Una vez que el embarazo ha llegado a término, el nacimiento no se produce siempre de manera automática, es decir, naturalmente. En algunos casos, es necesario que los especialistas intervengan y pongan en práctica determinadas técnicas para inducir el parto.
Existen varias técnicas para inducir el parto que se pueden aplicar en estos casos. Desde el uso del fármacos hasta diferentes métodos naturales. Todo dependerá de la madre, su condición de salud y el estado del bebé.
Las razones por las que los partos no se producen de forma automática son variables. Puede deberse a procesos químicos propios de la madre, como que el organismo no sea capaz de segregar las hormonas asociadas al trabajo de parto. También puede ocurrir que el bebé no esté completamente maduro y necesite una semana más para nacer. En estos casos, las revisiones del especialista son indispensables para evaluar la condición del bebé.
Es importante recordar que las fechas de gestación y parto no son siempre precisas. Por lo general, las decisiones respecto a la inducción del parto se toman a partir de la semana 42. En otras ocasiones los médicos recomiendan inducir el parto cuando hay problemas con la placenta. El feto no recibe los nutrientes necesarios y, por tanto, corre peligro. También en los casos en los que ha dejado de crecer o desarrollarse.
Otra de las razones de peso puede ser la presencia de alguna anomalía en el embarazo. Por ejemplo, padecimiento de preeclampsia, patologías como hipertensión, infecciones, diabetes o haber tenido alguna pérdida anterior.
Técnicas para inducir el parto
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Aplicación de medicamentos
Los fármacos que se emplean para inducir el parto se usan para aumentar las contracciones. El más común es la oxitocina o Pitocina. Esta hormona se libera de forma natural antes del parto. Sin embargo, para provocar mayores contracciones se suministra de forma intravenosa.
Otro medicamento común son las prostaglandinas sintéticas. Al igual que la oxitocina, esta hormona se segrega de forma natural, previo al parto. En su versión sintética, se aplica en la vagina en forma de óvulos o gel. Su función es la de madurar el cuello uterino. Se aplica cuando no hay dilatación suficiente. En algunos casos, puede provocar también contracciones.
El uso de fármacos puede tener riesgo en mujeres con cesáreas u operaciones uterinas. Si las contracciones son muy fuertes, pueden provocar desprendimiento de la placenta. En el caso específico de la oxitocina, también puede afectar el ritmo cardíaco del bebé.
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Sonda de Foley
Esta técnica consiste en introducir una sonda con uno o dos globos en su extremo en el cuello uterino. Estos se llenan de agua para que puedan ejercer presión sobre el cuello uterino provocando así la dilatación del mismo y la liberación de forma natural las prostaglandinas. Cuando el cuello se ha dilatado lo suficiente, el globo sale y con él se extrae la sonda.
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Separación de membranas
Una vez que el cuello uterino ha dilatado, el especialista puede separar de forma manual el saco amniótico de la parte baja del útero. Esto ayuda a liberar las prostaglandinas y acelerar así el proceso del alumnbramiento.
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Rotura de fuente o aguas
Durante el trabajo de parto, las contracciones suelen ocasionar la rotura natural de la bolsa amniótica. Esto contribuye a la dilatación y, con ella, al nacimiento del bebé. Sin embargo, hay ocasiones en las que la rotura nunca se produce. Como una de las técnicas para inducir el parto, el especialista efectúa la rotura de forma artificial.
La forma más común es realizar un agujero en la bolsa. Esto se lleva a cabo cuando ya hay una dilatación parcial. El riesgo de esta técnica es contraer una infección uterina. Por eso debe hacerse bajo estricta observación y recomendación médica.
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La actividad física
El ejercicio es uno de los remedios naturales para provocar el parto, ya que ayuda durante los pródromos a inducir las contracciones. Por ejemplo, el caminar contribuye a que el bebé descienda y encaje. Además, caminar disminuye la ansiedad en la madre y favorece la oxigenación de la madre y del bebé.
Lo mismo ocurre con el baile. De esta forma, se prevé el aumento de la adrenalina que inhibe a la oxitocina.
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Actividad sexual
Los especialistas prohíben las relaciones sexuales a partir de la semana 38. Esto se debe a que el esperma del hombre contiene prostaglandinas. Sin embargo, cuando es necesario inducir el parto, se recomiendan las relaciones sexuales y la eyaculación en la vagina. De esta manera la hormona realizará su trabajo.
Otro inductor de parto apropiado es el orgasmo, ya que provoca contracciones en el útero materno.
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Estimulación de pezones
Estimular los pezones de la madregenera oxitocina lo que a su vez acelera las contracciones. La estimulación se puede hacer con las manos o utilizando un succionador de leche. Esta técnica, además, ayuda a preparar los pechos para el amamantamiento.
Aunque es conveniente que conozcas las diferentes técnicas para inducir el parto existentes, recuerda que cualquier decisión importante que tomes durante el embarazo debe estar avalada por un especialista. Es mucho lo que está en juego.