7 beneficios de las almendras en el embarazo

El consumo de almendras en el embarazo puede reportar una serie de beneficios para la salud del feto. Además, es un alimento muy versátil y fácil de incorporar a la dieta.
7 beneficios de las almendras en el embarazo
Saúl Sánchez Arias

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 14 octubre, 2022

Los frutos secos son alimentos recomendables en casi cualquier dieta. Por ello, a continuación, te vamos a enseñar los principales beneficios de las almendras en el embarazo.

Se trata de productos que cuentan con una elevada densidad nutricional por lo que aportan sustancias esenciales para el buen funcionamiento del organismo.

Antes de comenzar queremos recalcar que la etapa de gestación es crítica desde el punto de vista nutricional. Los requerimientos aumentan y existen ciertos productos que no se deben consumir porque entrañan riesgos para el feto. Sin embargo, los frutos secos y las almendras son, por lo general, muy recomendables en este periodo.

Las almendras: un frutos seco delicioso y versátil

Las almendras son uno de los frutos secos más populares en todo el mundo. Se trata del fruto del Prunus amygdalus del cual se consume la semilla una vez desprovista de la cáscara.

Su origen se encuentra en Irán y los países vecinos del Oriente Próximo. De allí siguió el camino de muchos alimentos para llegar a Grecia, Roma, el resto de Europa o América. Hoy en día forman part de la cultura gastronómica de muchos países.

Su sabor es suave aunque puede ser distinto según la variedad de almendra elegida (dulces o amargas). Se pueden consumir solas, formando parte de postres y dulces o usarlas para decorar y cocinar múltiples platos.

Están presentes en el mercado durante todo el año y se venden con cáscara o sin ella, crudas, tostadas, saladas, garrapiñadas e incluso molidas.

Beneficios de las almendras en el embarazo

En las siguientes líneas vamos a explicarte cuáles son los principales beneficios del consumo de almendras en el embarazo y qué dice la ciencia al respecto.

Niño con las manos llenas de almedras.

1. Mejora la calidad de la dieta

Las almendras (y los frutos secos en general) son alimentos muy nutritivos. En este caso aportan una buena cantidad de grasas monoinsaturadas, fibra, proteínas, minerales (calcio, hierro, zinc o potasio) y vitamina E. 

Por este motivo es muy interesante agregarlos en la dieta durante el embarazo ya que contribuyen a cubrir el requerimiento de algunos de estos nutrientes comentados.

Esto es más destacable si las almendras se incorporan en el desayuno o los tentempiés en sustitución de otras alternativas no tan saludables (bollería, cereales azucarados, galletas, snacks salados, etc.).



2. Aporte de energía y proteínas

En el embarazo las necesidades de muchos nutrientes aumentan para poder hacer frente a las demandas de la madre y el bebé. Dos de ellos son el aporte energético y las proteínas. 

Las almendras son, en este sentido, un alimento que puede ayudar a cubrir ambos requerimientos. Por un lado, un puñado de ellas permite aportar un extra de calorías sin mucho volumen y sin necesidad de comer grandes cantidades.

Asimismo, si bien no se trata de una fuente destacable de proteínas, sí que contienen una buena porción que contribuirá a mejorar y aumentar el aporte total necesario.

Estos elementos han demostrado ser indispensables para el desarrollo y el crecimiento de los tejidos, tanto de la madre como del feto.

3. Reducen el riesgo de problemas en el desarrollo de la médula

Las almendras destacan por su contenido en ácido fólico, desde el punto de vista de los micronutrientes. Dicho elemento es indispensable para evitar la aparición de problemas en el desarrollo medular del bebé, como la espina bífida.

Así lo afirma un estudio publicado en The Journal of Nutritional Biochemistry , donde se recomienda la suplementación de forma sistemática con la vitamina.

De todos modos, y más allá de la necesidad de suplementación, es conveniente maximizar el aporte dietético de ácido fólico para minimizar el riesgo de problemas en el desarrollo.

4. Mejora el crecimiento de los huesos del bebé

Otro de los minerales característico de las almendras es el calcio. Este resulta indispensable para el buen crecimiento de los huesos, tal y como evidencia una investigación publicada en BMJ.

De este modo, se reduce el riesgo de fractura a medio plazo y se mejora la formación del tejido óseo en el feto.

Si bien los suplementos de calcio no son habituales en las mujeres embarazadas, resulta importante garantizar la presencia en la dieta de alimentos con alto contenido en dicho mineral.

5. Aportan hierro que combate la aparición de anemia

La anemia es un problema generado a partir de un aporte ineficiente de vitamina B12 o de hierro que condiciona los hábitos de vida y el estado de salud de la mujer embarazada.

Un aporte adecuado del mineral minimiza el riesgo de que esta patología se manifieste. Las almendras cuentan con una concentración significativa en el mismo.

De todos modos, no hay que olvidar que el hierro de procedencia vegetal cuenta con una tasa de asimilación baja. Para maximizar la absorción, se recomienda consumir este nutriente con alimentos que aporten vitamina C.

6. Protección frente a alergias

Existe bastante controversia acerca del consumo de cacahuetes y frutos secos por su posible relación con la aparición de futuras alergias en los niños.

Sin embargo por el momento no se ha hallado evidencia científica que corrobore esta posibilidad. Estudios recientes no encontraron relación entre la restricción de alimentos alergénicos y la prevención de enfermedad atópica, alergias alimentarias o problemas respiratorios.

Algunos datos han mostrado que incluso podrían proteger frente al asma y las alergias ya que los frutos secos ayudarían a promover la inmunotolerancia.

Por este motivo hoy en día los expertos señalan que no es recomendable dejar de consumir frutos secos para no comprometer la calidad de la alimentación y el aporte de nutrientes como fibra, antioxidantes y ácidos grasos poliinsaturados.



7. Aporte de grasas saludables

Los ácidos grasos que provienen de los alimentos con más lípidos (como las almendras o los frutos secos) tienen un papel crucial en el desarrollo de un embarazo saludable.

Los poliinsaturados omega 3 y omega 6 son componentes estructurales y moduladores importantes del cerebro y la retina por lo que su aporte durante la gestación es fundamental para un desarrollo y funcionalidad cerebral óptimo.

¿Cómo consumir almendras durante el embarazo?

Uno de los aspectos positivos de las almendras es su versatilidad. Se pueden consumir solas (crudas o tostadas) en forma de tentempié, pero también añadir como ingrediente a platos salados y dulces:

  • En ensaladas de todo tipo.
  • Para salsas i vinagretas espesas.
  • Junto con copos de avena, copos tostados u otros cereales. Se pueden servir con yogur y/o fruta.
  • En batidos de frutas con leche o bebidas vegetales.
  • Las almendras laminadas o en palitos aportan un toque crujiente a muchos salteados y gratinados.
  • En crema untada sobre el pan o unas láminas de frutas.
Crema de almendras.

Las almendras en el embarazo son muy recomendables

Es aconsejable consumir almendras en el embarazo por los motivos que se han explicado pero sobretodo porque se trata de alimentos nutritivos y muy saludables.

Ten en cuenta que lo óptimo es introducir estos frutos secos en el contexto de una alimentación equilibrada y variada. Hay que aportarle al feto la energía necesaria para su desarrollo, así como los nutrientes esenciales que requiere.

En ocasiones, puede llegar a ser necesaria la suplementación, aunque es aconsejable consultar primero con el médico antes de comenzar a consumir esta clase de productos.


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