El acné en los adolescentes es un padecimiento común. Se trata de una enfermedad cutánea que aparece especialmente junto con la pubertad. Aunque puede persistir durante la adultez, las principales causas en la adolescencia son hormonales.
Por lo menos el 90 % de los jóvenes se ven afectados por este problema de piel. Se estima este promedio, incluyendo las impurezas en la piel, típicas de esta etapa. No obstante, tan solo el 30 % de estas personas reciben tratamiento médico.
Se puede decir que, aunque es una enfermedad, no es tratada como tal. Por ser un proceso tan corriente, la mayoría de las veces lo dejamos pasar sin cuidados especiales. En algunos casos, se atiende de manera leve; pero casi nunca se acude a un dermatólogo.
Existen muchas maneras de ayudar a nuestro hijo adolescente a que supere su problema de acné. Es importante preocuparnos por esta situación, pues les afecta en diversos aspectos.
Los jóvenes que sufren de acné, también pueden padecer problemas emocionales. En algunos casos son víctimas de burlas debido a la apariencia de su rostro. Además, puede causar incomodidad, dolor o picor, que pueden agravar su condición.
¿Por qué se produce el acné?
Se reconocen al menos cuatro factores que inciden directamente en la aparición del acné. En la mayoría de los casos, se produce en adolescentes debido a los cambios hormonales ocasionados en la pubertad. Una vez producido de manera endógena, otros factores externos contribuyen a su aparición y persistencia.
Las principales causas biológicas del desarrollo de acné son las siguientes:
- Esto se refiere al exceso de producción de sebo, que es una sustancia producida naturalmente para lubricar la piel y el cabello. En condiciones normales, esta producción no afecta necesariamente la piel; pero puede aumentar por distintas razones. El factor genético, las hormonas, los medicamentos, el clima o la alimentación pueden ocasionar el aumento de sebo.
- Colonización microbiana. En la piel viven numerosas bacterias de manera natural. Estas pueden acumularse de manera excesiva, tapando los folículos y ocasionando complicaciones. Esta obstrucción puede generar quistes e hiperqueratosis.
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Recomendaciones para cuidar la piel con acné
Cuando nuestro hijo tiene acné, lo más probable es que se angustie por la persistencia de este. Este problema es causante de estrés y cierta afección emocional. Por lo tanto, es conveniente que le ayudemos a superar este problema desde el principio. Además, según los especialistas, es algo que se puede prevenir y comenzar a revertir aunque sea muy leve.
Podemos elegir la asesoría de los dermatólogos, pero también es algo que se puede hacer en casa. Existen opciones de tratamientos a base de elementos naturales y también hay muchos medicamentos. Uno de los principales daños que queremos evitar es que se complique el acné y pueda causar daños permanentes en la piel.
De hecho, una publicación en la Revista de la Asociación Colombiana de Dermatología revela que su tratamiento es complejo. Por lo tanto, es preciso invertir la mayor cantidad de recursos posibles en su prevención.
Algunos consejos que pueden ayudar, son los siguientes:
- Acude prontamente al dermatólogo. Solo el especialista sabrá cuál es el problema real y cómo tratarlo con exactitud. Esto también ayuda a mejorar el conocimiento general sobre la enfermedad y derribar algunas falsas creencias sobre su tratamiento.
- Tener cuidado con los medicamentos. Tanto los fármacos tópicos como los orales (especialmente la isotretinoína) suelen requerir prescripción médica. Utilízalos solo bajo contextos controlados, ya que una mala aplicación podría traer efectos adversos.
- Una vida sana se traduce en una piel sana. Hacer ejercicio y tener hábitos saludables ayudarán mucho a controlar los brotes.
- Deja que los granitos ocasionados por el acné se curen por sí solos. Para nada es conveniente exprimirlos, porque esto puede dar lugar a cicatrices o agravamiento del problema.
- Evita el uso de productos comedogénicos; es decir, aquellos que puedan causar la obstrucción de los poros. En este sentido, debemos elegir los que especifican que son “no comedogénicos”. Pueden ser productos para el cuidado de la piel o el maquillaje.
- Es importante lavar el rostro dos veces al día. Es preferible utilizar agua tibia y geles limpiadores suaves aceptados por los dermatólogos, como los de la gama Eucerin DermoPURIFYER.
- Utiliza filtro solar que sea específico para la piel grasa.
- Elige aquellos productos que contengan L-carnitina y protección para la producción de sebo.
- Modera el consumo de alimentos ricos en azúcar, harina o productos lácteos.
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Mientras mas rápido se trate, mejor
En definitiva, el acné es un problema bastante común en la juventud y que no debe descuidarse. Si bien la mayoría desarrolla formas leves, el acné grave puede evolucionar a lesiones dolorosas y cicatrizantes. Acudir al dermatólogo tempranamente es bastante aconsejable en cualquier caso.
Bibliografía
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- Morales N, et al. Cicatrices de acné, un reto terapéutico. Rev Asoc Colomb Dermatol. 2013; 21: 4 (Octubre-Diciembre), 328-336.