido se despierta cada 3 horas aproximadamente; esto está regulado por la alimentación.”
– Comité de Pediatría General Ambulatoria, Argentina –
Además, no solo es importante que los pequeños consoliden hábitos apropiados de sueño, sino que también tú necesitas un horario suficiente de descanso.
Por ello, en este artículo encontrarás estrategias sencillas, pero efectivas, para lograr una noche de recuperación y relajación. Así tú y tu pareja estarán listos para enfrentarse a un nuevo día con la energía recargada.
¿Cómo lograr que el bebé duerma toda la noche?
La calidad del sueño del bebé dependerá en mucho de cómo sea educado, de los factores psicosociales y de las relaciones con su entorno. El sueño es un proceso adaptativo y desde que nace, está sometido a una lenta maduración.
Acá te presentamos 9 estrategias para lograrlo con éxito.
1. Ofrécele alimento antes de llevarlo a la cama
Antes de ir a dormir revisa si el bebé está listo para tomar algo de alimento, ya sea de pecho o de fórmula. De esta manera te asegurarás de que la causa de sus interrupciones del sueño no sea la necesidad de comer.
Luego, vuelve a ponerlo en la cama y verás que después de haber cenado estará despierto pero somnoliento y le será más fácil llegar a conciliar el sueño durante más tiempo.
2. Procura que sea divertido
Es completamente normal que los pequeños se resistan cuando llega la hora de dormir. Establece una rutina divertida y organizada que les ayude a reconocer el momento en que deben ir a la cama.
Lee un cuento, dedica unos minutos a un último juego y elabora un cuadro ilustrado con los pasos que seguirán cada día antes de acostarse. Recuerda que de la constancia depende el éxito en la construcción de hábitos.
3. Llévalos temprano a dormir
Podrás pensar que si los llevas temprano a la cama se levantarán antes en la mañana, pero no suele ser así. De hecho, tanto los recién nacidos como los niños que están alrededor del año de edad, se despiertan con menos frecuencia y duermen por más tiempo cuando se van a la cama alrededor de las 8 de la tarde.
Es por ello que fomentar esta rutina ayudará a que tengan menos dificultades al levantarse cuando inicien la etapa escolar. Por otro lado, tienes que propiciar con antelación el descanso para que llegue a esa hora somnoliento.
4. Conoce las características de cada edad
Los recién nacidos solo permanecen despiertos tranquilamente por periodos de 20-30 minutos. A los tres o cuatro meses, el lapso aumentará a una hora, aproximadamente.
Sabiendo eso, tendrás claro en qué momento debes cambiarle el pañal y alimentarlo para que esté listo para tomar una siesta plácida y tan prolongada como sea posible.
5. Evita sobreestimular al bebé
Para un bebé que apenas llega al mundo, todo lo que lo rodea es novedoso y produce un estímulo en sus sentidos. Por eso, a la hora de dormir debes evitar que en su rango visual haya elementos distractores que no le permitan cesar su actividad.
Dale un espacio tranquilo, limpio, con un clima agradable y sin objetos excesivamente coloridos o sonoros. De esta manera, su sistema nervioso logrará relajarse pronto.
6. Rodéalo con sus mantas para que duerma toda la noche
Otro de los trucos para lograr que el bebé duerma toda la noche es acomodar bien sus cobijas y almohadas. Los recién nacidos vienen de un entorno suave, confortable y seguro que los hacía sentir abrazados.
Los especialistas recomiendan “que el bebe duerma boca arriba, en un colchón firme de igual tamaño que la cuna, sin objetos dentro de ella, tapado hasta las axilas con los brazos por fuera”.
En este orden de ideas, se puede deducir que estarán más cómodos y tranquilos si se sienten envueltos, como en el vientre. Además, evitarás que arrojen sus mantitas durante la noche y permanecerán calentitos.
7. Ayúdalos a relajarse antes de dormir
Al igual que los adultos, los bebés necesitan un periodo de transición entre la actividad y el momento de dormir. Cuando lleves al pequeño a su cama, apaga los televisores, baja el volumen de la música y de tu teléfono móvil. Asegúrate también de que la habitación tenga luz reducida y una temperatura adecuada.
Quédate con él hasta que se duerma, cántale y acarícialo. Trata de hacer rutina los estímulos adecuados para que se cumple el ciclo: sueño ligero, sueño profundo, despertar, comer, seguir durmiendo. Procura no despertarlo para comer, pero una vez que coma, haz que permanezca despierto unos 15 minutos para que expulse los gases y se eviten cólicos.
8. Considera el uso de un chupete
Los chupetes o chupones son instrumentos empleados en todo el mundo para ayudar a los bebés a relajarse. A pesar de que su uso es controvertido, la Asociación Española de Pediatría (AEP) establece que reduce el estrés en los lactantes y los ayuda a conciliar el sueño. La AEP también establece que el chupete ayuda a disminuir la probabilidad de muerte súbita durante el sueño.
Lo más recomendable es iniciar el uso del chupete después del primer mes de vida. La idea es que la lactancia se encuentre establecida y el chupete no interfiera con el hábito ni la succión.
9. Haz que el cuidado nocturno no sea exagerado
En muchos casos, es inevitable que el bebé se despierte durante la noche, ya que los bebés necesitan comer alrededor de cada 4 horas. Sin embargo, mantener las luces tenues durante la lactancia nocturna puede facilitar que el niño concilie de nuevo el sueño de forma rápida.
Ten en cuenta que si llora, no siempre es hambre. En ocasiones también lloran dormidos. Por eso, ante cualquier agitación de este tipo, aguarda unos cinco minutos, para ver cómo evoluciona o determinar qué la estaba provocando.
Si quieres que el bebé duerma toda la noche, tu pareja y tú también debéis estar lo suficientemente relajados. Los niños perciben la tensión y se les dificulta llegar a descansar cuando la sienten. Disfruta el momento de sueño de tu pequeño y aprovecha estos valiosos minutos para contemplar y detener tus actividades por un rato.
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Colecho o cohabitación para que el bebé duerma toda la noche
Él dormirá mejor y por ende, tú también. Ahora bien, decir en la misma habitación, no quiere decir en la misma cama.
En su cuna estará cerca, pero mucho más seguro, en especial en los primeros seis meses o hasta el año. Si tiene un despertar nocturno, tu mano y calor estarán a su lado, y la alimentación acudirá rápido evitando que se desvele o irrite por el llanto.
En efecto, el colecho (en la misma cama o por cohabitación) “favorece la lactancia materna y permite una relación más estrecha entre la madre y el bebé”. En este sentido, las cunas de colecho son una buena solución:
Los especialistas recomiendan que los primeros seis meses el lactante duerma al lado de la cama de sus padres, en decúbito supino (boca arriba) con la cabeza y la cara descubierta, en una habitación ni muy caliente ni muy fría, y alimentado con leche materna.
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