13 señales de leucemia en niños

Uno de los peores diagnósticos que puede recibir un niño o niña es el cáncer. La leucemia infantil es bastante frecuente, y existen varios signos y síntomas que pueden detectarse tempranamente.

La leucemia infantil provoca fiebre

Desgraciadamente la leucemia está presente en la vida de muchos niños hoy en día. Es un tipo de cáncer que se encuentra más comúnmente en los niños pequeños y por eso se conoce como leucemia infantil.

Si bien es muy difícil para los pequños que sufren esta la enfermedad, hay un tratamiento exitoso disponible en algunos casos y por tanto, no tiene que ser fatal, en especial si se diagnostica en fases tempranas.

La leucemia infantil afecta a la formación de glóbulos blancos en la médula ósea y estas células anormales se mueven a través del torrente sanguíneo, junto con las células sanas.

Como resultado, la capacidad del cuerpo para combatir los microorganismos patógenos disminuye, lo que aumenta las posibilidades de que el niño contraiga múltiples infecciones y otras enfermedades.

Señales de leucemia en niños

Es difícil diagnosticar leucemia porque sus síntomas suelen aparecer lentamente (excepto en la leucemia aguda cuyos síntomas aparecen más rápido) y cuando lo hacen, se confunden con los de otras enfermedades normales de la infancia. 
Las señales de leucemia en los niños difieren en cada caso, por lo que puede hacerse complicado identificarlo.

«Puedes ser una víctima o un superviviente del cáncer. Es una forma de pensar.»

-Dave Pelzer-

En la médula ósea, las células de la leucemia (malignas) se agrupan alrededor de las células sanas que producen las plaquetas, los glóbulos blancos y los glóbulos rojos. Esto hace que comiencen a escasear en el cuerpo. Por otra parte, las células malignas se extienden en otras regiones del cuerpo, afectando a la salud global del niño.

Sin embargo, los mismos síntomas pueden ser causados ​​por otras enfermedades, por lo tanto, es importante informar al médico de estas señales lo antes posible para tratar la enfermedad lo antes posible. Nos basamos en una publicación de la American Cancer Society para explicarte esto.

Tal y como indican los estudios, hay varios tipos de leucemias, pero un aspecto común en muchas de ellas son sus manifestaciones clínicas. Debido a que la médula ósea se llena de células inmaduras, la producción de células normales de la sangre se ve comprometida, lo cual explica todos los síntomas:

  • Anemia: la disminución de los glóbulos rojos y, por lo tanto, de la hemoglobina, produce síntomas como palidez cutáneomucosa, fatiga, intolerancia al ejercicio y dificultad respiratoria.
  • Trombocitopenia: este término se refiere a la disminución de las plaquetas. La principal manifestación clínica es la tendencia al sangrado. Este puede ser leve (con pequeñas manchas rojas en la piel llamadas petequias) o más grave.
  • Leucopenia: se refiere a la disminución de leucocitos, lo cual promueve la aparición de infecciones. Las más comúnes son las respiratorias, aunque pueden ser de todo tipo.
La leucemia puede tratarse y curarse
Muchos tipos de leucemia infantil tienen buen pronóstico si se diagnostican y tratan a tiempo.

1. Cansancio

El cansancio es una consecuencia directa de la anemia. Al haber una disminución de los glóbulos rojos y la hemoglobina en sangre, la cantidad de oxígeno que puede transportarse a los tejidos es menor.

Esto hace que los niños sean incapaces de realizar algunos ejercicios o deportes típicos de la edad o que empeoren su desempeño habitual.

2. Piel y mucosas pálidas

Otra de las consecuencias de la anemia es la palidez cutáneomucosa. La oxigenación de la hemoglobina es la que permite darle a la piel esa rubicundez tan característica, algo que se pone de manifiesto en condiciones normales cuando hay vasodilatación cutánea (por ejemplo, al hacer ejercicio).

