La educación de nuestros hijos no sólo depende de sus maestros. Como padres, debemos ser los primeros en inculcarles valores que engloben el amor al prójimo, el respeto y la nobleza. Estos principios imprescindibles se encuentran gracias a la unión con Dios.
En los tiempos que vivimos es muy común la falta de fe. La gente vive con prisas, la vida en general se vive de forma muy acelerada y en la mayoría de los casos sólo interesa el dinero y las facilidades para conseguirlo.
La vida se ha materializado y gracias a ello estamos experimentando una gran crisis de valores, sin los cuáles el mundo no tendrá un futuro favorable.
Debido a esta crisis de humanidad, cobra más importancia que nunca la educación religiosa.
Fomentar una conexión sana y fuerte con Dios es necesario para combatir emociones negativas. Hay que enseñarles que pueden seguir confiando en Él a pesar de las adversidades y los problemas.
Sin una vida espiritual estable y sólida, las emociones negativas pueden incluso repercutir en la salud física de nuestros hijos.
¿Cómo puedo acercar a mi hijo a Dios?
A continuación te presentamos algunas formas de acercar a tu hijo a Dios. Con este acercamiento lo que queremos es formar a un ser humano íntegro, noble, que pueda construir a su alrededor un futuro mejor.
A su vez, queremos que nuestro hijo tenga una capacidad espiritual sólida, que le brinde seguridad y fortaleza en la adversidad.
Asiste con tu hijo a misa
Llévalo a misa de forma habitual. Escuchar la vida y enseñanzas de Jesús le motivarán para hacer el bien a otros. Además, le entretendrán las diversas historias y parábolas, que aparte de didácticas son bastante aplicables a la vida actual.
Reza junto a él antes de dormir
Rezar justo antes de dormir es una forma muy usual de hablar con Dios. Es importante que aprenda las oraciones básicas, pues le será más fácil integrarse en la comunidad cristiana. Aún así, no hay que olvidar que Dios es nuestro amigo, y que puede dirigirse a Él de la forma que prefiera.
Anímale a apuntarse a algún grupo de catequesis
En estos grupos conocerá a niños con sus mismas inquietudes y su mismo amor por Dios. Además de acudir una o dos veces por semana, también organizan convivencias y campamentos. Coméntale que será muy divertido y que hará muchos amigos.
Muéstrale películas y libros que hablen de Dios
Existen multitud de películas que hablan de Dios. Algunas de ellas están enfocadas específicamente para el público infantil. Infórmate sobre ellas, al igual que sobre los libros de la misma temática.
Después de cada visionado o capítulo leído podéis comentar qué os ha parecido y compartir un momento de diálogo y acercamiento mutuo. Compartir contenido educativo con nuestros hijos fortalece nuestro vínculo afectivo y aporta seguridad.
No se vive sin la fe. La fe es el conocimiento del significado de la vida humana. La fe es la fuerza de la vida. Si el hombre vive es porque cree en algo
–León Tolstói–
Haz que sea consciente de su suerte
Miles de personas en el mundo viven en la pobreza, sometidos al hambre, la guerra y los abusos. Tu hijo es un privilegiado que debe conocer lo que ocurre en otros puntos del planeta.
Habla con él sobre el valor de ayudar a los demás y anímalo a involucrarse en organizaciones sin ánimo de lucro.
Bendice la mesa con él
Bendecir la mesa es un acto de agradecimiento.
Dar las gracias por cada alimento es una forma de decirle a Dios lo afortunados que nos sentimos por tener comida de sobra. Es común llevarlo a cabo en el almuerzo y en la cena, que es cuando suele estar presente toda la familia.
Amar la naturaleza es amar a Dios
Dios quiere que amemos no solo a las personas, sino también a la naturaleza. Hemos de respetar a todo ser vivo, incluyendo a los animales y las plantas.
Todos hemos sido creados para ser valorados y para no herir a otros, por eso dañar el medio ambiente es dañar a Dios y a nuestra propia identidad cristiana.
Ora durante el embarazo
Si durante el proceso de gestación seguimos en contacto con Dios, nuestro bebé lo notará. Elige un sitio donde puedas hacerlo cómoda y tranquila, procurando tener cerca una imagen o estampa de Jesús.
Concéntrate en el niño que llevas dentro, y piensa en él con cada oración.
Habla con tu hijo
Es recomendable que hables con tu hijo sobre Dios y la fe.
Para que un niño crezca con valores religiosos, debe ver en casa que sus padres creen en lo mismo que él. Siéntate con él a menudo, y pídele que te comente sus dudas y problemas.
El valor del perdón
Uno de los dogmas más importantes del cristianismo se centra en el perdón. Saber perdonar es una de las lecciones más duras y valiosas que uno puede aprender.
Considerar que todos somos humanos y erramos es una forma de madurar emocionalmente y de acercarnos a Dios.