¿Cómo cuidarme en el embarazo si tengo enfermedad celíaca?

Aunque una dieta libre de gluten es suficiente para disminuir los riesgos, es necesario que tengas en cuenta algunas complicaciones asociadas al embarazo de las mujeres con enfermedad celíaca.
¿Cómo cuidarme en el embarazo si tengo enfermedad celíaca?
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 18 marzo, 2024

Padecer enfermedad celíaca plantea desafíos adicionales y cuidados especiales durante el embarazo. Para que las mujeres diagnosticadas con este padecimiento puedan desarrollar una gestación saludable, es necesario controlar el problema y prestar especial atención a la dieta.

La celiaquía es una condición autoinmune crónica que afecta el intestino delgado debido a la intolerancia al gluten. Comprender este problema y cómo afecta el embarazo te ayudará a tomar medidas concretas para garantizar una concepción y gestación saludable. Te contamos todo lo que debes tener en cuenta.

La enfermedad celíaca y sus causas

La enfermedad celíaca es una condición crónica del sistema inmunitario que afecta el intestino delgado. Se desencadena por la ingesta de gluten, una proteína presente en la semilla de varios cereales, como el trigo, la espelta, la cebada, el centeno y algunas variedades de avena.

Cuando una persona con celiaquía consume gluten, su sistema inmunitario lo considera como un componente nocivo y desencadena una reacción defensiva que ataca el revestimiento del intestino delgado. Esto conduce a la inflamación y daño de las vellosidades intestinales, a la vez que dificulta la absorción adecuada de los nutrientes.

La afección del correcto funcionamiento del intestino se puede manifestar con una progresiva pérdida de peso, diarrea y dolores abdominales.

Las causas exactas de la enfermedad celíaca no están del todo comprendidas. Se cree que hay un componente genético significativo: las personas con familiares celíacos tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. De todos modos, lo que se hereda es solo la predisposición genética, no el trastorno en sí mismo.

¿Cómo la celiaquía repercute en el embarazo?

La enfermedad celíaca puede tener diversas implicaciones durante el embarazo. Una de las principales repercusiones es la malabsorción de nutrientes esenciales debido al daño en el intestino delgado. Esto puede llevar a deficiencias nutricionales que pueden afectar tanto a la madre como al desarrollo fetal.

Las deficiencias de ácido fólico, hierro y calcio, por ejemplo, pueden aumentar el riesgo de sufrir anemia durante el embarazo, incremento del riesgo de malformaciones del tubo neural y problemas en el desarrollo óseo del bebé.

Las mujeres embarazadas con enfermedad celíaca también pueden enfrentar un mayor riesgo de padecer las siguientes complicaciones:

La mayoría de los problemas del embarazo relacionados con la celiaquía parecen ocurrir en mujeres que no han sido diagnosticadas o que, a sabiendas de su padecimiento, siguen consumiendo gluten.

Por otra parte, las mujeres con celiaquía no tratada tendrían un mayor riesgo de problemas de fertilidad, fracaso reproductivo y abortos espontáneos en comparación con el resto de las mujeres. Los investigadores resaltan que es la enfermedad no tratada la que podría tener un impacto negativo en la reproducción femenina.

Por eso, promueven la detección temprana del trastorno, sobre todo en aquellas pacientes que experimentan abortos espontáneos y muerte fetal.



Cuidados a tener en cuenta para un embarazo saludable

Para garantizar un embarazo saludable, las mujeres con enfermedad celíaca deben prestar especial atención a su dieta y al manejo de la enfermedad. Es fundamental evitar el gluten por completo, lo que implica leer con mucho cuidado las etiquetas de los alimentos y optar por opciones libres de esta proteína y sustitutos del trigo.

La alimentación debe excluir todos los alimentos que contengan gluten, como es el trigo, la cebada, el centeno, la espelta y la avena. Esto incluye los panes, bollería, pastas, pizzas, productos horneados, cereales, cervezas y algunos aderezos, embutidos, salsas y hasta el café.

Además, es importante contemplar que no exista ningún tipo de contaminación cruzada, es decir, cuidar que los alimentos que se comen no hayan estado en contacto con el gluten durante su producción, preparación o cocción.

Además de la dieta libre de gluten, es crucial consultar a un profesional de la salud, como un dietista o un gastroenterólogo, para desarrollar un plan de alimentación que se adapte a las necesidades específicas del embarazo.

