Cómo tratar el melasma en el embarazo y cómo prevenirlo
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El melasma es una afección muy frecuente en las embarazadas. En general, afecta a las mujeres a partir de los 20 años y se caracteriza por la aparición de manchas hiperpigmentadas en las zonas expuestas de la piel, como el rostro. Está ocasionada por diversos factores que se pueden evitar para prevenir este problema. Aquí te contamos más al respecto. ¿Te interesa?
Manchas oscuras en la cara
El melasma es una condición adquirida que se desarrolla durante el embarazo. Se caracteriza por la aparición de manchas simétricas en el rostro. La mayoría de las mujeres lo contraen en las siguientes zonas:
- El mentón.
- Las mejillas.
- La frente.
- El puente de la nariz.
- Encima del labio superior.
Además, es más común en los fototipos oscuros que en los claros. Por su parte, es rara su presencia antes de la pubertad y más frecuente en los años reproductivos.
Tipos de melasma
Existen tres tipos de melasma que se clasifican según la profundidad del pigmento. Para poder diferenciarlas se utiliza la lámpara de Wood, que emite luz negra y determina a qué profundidad se encuentra el pigmento.
- Epidérmico: la coloración es más oscura, con un borde definido de manera correcta. Este tipo de melasma responde bastante bien al tratamiento.
- Dérmico: las manchas hiperpigmentadas tienen un color marrón claro o azulado y el borde no está bien definido. No responde bien a los tratamientos propuestos.
- Mixto: es la variante que se presenta con mayor frecuencia. En ella se observan parches de coloración marrón y azul. La respuesta a los tratamientos despigmentantes es relativa.
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¿Cuándo empieza y cuánto dura?
Las causas del melasma pueden ser múltiples, incluidas las influencias hormonales, la exposición a la luz solar y los antecedentes familiares. No obstante, estudios realizados por el Indian Journal of Dermatology han demostrado que la luz ultravioleta desencadena y exacerba la patología. A partir del segundo trimestre de embarazo, momento en que las alteraciones hormonales se vuelven más evidentes, aparecen manchas hiperpigmentadas en el rostro.
Para algunas mujeres, el melasma desaparece por sí solo después del parto o de la lactancia. En general, esto ocurre cuando es generado por el embarazo o por las píldoras anticonceptivas. A su vez, los procedimientos para eliminarlo no garantizan que no regrese. Incluso, algunos casos no pueden atenuarse por completo.
¿Se puede evitar o tratar?
Según la American Academy of Dermatology Association, el 90% de las personas que manifiestan melasma son mujeres. Si bien no se pueden modificar los antecedentes familiares o las alteraciones hormonales, existen algunas medidas útiles para poner en práctica y contribuir en la prevención.
Métodos preventivos
Uno de los métodos más efectivos para prevenir la exacerbación y los brotes del melasma es evitar los rayos ultravioleta y la luz visible. También, se recomienda el uso de protector solar todos los días con SPF 50 una hora antes de la exposición solar y volver a aplicar en el transcurso de las dos horas. Los filtros ideales son los que se componen de minerales de titanio o de zinc, ya que no se absorben en la piel.
Incluso, la elección de prendas de vestir protectoras es especialmente importante si se está expuesto a los rayos solares durante un período prolongado. De hecho, el sombrero de ala ancha protege y proporciona sombra al rostro. Otra recomendación esencial para prevenir la aparición de melasma en el embarazo es evitar las horas centrales del día, cuando los rayos ultravioleta son más dañinos.
Opciones terapéuticas
Existen varias terapias tópicas, de procedimiento y orales, para manejar el melasma durante el embarazo. A saber:
- Tópicas: incluyen hidroquinona, corticoestroides y tretinoina. A su vez, el agregado de serum con vitamina C a las rutinas de skincare ayuda a combatir el daño de los radicales libres, ilumina la piel y mejora el tono de la piel.
- Orales: estas terapias, como el ácido tranexámico, son bastante prometedoras en el tratamiento de las manchas.
- Procedimientos estéticos: pueden ser microagujas, peeling químicos, láser y radiofrecuencia.
En conclusión, si bien existen varios tratamientos que ayudan a mejorar la apariencia del melasma, es una afección de la piel que puede aparecer y desaparecer en diferentes momentos.
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¿Mejorarán después del parto?
El melasma en el embarazo también puede ocurrir en los antebrazos y en el cuello. Además, si bien no genera ningún daño físico, es posible que se sienta vergüenza por la apariencia. En algunos casos, las manchas en el rostro suelen atenuarse luego del parto de manera espontánea. De lo contrario, se puede recurrir a terapias despigmentantes con cremas, peeling químicos o aparatología.
El melasma en el embarazo no es solo una cuestión estética
El melasma desarrollado durante el embarazo es una condición frustrante de tratar y con grandes implicaciones en al ámbito psicosocial. No obstante, no tiene mortalidad ni morbilidad asociadas. Además, afortunadamente, en las embarazadas se resuelve por sí solo en muchos casos.