3. Fiebre de origen desconocido

Según una publicación de la Asociación Española de Pediatría, la fiebre de origen desconocido es toda aquella que dure 8 días o más y que no tenga una causa identificable. Esto último luego de haber hecho una correcta evaluación clínica y haber solicitado los exámenes pertinentes con el fin de descartar las causas más probables.

Alrededor de un 5-6 % de los casos se deben a enfermedades malignas. Entre ellas destacan las enfermedades oncohematológicas, como la leucemia, el linfoma y los neuroblastomas. Por lo general estos casos requieren largos procesos diagnósticos, ya que son necesarios diversos estudios para descartar las causas con base en su frecuencia.

4. Moretones y sangrados excesivos

La consecuencia más directa de la trombocitopenia en los niños con leucemia es la tendencia al sangrado. Estos suelen ponerse de manifiesto cuando se está practicando algún deporte o en el mismo hogar, ya que los pequeños golpes o heridas abiertas producen hematomas o sangrados importantes, respectivamente.

También se pueden producir sangrados de forma espontánea, como es el caso de las hemorragias nasales (epistaxis) o la aparición de pequeñas manchas rojizas en la piel (petequias). Según un estudio publicado en la Revista de la Sociedad Boliviana de Pediatría, estos representan síntomas de alarma que pueden orientar el diagnóstico de leucemia.

5. Dolor en huesos y articulaciones

Si bien no se corresponde con los síntomas más clasicos de la enfermedad, el dolor óseo y articular sigue siendo un importante motivo de consulta. De hecho, un estudio publicado en la Revista Médica de Uruguay explica que la incidencia aproximada es de 1/3 de los casos tanto en adolescentes como en niños al momento del diagnóstico.

Las articulaciones más afectadas son rodillas, hombros y cadera. A pesar de su frecuencia, los autores explican que la leucemia no entra dentro de las primeras opciones diagnósticas, ya que toman mayor relevancia enfermedades como artritis reumatoide juvenil o sarcomas. Esto podría asociarse a un retraso en el diagnóstico.

Es probable que el dolor se relacione con la proliferación excesiva de células inmaduras en la médula ósea. Esta es la parte central del hueso y en donde se producen las células sanguíneas (eritrocitos, leucocitos y plaquetas).

6. Hinchazón abdominal

Una de las consecuencias del aumento de producción de células inmaduras es que algunos órganos abdominales aumentan de tamaño debido a que estas células se infiltran en ellos. Por lo general afecta al hígado y al bazo, generando hepatomegalia y esplenomegalia, respectivamente.

Esto aumenta el tamaño del abdomen, lo que hace parecer que el niño está engordando. Sin embargo, las extremidades permanecen iguales y su barriga tiende a estar más bien endurecida.

Son muchas las causas de hepatoesplenomegalia, y muchas veces puede ser un diagnóstico incidental durante una evaluación de Atención Primaria. Un estudio de la Asociación Española de Pediatría explica que hay causas inflamatorias, vasculares, por obstrucción biliar y malignas, entre otros.

La leucemia, el linfoma, el neuroblastoma, el tumor de Wilms y el hepatoblastoma son algunas de las causas oncológicas que cursan con hepatomegalia, esplenomegalia o ambas.

7. Pérdida de peso y apetito

El cáncer se asocia de forma general a la pérdida de peso repentina. Además, el aumento de tamaño de hígado y bazo presionaría otros órganos a su alrededor, incluido el estómago, limitando así la capacidad que puede contener de alimento.

8. Inflamación de los ganglios linfáticos

Los ganglios en la leucemia
La presencia de múltiples adenopatías puede sugerir una enfermedad maligna, por lo que es importante la evaluación médica.

Los ganglios linfáticos a menudo se hinchan cuando «luchan» contra un gérmen, por lo que su agrandamiento en los pequeños sugiere en primera instancia una infección. Sin embarzo, en la leucemia estas estructuras también se agrandan y la hinchazón se presenta como bultos duros y fijos por debajo de la piel. Según un estudio, otras causas de adenopatías son las metabólicas y las autoinmunitarias, además de las clásicas infecciosas.