Las dietas para embarazadas con intolerancia al gluten se apoyan en aquellos alimentos que, por su propia naturaleza, carecen de esta proteína, como las carnes, frutas, verduras, huevos y legumbres. El pan y las pastas de harina de arroz o maíz son buenas alternativas para sustituir los clásicos productos a base de trigo.



Suplementos dietéticos para futuras mamás con celiaquía

Una dieta sin gluten no repercute de manera negativa en el crecimiento y desarrollo fetal. De todos modos, pueden darse niveles bajos de algunos nutrientes importantes, como calcio, hierro, ácido fólico, zinc, magnesio, vitamina D y fibra. Es por eso que se suele recomendar el uso de suplementos con vitaminas y minerales adicionales para evitar cualquier deficiencia nutricional.

Es importante que, como cualquier embarazada, recibas folatos, yodo y vitamina B12. Además, debido al mayor riesgo de padecer anemia ferropénica, es necesario que las gestantes con celiaquía tomen suplementos que contengan hierro.

La gran mayoría de los polivitamínicos que se usan en el embarazo están exentos de gluten. De todos modos, no está de más verificar en las etiquetas. Lo ideal es empezar a tomar los suplementos antes de quedar embarazada. De esta manera, el organismo contará con todos los nutrientes necesarios desde el comienzo de la gestación.

¿Deberías hacerte una prueba de detección de celiaquía?

Como te contamos, las complicaciones del embarazo asociadas a la celiaquía suceden con mucha más frecuencia en aquellas mujeres que no saben que tienen la enfermedad y que siguen consumiendo gluten.

Así pues, es importante que, si estás intentando quedar embarazada y no lo consigues, sospechas que sufres este padecimiento o tienes parientes de primer grado que lo padecen, hables del tema con tu médico de cabecera.

Hacer una prueba y tener un diagnóstico certero es el primer paso para tener una gestación saludable. En caso de que el resultado sea positivo, seguir una dieta sin gluten será suficiente para evitar complicaciones.

Si el diagnóstico se produce con el embarazo ya iniciado, el médico deberá controlar si la malabsorción ha producido carencias de hierro o calcio y prescribir los suplementos necesarios. Lo mismo vale si la enfermedad se diagnostica después del parto, en el puerperio o durante la lactancia.

¿Mi bebé tendrá la enfermedad celíaca, si yo la tengo?

Es importante comprender que la enfermedad celíaca tiene un componente hereditario significativo. Esto se traduce en la posibilidad de transmitir la predisposición de padecer la enfermedad de madre a hijos.

De todos modos, serán otros desencadenantes, aún no comprendidos, los que determinarán que el niño desarrolle o no el trastorno. A pesar de que algunos estudios sugieren que la lactancia materna o retrasar la exposición del bebé al gluten tienen un efecto protector contra la enfermedad, no hay evidencia suficiente que respalde estas ideas.

El riesgo genético, la dieta, la microbiota y la interacción ambiental serían posibles desencadenantes del cambio en la tolerancia a una respuesta inmune al gluten. De todos modos, son necesarias más investigaciones para dilucidar el origen de este trastorno.

Aunque tengas la enfermedad y transmitas tus genes a tu hijo, no es preciso saber si tu pequeño sufrirá el mismo problema. Eso sí, cuando empiece a comer cereales, deberás estar muy atenta a los posibles síntomas de la celiaquía en los bebés y niños.

¿Puedo dar el pecho a mi bebé si tengo celiaquía?

Sí, con total tranquilidad. Las mujeres con enfermedad celíaca pueden amamantar a sus bebés sin problemas. La leche materna no contiene gluten, por lo que no estás exponiendo a tu hijo a esta proteína a través de la lactancia, ni le transmitirías la enfermedad por este medio.

Es prudente que sigas una dieta estricta libre de gluten para cuidar tu salud y la de tu bebé. Si tienes dudas o preocupaciones adicionales, no dudes en consultar a un profesional de la salud para obtener orientación específica.

Un embarazo libre de gluten

A pesar de padecer enfermedad celíaca, puedes tener un embarazo saludable, si te ocupas de no consumir ningún producto con gluten. Con un diagnóstico certero temprano, la atención adecuada a tu dieta y el acompañamiento de tu médico, tanto tú como tu bebé podrán transitar la gestación sin inconvenientes.


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