El embarazo es una de las experiencias más bonitas que puede vivir una mujer. Sentir cómo el bebé va desarrollándose y creciendo dentro del útero, cómo evoluciona poco a poco, es una sensación que no se puede describir. Algo tan especial que solo puede ser entendido por otra mujer embarazada y que crea una gran complicidad entre nosotras.
Lo que muchas futuras madres no saben es que su bebé puede hacer cosas increíbles. Rotaciones que únicamente se ven a través de ecografías, pero que la embarazada puede sentir. A partir de las 18 semanas, por ejemplo, puede notarse ya el movimiento de los codos y las manos, que seguirán hasta el momento del parto.
También, gracias a los avances tecnológicos, cada vez es más fácil observar con más detalle al feto. En muchos exámenes ginecológicos ya pueden apreciarse otra clase de movimientos, algunos bastante curiosos.
¿Qué otros movimientos hace mi bebé dentro del útero?
Tiene hipo
El hipo fetal es su forma de prepararse para respirar. Pues, cuando nazca, tendrá que adaptarse a hacerlo fuera del útero, y eso requiere entrenamiento previo. La madre suele sentir un ligero cosquilleo rítmico hasta más o menos la semana 27. En algunos casos, estos movimientos pueden incluso durar hasta poco antes del parto.
Se chupa el dedo
La succión es un reflejo innato. Se trata de un entrenamiento para aprender a mamar, la actividad que le dará alimento durante sus primeros meses de vida. Esto empieza a suceder a partir de la semana 18.
Bebe líquido amniótico
Este líquido se encarga de ayudar a su sistema digestivo. Se forma a partir de la cuarta semana de embarazo y sirve para alimentar, calentar y proteger al feto.
En la semana 15, el bebé comienza a desarrollar el sentido del gusto y puede saborear los alimentos ingeridos por su madre, aunque no los diferencia. Así, suelen tragar más líquido cuando la madre ha consumido alimentos dulces, y menos si son amargos.
Puede estornudar
A partir de las 10 semanas de gestación, el feto comienza a estornudar. Este reflejo no aparece hasta que los receptores olfativos del bebé ya se han desarrollado. Entonces, cualquier pequeña molécula que percibe a través de su respiración puede provocar este espasmo involuntario.
Ríe y llora dentro del útero
El llanto puede percibirse en las ecografías, ya que el labio inferior del bebé tiembla. También puede reír, ya que a partir de la semana 28 de embarazo el niño ya empieza a gesticular. Ambas expresiones, junto con el bostezo, serán las más habituales que se perciban en él una vez nazca.
Abre los ojos
Aunque puede moverlos a partir de la semana 16 de gestación, no los abre hasta la 26. Aún así no puede ver mucho, ya que se encuentra en la oscuridad del útero, pero sí puede percibir algunos reflejos. Uno de ellos es la luz que pasa a través del abdomen y que no suele gustarle. Ante una luminosidad fuerte, el bebé suele darse la vuelta o incluso taparse con las manos.
Reconoce la voz de su madre
Durante la semana 19, el niño empieza a agudizar el oído y esto le permite escuchar la voz de su madre. Por ello, según los especialistas, es recomendable que se le hable o cante para que cuando nazca pueda identificar las voces de sus progenitores. De esta forma, se sentirá protegido una vez fuera del útero materno.
Orina dentro del útero
Los bebés comienzan a orinar a partir de la undécima semana de embarazo. Es la forma en que sus riñones empiezan a filtrar los fluidos y se deshacen de las toxinas. Así, la función renal permite que el feto aporte el propio líquido amniótico, pues está compuesto por un 90% de orina. Esto le proporciona al niño proteínas, lípidos, urea y otros componentes que ayudan a su desarrollo.
Sueña
Por último, el bebé tiene la capacidad de soñar. A partir de la semana 30 de gestación puede entrar en fase REM. Y durante el octavo mes, comienza a apreciarse una especie de alternancia en el sueño que indica que la actividad eléctrica cerebral funciona adecuadamente.
Dentro del útero crece cada día
Mientras está en tu vientre tu bebé se prepara para la vida extrauterina. Todos estos movimientos, que te pasarán desapercibidos, son hermosas señales del crecimiento de esa vida que se gesta en tu interior.
Bibliografía
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- Zaragozano, J. F. El hipo,¿ un signo inane en pediatría?. PediatríaIntegral, 361.
- Madar, H., Brun, S., Coatleven, F., Chabanier, P., Gomer, H., Nithart, A., ... & Mahieu-Caputo, D. (2016). Fisiología y regulación del líquido amniótico. EMC-Ginecología-Obstetricia, 52(4), 1-10.