9. Infecciones a repetición

Una de las principales consecuencias de la leucopenia son las infecciones a repetición. El sistema inmunitario no cuenta con las suficientes herramientas para combatir la presencia de microorganismos patógenos, por lo que se enferman mucho más frecuentemente que los otros niños.

Esto motiva mucho ir a los servicios de urgencias y las consultas pediátricas, lo que hace saltar las alarmas en los especialistas. Según explica una investigación en Pediatría Integral, por lo general el diagnóstico se suele orientar a condiciones llamadas inmunodeficiencias primarias, aunque las enfermedades hematooncológicas también son una posibilidad.

10. Hinchazón de los brazos y la cara

La combinación de hinchazón de cara, cuellos y brazos, red venosa superficial en la parte superior del cuello, dificultad respiratoria y tos orienta hacia el diagnóstico del síndrome de vena cava superior. Se trata de una emergencia oncológica que debe ser atendida de inmediato.

Esta se produce por la obstrucción de dicha vena, algo que ocurre por lo general por el crecimiento de tumores sólidos. La leucemia como tal no suele originar estos cuadros, pero sí los linfomas, como reseña un estudio. Sin embargo, algunos linfomas pueden tener manifestaciones en la sangre que hagan que se presente el diagnóstico diferencial con las leucemias.

11. Convulsiones y dolores de cabeza

Según explica un estudio publicado en Neurología, las manifestaciones neurológicas en niños con leucemia son relativamente frecuentes. Sin embargo, la mortalidad asociada es baja. Algunos de los más importantes incluyen neuropatías, alteración del nivel de conciencia, convulsiones y dolor de cabeza.

12. Erupciones cutáneas

Las manifestaciones dermatológicas de la leucemia infantil son inespecíficas, por lo que podrían asociarse a una gran variedad de enfermedades. Son necesarios más estudios o síntomas como para poder sospechar en esta enfermedad debido a las lesiones en piel.

Así lo explica un estudio publicado en Acta Médica Costarricense, en el que explican que pueden aparecer máculas, pápulas, nódulos, úlceras y lesiones hemorrágicas diversas, entre otras. Los autores también explican que primero suelen afectarse otros órganos y sistemas antes que la piel.

13. Lesiones bucales

También pueden aparecer síntomas inespecíficos en la cavidad bucal de niños con leucemia. Según revela una investigación, los más frecuentes son sangrado gingival, candidiasis, mucositis, úlceras dolorosas e infecciones oportunistas. Muchos de estos también pueden aparecer durante el tratamiento de la enfermedad.

¿Es posible descubrir tempranamente la leucemia infantil?

En toda enfermedad (especialmente el cáncer) es muy conveniente hacer el diagnóstico de forma temprana. Esto aumenta mucho las posibilidades de tratamiento y mejora el pronóstico, y la leucemia infantil no es la excepción.

Por desgracia, muchos de los síntomas del apartado anterior pueden corresponderse a enfermedades más comunes: el cansancio podría confundirse con anemia leve por déficit de hierro y las erupciones cutáneas con alguna alergia, por ejemplo.

En esta situación, lo más probable es que los síntomas no mejoren con el tratamiento indicado en primera instancia. Es importante seguir acudiendo al pediatra en consultas sucesivas quien, en caso de sospecharlo e indicar las pruebas complementarias adecuadas, podría detectar la enfermedad. Según algunas publicaciones, existen varios signos de alarma y algoritmos de actuación que los especialistas pueden seguir.

Existen niños con mayor riesgo de desarrollar leucemia infantil en los que las probabilidades de detección precoz aumentan considerablemente. Es el caso de niños con condiciones genéticas importantes.

En el diagnóstico precoz está la clave

En vista de la elevada incidencia de la enfermedad en la población pediátrica y sus múltiples manifestaciones clínicas, la mejor manera de prevenir las complicaciones es el diagnóstico precoz. Acudir tempranamente al pediatra y mantener un control regular para notificar los cambios en el estado de salud es muy importante para la vida de los más pequeños.

Bibliografía

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