En el embarazo deben elevarse las dosis de calcio que ingerimos, puesto que los requerimientos son mayores. Este componente se encuentra principalmente en los productos lácteos. Por tal motivo, las embarazadas que sufren intolerancia a la lactosa están obligadas a suplir sus carencias de otra manera. En este artículo queremos mostrarte las alternativas para cubrir esta necesidad en el embarazo.
¿Por qué se produce la intolerancia a la lactosa?
La intolerancia a la lactosa es una condición que afecta a muchas personas. Se caracteriza por la incapacidad del organismo de digerir el azúcar en la leche, mejor conocido como lactosa. Dicha azúcar se encuentra presente en casi todos los productos de origen lácteo, puesto que la contiene la leche de vaca, cabra e incluso la leche humana.
Se tiene entendido que este proceso no se revierte, debido a que las personas con esta intolerancia carecen de la enzima lactasa. Sin la lactasa o con bajas cantidades de esta, es difícil procesar la lactosa. Es decir, estas personas pueden sufrir diversos síntomas si llegan a consumir alimentos lácteos.
No obstante, pese a que la lactosa puede ser perjudicial para algunas personas, igualmente estas podrían necesitarla. En el caso de las mujeres embarazadas, deben aumentar su ingesta de calcio, cuya principal fuente se halla en productos a base de leche.
¿Cómo cubrir las necesidades de calcio?
Una mujer embarazada necesita una dosis diaria de calcio que se encuentra entre 800 mg y 1400 mg. Por tal motivo, la leche y sus derivados son alimentos altamente recomendados durante el embarazo. El consumo de calcio debe ser aumentado a medida que el proceso de gestación avanza. Por ejemplo, en el segundo trimestre las necesidades casi duplican las del primer trimestre.
Como hemos explicado, consumir lácteos para un intolerante puede significar la aparición de molestos síntomas. No obstante, existen productos sin lactosa que pueden aportar el calcio requerido para quienes sufren de intolerancia a la lactosa. Entre los más destacados tenemos los siguientes:
- En el mercado existen numerosos productos destinados a ayudar a las personas que sufren intolerancia a la lactosa. La leche sin lactosa es un producto ideal en estos casos, porque contiene calcio y otras propiedades de la leche. Además, a partir de este alimento se han creado otros derivados, como el yogur, quesos y helados.
- Aparte de los lácteos naturales y artificiales, el calcio también puede encontrarse naturalmente en otros alimentos. Las legumbres como lentejas y garbanzos, son recomendados para aumentar nuestra dosis de calcio. De igual manera, puede hallarse en acelgas, espinacas, brócoli y semillas de sésamo.
- Algunos productos envasados como jugos, cereales o conservas, son enriquecidos con calcio.
- Igualmente, se recomienda aumentar el consumo de Vitamina D, que ayuda a absorber mejor el calcio. La Vitamina D, la obtenemos directamente de la luz del sol. También la hallamos en vegetales de hoja verde, alimentos cítricos, hígado, carnes magras, y pescados como el salmón y el atún.
- Siempre contamos con la opción de tomar suplementos de calcio. Tales suplementos en la mayoría de los casos son indicados a la embarazada, aun cuando esta no sea intolerante a la lactosa.
Recomendaciones para la intolerancia a la lactosa
Antes de tomar cualquier iniciativa en este aspecto, es preciso consultar al médico. El especialista es el encargado de proporcionarte las recomendaciones más acertadas para atender tu caso. Otras recomendaciones son las siguientes:
- Antes de consumir productos comerciales sin lactosa, verifica bien sus etiquetas y asegúrate de que tienen un registro externo a la marca que indica su condición.
- No pierdas la oportunidad de incluir una dosis adicional de calcio. Por ejemplo, aun cuando estés tomando suplementos de calcio, sigue incluyendo en tu dieta los alimentos antes recomendados.
El calcio es un elemento esencial en la formación de huesos y su protección. En tal sentido, una carencia significativa puede afectar al desarrollo de dientes y huesos del bebé y dañar los de la madre. Afortunadamente existe alternativa para suplir dichas carencias. Consulta a tu médico y sigue sus pautas para garantizar la salud de tu embarazo.